En noviembre de 2017, el ciudadano de origen uzbeko y residente en la ciudad de Nueva York, arremetió con su vehículo contra una multitud matando ocho personas e hiriendo a 12. El hecho, fue declarado como un acto terrorista -ipso facto- y el propio presidente Donald Trump, mediante un tuiter, clamó justicia para las víctimas: "El terrorista de Nueva York estaba feliz cuando pidió colgar la bandera de ISIS (Estado Islámico) en su habitación del hospital. Mató a 8 personas, 12 gravemente heridas. DEBERÍA RECIBIR LA PENA DE MUERTE!". Siendo precandidato en las primarias republicanas de 2016, Trump se pronunció ante un hecho de similares características pero en otro punto del planeta, en Bruselas, en que murieron 34 personas y resultaron heridas 130. Tras esos atentados terroristas, fue claro en su posición contra el terrorismo, quien meses después se convertiría en el presidente del Estado Unidos (EEUU), enfatizando: "Si yo soy presidente, vamos a ser muy duros y muy fuertes y vigilantes. No dejaremos que eso pase en nuestro país y, si pasa, los encontraremos (a los terroristas) y los haremos sufrir muchísimo", aseguraba entonces, en una entrevista telefónica en la cadena NBC.

En la tarde del martes 27 de junio de 2017, los caraqueños y caraqueñas fueron sorprendidos por un hecho inédito, un helicóptero sobrevoló la ciudad capital esparciendo fuego real sobre las instalaciones del Ministerio del Poder Popular de Interior Justicia y Paz, en cuyos pisos altos celebraba un grupo de periodistas su día nacional. Después de propiciar el terror, en esa zona de alta concentración humana, se dirigió a la sede del máximo Tribunal de Justicia de la República en donde se encontraban reunidos la Sala Plena, y todavía no salían de clase los niños y niñas del preescolar de los trabajadores y trabajadoras del TSJ. Desde el aire, la banda terrorista que apenas comenzaba a organizarse, lanzaron disparos y dos granadas, de las cuales una explotó y la otra cayó sobre la avenida, sin explotar según reportaron algunos periodistas. Caracas, vivió horas de terror. "Estoy temblando", decía una activista de las rrss mientras colgaba un video con el helicóptero sobrevolando Caracas. El camarada Presidente Maduro, no dudó un instante para calificar el hecho como un acto terrorista, como en efecto lo fue. En oposición, los dirigentes de la MUD, sacaban sus cuentas con fines politiqueros. Al efecto, Julio Borges señalaba: "Vamos a analizar todo lo que pasó (...). Hay gente que dice que es un peine (trampa), hay gente que dice que es una cuestión real, hay gente que dice que son efectivos policiales…" Para fortuna de nuestro pueblo, ese día, no hubo víctimas que lamentar. Pero, la naturaleza del acto, dejaba entrever hasta dónde es capaz de llegar esa derecha fascista en su afán, más bien obsesión, por volver a Miraflores y entregar el país al imperialismo de EEUU.

