El desmantelamiento de la confesa célula terrorista que jefaturaba el actor, (con el perdón de los artistas de cine), Oscar Pérez, piloto del CICPC vuelto un mal ejemplo, permitió una vez más apreciar la dualidad de criterios, la doble cara e improvisación riesgosa, característica de cierta derecha nacional, particularmente en la organización "PJ", venida a menos por su lerdo desempeño, a pesar que algunos de sus integrantes pudieron graduarse en prestigiosos centros universitarios del exterior.
Perdieron el tiempo en adquirir conocimientos, estos becados de la alta sociedad, y alguno que otro coleado proveniente de "clases bajas…", es decir gente de menores recursos. "Estudiaron", alcanzaron títulos "summa cum 10", y terminaron fieles al dicho según el cual "lo que natura non da, Salamanca non presta". Primero Justicia quedó en evidencia con el comunicado emitido el mismo día de la desarticulación de la banda terrorista del ladrón de un helicóptero en Junio 2017.
En el comunicado de PJ, pudimos leer "como partido político, "centro humanista que centra en la dignidad del ser humano, tenemos que señalar enérgicamente que en Venezuela el derecho a la vida tiene rango constitucional, y nadie puede violar ese derecho fundamental". Al leerlo me pareció que debí subir más mejor hacia arriba del encabezado del comunicado…, así quizá pudiese profundizar adentro de las neuronas de tan estudiosos políticos de la política.
En definitiva la derecha maltrecha me convence porque mandan a que sus convocados asesinen, previamente aliñados en las guarimbas, inyectaban la ideología de la droguita, la cañita y placercitos sexuales…, para que se sintieran "héroes indoloros", salieran a violentar, destruir y matar, mientras sus jefes opositores se piraban para las televisoras, emisoras de radio y periódicos, a declarar y pantallar.