No vale un "te lo dije" a los adictos al populismo, aquellos que votaron so promesa incumplida de recibir un bono, un pernil o regalos del "Niño Jesús", ni a los que recibieron dichos regalos y se toparon con burlistas baratijas chinas, relleno de piñata.
Tampoco vale un "te lo dije" a quienes obligados a votar por cuidar puestos de trabajo pasaron la noche buena sin luz, sin comida, sin obsequios, sin estrenos. Mismo escarmiento sirve por igual a quienes se abstuvieron en las regionales, pues el voto masivo es el único antídoto contra el chavismo, las municipales fue una prolongación inservible del mismo error.
A la amellada oposición venezolana también le vale recibir un "te lo dije", en la enésima pantomima de diálogo el régimen anula vía ANC la constitucional Alcaldía Metropolitana de Caracas y del Alto Apure, simplemente por imposibilidad de ganarlas. Liberó presos políticos que no debían haber estado detenidos, no hay nada que agradecer, al contrario, repudiar los días perdidos de sus vidas afrontando todo tipo de violaciones de derechos humanos, incluso, como el caso de Alfredo Ramos, perdiendo su investidura como alcalde legítimamente electo por el pueblo, el cual iba ser reelecto.
Ya todo está dicho, el gobierno sabe puede hacer lo que le plazca con la oposición partidista, ésta, independientemente de sus propios desaciertos, se encuentra cuadripléjica desde hace tiempo, puesta en coma por instituciones que dejaron de ser públicas, ahora son del Psuv. Asimismo, el régimen sabe ha podido controlar la población vía "represión atroz", como la calificara el mismo Ministro de Defensa, e imaginamos se está preparando para ello ante la agudización de todos los problemas como consecuencia de los actos inconstitucionales y antidemocráticos del gobierno sancionados internacionalmente.
La interrogante ¿Puede esta situación país mantenerse por mucho tiempo? Fíjese, el venezolano se acostumbró a vivir con servicios públicos deficientes (desesperanza aprendida), a vivir con inseguridad (tomaba sus precauciones) pero… ¿Cómo vivir sin comer? Sencillamente no puede, aunado a la in crescendo crisis de combustible, medicinas, transporte y un inconmensurable etcétera.
Como señalamos, el único antídoto contra regímenes como el chavismo es la presión social, pero ella no es gratuita, hay que hilvanar confianza y esperanza en el pueblo, lograr movilizarlo, direccionarlo ¡liderizarlo! El gobierno y la oposición actual carecen de esa confianza, de esa esperanza.
El sistema político se encuentra diseñado para cerrar puertas a terceras vías, sin embargo, el drama social se sobrepone a lo que el gobierno y la oposición imponen. La única forma que la oposición partidista pueda obtener resultados es abriéndose, dejando de mirar su ombligo e involucrar a todos los sectores del país, así encausar a la población en su conjunto. La otra alternativa es que surja un outsider que sepa interpretar el clamor social, sepa conectarse y movilice entorno a una nueva propuesta.
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