Como venezolano condeno, deploro y rechazo cualquier muerte violenta que sea objeto un ciudadano, independientemente de su posición política, credo, color de piel, cultura o nivel económico y social.
En tal sentido, la muerte de Tomas Lucena, como de miles de venezolanos que son víctimas de asesinos y psicópatas cada año, es un hecho que demuestra no sólo la descomposición de la sociedad, sino que en nuestro país la vida no vale nada. Aquí se mata a cualquier persona por un par de zapatos, por un reloj, una computadora, un carro, en fin, para quienes tienen armas en su poder y se dedican a la delincuencia, matar es un pasatiempo.
Ahora bien, la muerte de Tomas Lucena tiene una connotación política que tengo que advertir, porque resulta irresponsable que las autoridades de la “constituyente” y en especial el hermano de la presidenta de tal bazofia institucional, es decir, el ministro de comunicación, Jorge Rodríguez, se adelante a calificar tal hecho como un “sicariato político”¹, cuando aún el cuerpo está caliente, lo que revela la irresponsabilidad e insensibilidad de las autoridades maduristas, quienes ni siquiera respetan a la esposa, ahora viuda, y pequeños hijos de este venezolano.
Lo insólito es que esta “constituyente” desde que se instaló no había hecho mención de la delincuencia desatada en el país, y menos de los asesinatos que ocurren a diario y enlutan a muchos hogares venezolanos, y que en algunos casos, ni siquiera tienen el cómo pagar los gastos funerarios, porque es simple, ese “órgano político” sólo ve una realidad virtual, al punto que para ellos, atracos, secuestros, y por supuesto, asesinatos, son una mentira que al parecer sólo es verdad cuando matan a algunos de quienes militan en las altas esferas del mal llamado Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ¿O acaso ha visto usted alguna condena de Delcy Rodríguez o su hermano, Jorge, por un hecho similar en el cual no esté involucrado un político?
Otro punto que deja en evidencia el asesinato de Tomas Lucena es que mientras la cúpula de la “constituyente” tiene hasta seis anillos de seguridad ¿Lo vas a negar Diosdado? Otros andan a la “buena de Dios” como cualquier venezolano, sin ninguna protección, lo que evidencia que existen “constituyentes” de primera, y otros de segunda, y hasta de tercera, porque además de carecer de algún tipo de escoltas, tampoco tienen voz en esa “constituyente”, o sea, jamás los hemos leído o escuchado, y tenemos que enterarnos de su existencia, por hechos lamentables como que sean víctimas de un asesinato.
Nos entristece la muerte de Lucena, como nos puede entristecer el asesinato o sicariato de un ser humano, máxime cuando hemos vivido en carne propia lo que significa que te asesinen a un ser querido y precisamente en tiempos del gobierno de Maduro, cuya responsabilidad es ineludible en cada muerte de un venezolano por razones de delincuencia o negligencia política, económica y social. Aquí el único responsable de esta realidad que vivimos los venezolanos de cualquier pensamiento, inclinación política y clase social, tiene nombre y apellido.
Nuestras condolencias a la esposa, hijos y familiares de Tomas Lucena. Esperemos que como lo dijo la presidenta de la “constituyente” su muerte no quede impune, como lamentablemente si quedan impunes la mayoría de los asesinatos que son cometidos en Venezuela, en donde por cierto, existen graves denuncias de llamados “colectivos” armados como responsables de la sangre que ha corrido por Venezuela.
La muerte de Tomas Lucena ¿Asesinato o sicariato? Que cada quien haga su propia reflexión el por qué unos son asesinados y otros tal vez ni remotamente los toquen con el pétalo de una rosa. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
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