"Unicef también lo advierte: cada vez hay más niños desnutridos en Venezuela" www.aporrea.org/actualidad/n320270.html
NO HAY LUGAR A DUDAS: VIVIMOS UNA PESADILLA
Como lo expresamos en el artículo anterior, en el que enunciamos el problema y adelantamos algunas consecuencias actuales (favorables y desfavorables), reconocimos que hoy vivimos una pesadilla en Venezuela, que es distinto a decir que Venezuela sea una pesadilla; aunque lo es, también, para muchos líderes y gobiernos de distintos países, empresas e instituciones internacionales, como la OEA, la ONU o MERCOSUR. Ver: www.aporrea.org/tiburon/a258472.html
CORRECCIÓN Y AJUSTE: CONSECUENCIAS POTENCIALES
En el artículo pasado (www.aporrea.org/tiburon/a258472.html), además de enunciar el problema (Venezuela vive una pesadilla) e identificar algunos de sus síntomas, nos atrevimos a esbozar unas primeras ideas sobre las consecuencias actuales (favorables y desfavorables) que genera el problema que hemos enunciado. Se nos olvidó agregar, algo muy importante: ¿Cuáles son las consecuencias potenciales que pudieran generarse en caso de que el problema (pesadilla) persista en Venezuela?
Esto nos obliga a incluir un nuevo artículo en la serie que teníamos inicialmente programada. De modo que en lugar de VI serán VII artículos que conformen el tema: "Salgamos rápido de esta pesadilla". Dicho esto, veamos algunas de las tantas consecuencias potenciales.
En forma esquemática y resumida pudiéramos pensar en:
CONSECUENCIAS POTENCIALES DESFAVORABLES
Deterioro, cada vez mayor, de la calidad de vida de gran parte de la población, especialmente, de los sectores más vulnerables. Incremento de la infelicidad social, de la pobreza y la miseria en amplios sectores de la población, especialmente, la más vulnerable. Aumento progresivo de estallidos, saqueos y conflictos sociales. Posible intervención militar extranjera. Golpe de Estado. Pérdida de elecciones presidenciales por parte del gobierno en el 2018. Mayor destrucción y paralización del aparato productivo. Incremento de los índices de desempleo. Aumento y aparición de enfermedades y deterioro de la calidad sanitaria. Bajo rendimiento académico e incremento de la deserción estudiantil. Aumento del índice de inseguridad. Ampliación y manifestaciones en todos los estratos sociales de actos de corrupción: agudizando la crisis de valores. Fuga de talentos y profesionales bien formados a países extranjeros. Galopante hiperinflación y deterioro de las variables macroeconómicas. Recesión económica. Incremento del déficit fiscal. Dificultad para satisfacer las expectativas y las necesidades básicas de la población y el cumplimiento de los programas sociales y misiones. Desintegración familiar. Deterioro por falta de mantenimiento de la infraestructura física y falta de equipamiento en distintas áreas (educativa, salud, industrial, deportiva…) Incremento de la escasez de productos alimenticios, farmaceúticos, de partes automotores,…etc.
¿Qué agregaría, complementaría o eliminaría usted estimad@ lector(a)?
CONSECUENCIAS POTENCIALES FAVORABLES
Toma de conciencia de algunos líderes y partidos políticos e incluso de un sector importante del pueblo venezolano, que no basta llegar al gobierno sino que hay que saber gobernar y por tanto hay que formarse antes de aspirar a responsabilidades de gobierno en Ciencias y Técnicas de Gobierno. Acelerada sustitución del modelo económico rentístico y monoproductor por un modelo autosostenible. Estimulación y reactivación - por necesidad, convicción u obligación - de los poderes creadores del pueblo que permitan salidas – creativas e innovadoras – a las múltiples exigencias y necesidades que genera la crisis que hoy vivimos como pesadilla (convertir el revés en victoria puede ser una de las consignas). Aprendizajes sociales y colectivos a favor de un – más sólido y sostenido – desarrollo integral del país. Contribuir con nuestro estoicismo y resistencia colectiva a acerar el carácter libertario y enfrentar con valentía la injerencia extranjera indeseable a la vez que se establecen nuevos lazos de relaciones internacionales más justas y equitativas con otros países y potencias mundiales. Contribuir – directa o indirectamente – a la caída del imperio norteamericano y del poder sionista que lo sostiene. Dar ejemplo mundial de dignidad como pueblo y mantener izadas las banderas de la independencia y la soberanía nacional. Contribuir a mantener vivas las esperanzas en la construcción del socialismo. Elevar los niveles de conciencia y compromiso patriótico de un mayor número de pobladores. Incremento de la inventiva y el ingenio nacional. Toma de conciencia del valor material de los recursos disponibles y del valor espiritual y emocional de la integración familiar, del trabajo en equipo y de la conexión con Dios, entre tantas otras consecuencias.
