Durísimo golpe a la guerra económica aplicado de manera ejemplar contra una empresa, que aprovechando la palabra macro cuyo significado denota almacenar algo en grande, al colocar una K al prefijo, hizo una denominación comercial mundial. Es negocio privado legal, al cual el gobierno venezolano se vio precisado intervenir, pues la cadena mayorista, una de las más grandes del mundo, con 37 tiendas en Venezuela, comete ilícitos al condicionar la venta de productos de primera necesidad, escasos en el país, con inmorales medidas para perjudicar la revolución socialista chavista bolivariana antiimperialista.
El Superintendente William Contreras afirmó "Makro condiciona la venta a los usuarios". La intervención se hace para atender los reclamos de la sociedad, denunciando restricciones obligatorias a los alimentos. Venden principalmente al por mayor y a pequeños distribuidores exigiendo a los clientes "compras mínimas" de 5 millones de bolívares, unos 1.500 dólares según tasa oficial de cambio, para tener acceso a las bolsas de harina de maíz precocida. Se detectó además una gran cantidad de alimentos acaparados, rubros urgidos por la población, desaparecidos en medio de la guerra económica contra el gobierno.
Makro vendía cupos a la colectividad en la compra de alimentos, acción que resulta ilegal cuando viola derechos de los usuarios. Surtía a vendedores informales conocidos como "bachaqueros", alimentos que resultaban también destinados al contrabando de extracción. Una pregunta suspicaz del colectivo que padece escasez por las tracalerías de corruptores privados de ética, deseosos de vender más. Te aseguran que, "son negocios" y "todo comerciante, empresario o industrial, no trabaja a pérdida". El pueblo responde que tampoco deben trabajar para especular, o derrocar gobiernos, porque no sean complacientes al muy salvaje capitalismo "demócrata representativo", obediente al mercantilismo explotador.
La interrogante es la siguiente ¿cuáles serán las medidas preventivas o sancionatorias que le va a aplicar a los dueños de Makro, el gobierno socialista? Deberían ser democráticamente sanciones ejemplares, porque de lo contrario, seguirá el relajo de la compra de conciencia a funcionarios gubernamentales, y la impunidad a los "honestos capitalistas que dan empleos". Deben ser sanciones ejemplares, acordadas entre la Asamblea Nacional Constituyente, el Ejecutivo y los cuerpos de seguridad y defensa al consumidor y el usuario, es decir defendiendo la democracia auténtica e indestructible.