El 15 de octubre Juan Pablo Guanipa, del grupo terrorista Primero Justicia, ganó los comicios regionales en Zulia, y tuvo la descortesía, la desconsideración, la zafiedad, de hacerles tremenda barrabasada a sus propios adeptos, al no querer juramentarse ante la ANC. Así no se humilla a la gente. El pueblo espera de un verdadero político apoyo, atención, deferencia. Digan lo que digan los revolucionarios sentimos un profundo respeto por nuestros electores, incluso, opositores, pero cómo se le pide dignidad a un terrorista de esa naturaleza. El y Eveling de Rosales son los responsables de la matanza en Maracaibo durante los recientes hechos violentos.
Guanipa no tiene excusa, desde el mismo momento que aceptó la candidatura convocada por la ANC, estaba aceptando juramentarse ante esta instancia, lo demás son pretextos, por supuesto, tratándose de ese tipo de gente hay que estar alerta, eso puede obedecer a tretas oscuras con fines inconfesables, como todo lo que rodea a las personas que se mueven en el submundo delictivo. Muy bien que el Consejo Legislativo del Zulia declarara en su caso falta absoluta.
Ahora llama la atención que si no se iba a juramentar como gobernador, ¿por qué fue a unas primarias con Eveling de Rosales? ¿Cuál es el juego? ¿Qué se traen entre manos? ¿Qué pretenden? No se sabe, de cualquiera manera suscribo lo que dice el constituyente Pedro Carreño con respecto de este terrorista zuliano: "Él patalea porque está en su disyuntiva. Él y su hermano son los alfiles que administran los reales de la conspiración internacional (…) Si se juramenta pierde el botín, en vez de meterse por la legalidad, prefiere quedarse con su botín (…) La verdad es el reparto del botín. Él apostó a no perder el dinero."
Y no tengo dudas sobre lo que dice Carreño, porque en Maracaibo tenemos la experiencia cierta según la cual, Juan Pablo Guanipa, utiliza la política como un negocio, sus candidaturas a la Alcaldía de Maracaibo se las vendió a Manuel Rosales. Y cada vez que cogía la plata surgia un restaurant Té con Té. No extraña que mañana o pasado, monte otro de estos establecimientos.
Pero en fin, teniendo la repetición de las elecciones del Zulia en diciembre por esas viles acciones de Guanipa en contra de sus electores, así como los comicios municipales, también aprovecho para permitirme una humilde autocrítica, en función de mantener vivo el legado del Gigante Hugo Chávez, el apoyo al presidente obrero Nicolás Maduro y al Partido Socialista Unido de Venezuela.
El Psuv en Zulia tiene que unirse, sé que la desunión y el sectarismo son las causas de las derrotas en esta región. En Zulia y Maracaibo tenemos que entender que los enemigos de la revolución no están entre nosotros mismos, los enemigos son los que pretenden venderle la Patria de Bolívar al imperio norteamericano.
La unidad no puede ser un simple "sí" de la boca para afuera ante los medios de comunicación social, con el único propósito de que vean Maduro, Diosdado Cabello, todo el Psuv y el pueblo; la unidad debe salir del alma, del corazón, del amor por este proceso que ha costado tanto y a estas alturas de la vida no podemos dejar perder.
Todos tenemos derecho a optar a los cargos de elección popular, yo quiero aspirar, pero tengan por seguro que si no soy candidato, sino otro camarada, tendrá mi apoyo irrestricto con el aval de mi trabajo al servicio de las comunidades, principalmente, ese que hice en Maracaibo. Así que desde ya tiendo mi mano amiga.
Siempre he tenido la convicción que en Zulia y Maracaibo los chavistas somos mayoría, no concretamos el triunfo, precisamente –y me da dolor decirlo- porque no hay unidad en el Psuv. Y sin unidad cualquiera sea el candidato revolucionario, resultará derrotado ante los contrincantes del terrorismo.
No saben el alivio y la esperanza que me dio escuchar al presidente Maduro, diciendo, que él y Cabello tienen perfectamente conocimiento de tal situación. Hay que tomar los correctivos cuanto antes si queremos recuperar Zulia y Maracaibo.
El Pueblo Constituyente hace justicia ¡Venceremos!