El reciente anuncio de la ANC de convocar elecciones presidenciales antes del 30 de abril del año en curso viene a "desmontar" el parapeto de diálogo, donde la contraparte del gobierno no hace sino ganar tiempo para reunificar fuerzas y darle lo que creen que sería la estocada final al chavismo.
Hemos visto como los representantes de la MUD participan de manera "forzosa" en unos espacios de encuentro con el gobierno a sabiendas que lo único que les interesa es derrocar a Nicolás Maduro.
Después de los hechos del 15E, donde el frente violento de la MUD recibió el revés del desmantelamiento de la banda de Oscar Pérez, la MUD ha decidido dejar los diálogos.
La dirigencia de la revolución parece haber entendido que la derecha interna el único propósito que la anima es el de acabar con el actual gobierno, por cualquier vía.
Ya oímos las declaraciones de Ramos Allup, cuestionando la legítima decisión de la ANC de convocar la elección presidencial y activando desde ya los mecanismos para en las próximas semanas iniciar la agenda electoral.
Ya aparecerá toda la derecha cuestionando el llamado a elecciones y algunos hasta se atreverán a decir "No a las elecciones presidenciales", después de haber estado durante tanto tiempo acusando al gobierno de Maduro de ser una "dictadura" que no cuenta con la aprobación de las mayorías.
Dejando de lado a los "disidentes", buena parte de los cuales votarían al mismo Ramos Allup antes que al chofer de autobús que nos gobierna, la revolución tiene claro que el candidato del chavismo no puede ser otro que Nicolás Maduro Moros.
Es Nicolás Maduro porque más allá de las equivocaciones y errores, de este primer gobierno que está por concluir, éste candidato es el único que representa los intereses del pueblo pobre y excluido. Ningún otro candidato, por filiaciones que haya tenido con Hugo Chávez, tiene el perfil de Maduro Moros.
La derecha tendrá sus candidatos, no parece imposible que terminen imponiéndole, desde fuera, un paladín de la "eficiencia y la productividad privada" como opción a los fracasados "políticos tradicionales". Ya este formato lo han aplicado exitosamente en varios países sudamericanos. Así que Ramos Allup que no se desespere mucho, porque al final el que paga la cuenta impone la música.
A prepararse para reelegir a Nicolás Maduro como candidato de la Revolución Bolivariana en su segundo período y especialmente para resistir porque los enemigos del pueblo no descansarán y aunque serán nuevamente derrotados en elecciones mantendrán y arreciarán el cerco a Venezuela. Que nadie olvide lo que ha vivido el pueblo hermano de Cuba por décadas después de enrumbarse por la senda de la Revolución.