La candidatura de Manuel Isidro Molina a la Alcaldía del Municipio Libertador en Caracas, es un auténtico reto por donde quiera se le mire. Un reto de tiempos de crisis y en donde cada vez se pone más en evidencia las dificultades que significan participar en un proceso electoral cuyo ente principal o rector, el CNE, actúa al compás de las exigencias que requiere la línea central de un gobierno entregado a los tenedores de bonos y su necesidad de demostrar al capital financiero internacional que puede ser garante de llevar adelante los grandes negocios acordados y por supuesto todo el desmontaje de logros y conquistas alcanzados en favor del pueblo venezolano en el marco de lo que conocemos como proceso bolivariano.
Molina parte con la responsabilidad de poder reflejar lo que significa su participación en la campaña electoral siendo la cara visible de una alianza conformada por Marea Socialista, UPP 89 y el Movimiento Popular Alternativo (MPA), que además de conectar, proponer y explicar al país la importancia de no dejar abandonando ningún espacio de disputa a pesar de todas las adversidades y desconfianza total en unas instituciones sometidas como citamos en el anterior párrafo, también lleva consigo, consideramos, la impronta de colocar en el panorama político que lo que realmente está en debate es el gobierno nacional.
El gobierno psuvista hasta ahora ha logrado adaptar a sus ritmos a la mayoría de los factores políticos y de eso ya conocemos los resultados, incluyendo la escogencia de una oposición a su medida y que sería garrafal continuar dicha senda para cualquier candidatura en el presente escenario electoral. Las debilidades se ven a leguas, que van desde candidatos aparentemente rebeldes pero sometidos a Maduro y rogando que les dejen participar, hasta candidatos de auténtico marketing político, abonando los caminos que las cúpulas quieren que sean transitados, "atrapados" en la municipalidad a la vez que hay una gran ausencia de asumir la construcción de un programa nacional para enfrentar a la crisis y sus responsables.
Esto último lo entiende Manuel Isidro Molina y más aún luego de una reunión sostenida recientemente con trabajadores y estudiantes, donde dejaron claro que con el PSUV-Gobierno no hay solución alguna para la población, pero también dejaron claro que están hartos de políticos que prometen pidiendo granitos de confianza y que ellos (trabajadores y estudiantes en la reunión) lo que quieren es ser parte activa y protagonica de algo que les permita canalizar su malestar y diseñar un compromiso que lleve a avanzar en conjunto con perspectivas incluso más allá de la coyuntura electoral municipal.
Siendo que lo dicho por los presentes en la reunión es una prueba del sentir general, es otro gran reto ser facilitador para que la mayor cantidad de gente pueda expresarse ante el enorme deterioro democrático por el que estamos pasando y que en la medida que más gente se pronuncie y se haga parte, mejor candidato hará a Manuel Isidro, enriqueciendo una campaña de verdadero contenido político que articule y convoque a juntarnos para las luchas, que le hable claro a los caraqueños y a todo el país, que les diga por ejemplo que la auditoría pública sólo es posible con el gran concurso de los trabajadores y que el programa a construir para salir del desastre debe ser en el ámbito de lo nacional.
Mientras se siga destinando la mayor parte de los recursos para pagar deuda, que ahora hablan de reestructurarla, pero acordandolo con los rusos, mientras no haya un verdadero plan para producir, mientras no se investigue el desfalco a la nación y dar con sus perpetradores y recuperar ese dinero, mientras se siga confeccionando el presupuesto anual de la nación como hasta ahora, mientras no se suspenda el Arco Minero del Orinoco, mientras se continue con el rumbo que lleva el "Maduro-cabellismo", no habrá posibilidad de cambiar la realidad en función de los intereses de los que vivimos de nuestros salarios y los sectores populares.
Nosotros somos parte de la candidatura de Manuel Isidro Molina, viendo desde el municipio Libertador en Caracas a toda Venezuela y convocando así a la organización e intercambio que nos sirva para seguir sumando hacia la consolidación de un nuevo referente político.