Medios de "agitación social" cubren extremos muy deplorables en el ámbito de la la discusión política. A ciudadanos que aspiran ser personajes destacados por la mediática nacional e internacional, los hacen noticia con tal de desprestigiar mediante paroxismo declarativo de oportunidad, al gobierno al cual insisten en calificar de "dictadura". Casi humoradas, opiniones de entrevistados por radio, tv y prensa escrita, abandonados de inmediato cual preservativo de relación ocasional, logrado el clímax por minutos de fama a través de los medios.
Un diputado del Parlamento Latinoamericano señala al Fiscal Saab, pidiéndole investigar cuerpos policiales que dieron respuesta a la banda criminal del piloto Pérez, el que filmó testimonios contra la estabilidad democrática y al Jefe de Estado electo por millones de compatriotas. El diputado no hace mínima referencia a policías asesinados durante el mismo suceso, por querubines que dispararon comandados por el pitiyanqui O P, que pasó de wanted, a saint, (dicho en su preferido idioma). Respetuosamente, QEPD al nuevo San Oscar…, usado por la carroña contrarrevolucionaria que silenció sus delitos en vida, e ignoró por ramplonas, aquellas mal pronunciadas amenazas con voz mal educada y armado.
Medios de comunicación social contrarios a la revolución, referencia permanente "de penetración y formación opositora a ultranza" (agregaría, sin vergüenza alguna), no condenan a cadenas de farmacias y supermercados, ni la guerra económica, VIOLANDO DERECHOS HUMANOS DE OPOSITORES Y CHAVISTAS, al remarcar precios diariamente, desacatando leyes y decretos, disposiciones oficiales a fin de evitar la desazón alimentaria y social inducida. Aberrante cinismo de la opaca dirigencia enemiga del socialismo, medios que deforman o vidiotizan a los adversarios de la revolución bolivariana. Apelan a la infofrenia y crean peligrosas consecuencias en su comportamiento ciudadano.