Ocurrido, el evento terrorista, los medios de comunicación de la derecha fascista inician toda una campaña para presentar tal evento como si se tratara de un acto heroico en contra del rrrregimén. El contenido apologético de la información que comunican, dichos medios, se encuentra en una frontera delicada, ya que hay el amparo del principio reconocido de la libertad de expresión y a la vez, existe una incitación a la violencia. El DRAE, define al terrorismo, entre otras acepciones, como: "Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos". En 2015, el Senado estadounidense aprobó un proyecto de Ley, que obliga a las rrss, informar a las autoridades cuando detecten actividad terrorista, valga decir: Facebook, Twitter y YouTube, entre otras, deben reportar publicaciones como fotos, videos y actualizaciones de estado, que pudieran ser apologéticas o directamente estén vinculadas al terrorismo. La apologética, en teología y literatura, consiste en la defensa de la fe conforme a una posición o punto de vista. La palabra apologética proviene del griego απολογία (apología), que designa la posición de defensa militar contra un ataque. Los apologetas del terrorismo, son quienes desde sus posiciones defienden a los terroristas, que desde el aire aterrorizaron a la población caraqueña el martes 27 de junio de 2017, presentándolos como héroes en vez de lo que son: criminales, mercenarios de causas injustas, negativas. En el reino de España, su Código Penal recoge la apología en el catálogo de actos preparatorios y no como delito autónomo: "Es apología, a los efectos de este Código, la exposición, ante una concurrencia de personas o por cualquier medio de difusión, de ideas o doctrinas que ensalcen el crimen o enaltezcan a su autor…" (Código Penal, Art. 18.1.2°). En aplicación de la justicia, en octubre de 2017, la Guardia Civil detuvo a 5 personas en Asturias, Navarra y Barcelona por presuntamente enaltecer el terrorismo en las rrss, después de recibir denuncias de ciudadanos sobre dichos mensajes. "Gracias a esta colaboración ciudadana también ha disminuido la presencia de estos contenidos apologéticos y humillantes en la red, además de existir una mayor sensibilización y conciencia de las penas que estas publicaciones pueden conllevar", señala el cuerpo de seguridad, quien ha habilitado la cuenta: colabora@guardiacivil.es para recibir las denuncias ciudadanas.

En el caso venezolano, los apologetas del terrorismo se refugian incluso en organizaciones que tildan como defensoras de los derechos humanos, como es el caso de Provea. Esa ong’s, ante el desmantelamiento de la banda terrorista -conformada a partir del ataque del helicóptero- ha salido en defensa de la vida de sus integrantes, y reprendiendo la actuación del Estado para extinguirla. En Perú, el Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadief), cuyos integrantes: Manuel Fajardo Carvero, Alfredo Crespo Bragrayrac, Alberto Mego Márquez y Oswaldo Esquivel Caycho, están encarcelados y sometidos a juicio por defender los derechos de Abigail Guzmán, a quien el Estado peruano ha calificado de terrorista. La Fiscalía peruana, solicita 12 años de cárcel y el pago de 100 mil soles como reparación civil, por haber sacado una publicación en 2010, en que reivindicaban a Guzmán y su lucha. La frase, que señala como apologética la Fiscalía peruana y que fuera publicada por los imputados decía: "El doctor Guzmán es el más grande intelectual, filósofo y científico marxista, leninista, maoísta de nuestra época".

Los apologetas del terrorismo, tienen un líder. Uno, que mientras fue jefe del Estado colombiano practicó el terrorismo de Estado y creó los falsos positivos, como forma de exterminio de sus rivales políticos. El otrora ex narcopresidente, Álvaro Uribe Vélez, quien en defensa de su pupilo del helicóptero ha manifestado en su tuiter: "Si Óscar Pérez ha Sido asesinado por régimen de Maduro, la intervención militar en Venezuela debe ser inmediata. La pena de muerte no existe en el vecino país. 14:15 - 15 ene. 2018" Poco le importa, si ha muerto uno de sus pupilos, tan solo le sirve de excusa para propagandizar sus verdaderos objetivos de guerra contra Venezuela: la intervención militar imperialista. El señor de la guerra, añora con euforia la destrucción de Venezuela para luego ir por sus riquezas y hacerse parte del festín, recoger las pocas migajas que les deje, como aves de carroña, el imperialismo de EEUU.

"Las guerras mienten. Ninguna guerra tiene la honestidad de confesar yo mato para robar. Las guerras siempre invocan nobles motivos: matan en nombre de la paz, en nombre de la civilización, en nombre del progreso, en nombre de la democracia y por las dudas, si tanta mentira no alcanzara, ahí están los medios de comunicación dispuesto a inventar enemigos imaginarios para justificar la conversión del mundo en un gran manicomio y un inmenso matadero". Eduardo Galeano

Post-scriptum: Inicia 2018, el camarada Presidente Nicolás Maduro, anotándose su primera victoria del año…

Caracas, 17-01-2018