En las comunas o núcleos sociales socialistas no puede darse la formación de ningún rico. Cualquier excedente de riqueza no consumible por satisfacción plena de los comuneros, debe convertirse en reservas para contingencias o para el engrandecimiento de la plataforma productiva: más viviendas, más muebles familiares, mayor producción de materias primas, etc., más consumo familiar para goce de mayor felicidad, dietas mejor balanceadas, mejor salud, pero no puede traducirse en mejoras de ningún comunero por encima del resto de los comuneros.
Tampoco es que la comuna sea una economía cerrada. Se trata de que los excedentes productivos (plusvalor) no van a las manos de sus directores sino al fondo de "capital" comunal. Por supuesto debe haber estímulos concretos y particularizados para los directores o administradores de ese nuevo mercado. Pensamos que poco a poco les irá llegando la tenencia de sus viviendas, a manera de prioridad frente a otros ciudadanos con menos responsabilidades, pero ya esa diferencia es transitoria porque toda familia es acreedora de vivienda propia.
Tal como viene desarrollándose el plan comunal, todos están creciendo y absorbiendo cualquier excedente productivo, aunque todavía no logran darse abasto para garantizar CLAP y Bolsas a 100% de la población en concordancia con el plan socialista que es a mediano y largo plazos.
Está claro que no puede haber dos precios para una misma mercancía. Toda competencia termina estableciendo un precio único; tal es el llamado "precio de mercado", sólo diferenciable por deferentes calidades para una mismo producto[1].
Los CLAP tienden a convertirse en el nuevo mercado nacional con sus tiendas de mayoristas y detallistas que tendrán sus respectivas "clientelas" vecinales propias de cada parroquia y subsectores demográficos.
25/10/2017 10:44:46 a.m
[1] Técnica capitalista que busaca sacar más ganancia a un miso volumen de capital.