¿Qué agregaría, complementaría o eliminaría usted estimad@ lector(a)?
NOTA: Algunas de estas consecuencias ya se están manifestando y no todas estas consecuencias se producirán. Son enunciados de algunas posibilidades. Es una especie de torbellino de ideas. Ellas pudieran nunca darse o, tal vez, se complementen o integren. Y, por supuesto, hay consecuencias que son inimaginables y que pudieran ocurrir, como especie de sorpresas, favorables o desfavorables, aunque ellas, como sabemos, dependen del actor o fuerza social que las percibe e identifica. Todo es situacional: lo que es una consecuencia desfavorable para un actor, puede ser favorable para otro. Algunas de estas consecuencias, aunque las vemos como potenciales en el mediano y largo plazo, pudieran estarse manifestando ya, en el corto plazo.
VIVIMOS UN INEVITABLE INTERCAMBIO DE PROBLEMAS
Como puede observarse y como lo hemos indicado antes – en otras oportunidades – problemas como este, no sólo pueden disolverse, solucionarse o resolverse, sino que ellos son "intercambiados" – vamos a decirlo de este modo – en el "mercado de la realidad", por otros problemas de naturaleza distinta o, de la misma naturaleza sólo que, de magnitud distinta al que pretendemos enfrentar. ¿Me explico?
De modo que enfrentar esta crisis, o pesadilla, que hoy vivimos en Venezuela, producto de muy diversos factores (históricos, tendenciales, externos e internos) nos lleva inevitablemente a la creación o agudización de problemas pre-existentes. En resumen: hemos intercambiado problemas políticos por problemas económicos, así como hemos intercambiado problemas de naturaleza económica por problemas de naturaleza social y viceversa..
Es como si dijéramos: enfrentar (disolver, solucionar o resolver) esta pesadilla tiene su costo (económico, político, social, ambiental…) ¿Estamos dispuesto a pagarlo? ¿Lo estamos pagando caro? De modo que no todo será "malo" al despertar de esta pesadilla. Incluso para quienes se oponen al proyecto socialista, al proceso o, sencillamente, a quienes lo conducen. Estamos obligad@s a sacar lecciones positivas de este traspié histórico que ha tenido nuestro país y que ha tenido y tiene un costo muy alto para much@s de nosotr@s.
Recomendamos, de ser posible, la lectura de estos dos artículos:
¿Por qué no se cumplen los planes ni se resuelven los problemas?
https://www.aporrea.org/actualidad/a144321.html ( I)
https://www.aporrea.org/actualidad/a145401.html (II) 20/06/2012
PARA FINALIZAR:
No hay lugar a dudas que mantenernos en el poder o en el gobierno, ha tenido un costo económico y social muy grande ¿Por qué? Porque, como veremos en próximos artículos y lo hemos venido diciendo desde hace muchos años, muchas cosas no las hemos sabido hacer ¿Por qué? Porque no estábamos preparados para gobernar situaciones complejas, dinámicas, cambiantes, plenas de incertidumbre y de poder compartido. Nuestra baja capacidad de gobierno ha puesto un techo o un límite a la calidad de la gestión.
¿Hemos hecho cosas buenas y favorables para el pueblo? ¡Si!
¿Lo pudimos haber hecho mucho mejor? Por supuesto que ¡Si!
¿Podemos corregir y enderezar entuertos? No es fácil hacerlo. Ya es un poco tarde ¿Habrá tiempo?
¿Por qué hemos fallado tanto?
Sugerimos leer algunos de los libros de Carlos Matus que hablan de las razones por las cuales los gobiernos fallan. Entre otros, sugerimos leer: "Adiós, Señor Presidente" y "El líder sin estado mayor", de este último voy a terminar este artículo citando una de sus afirmaciones que son una bofetada a los políticos sin formación:
"Gobernar es un problema de complejidad creciente. Y lo es aún más gobernar en democracia…La complejidad del sistema social continúa creciendo en contraste con el estancamiento de los métodos de gobierno (…) El drama más grave en nuestra época se refiere a la brecha entre nuestra capacidad para gobernar los sistemas sociales y la complejidad creciente que éstos ofrecen para ser conducidos hacia objetivos asumidos democráticamente"
Quienes gobiernan, que son la cabeza visible del cuerpo social, no valoran la necesidad de formarse antes y menos durante su gestión de gobierno. Su soberbia, prepotencia y su ego inflado no le permiten tener la humildad de reconocer que llegaron al gobierno sin saber gobernar. No me lo han contado, lo he vivido. Una y mil veces. Aún ando por el Táchira y por el Zulia, tratando de convencer y como me cuesta convencer, incluso a gente amiga. He tirado la toalla, muchas veces y el dolor de ver a Venezuela como está me ha hecho recogerla para ver si algún día se toma conciencia y se actúa.