Esa concepción politiquera es la consigna solapada de quienes dicen buscar "el regreso de la democracia en Venezuela", y a tal efecto viajan como dirigentes adversarios de la revolución socialista, para vender desfachatadamente la soberanía patria, mentir acerca de la vida diaria en su país natal, y algunos "lanzarse a candidatos presidenciales". Más allá del cinismo, les encanta por obsesión, practicar el caradurismo. ¿Cómo va a ser UN APAGON PROVOCADO POR SABOTEO TERRORISTA "reflejo de un país en crisis"?
Gracias a DIOS, que es revolucionario, gracias también al CAMARADA PAPA FRANCISCO. Desde la llegada de Chávez y luego con el primer hijo chavista electo a la Presidencia de la República el dirigente obrero Nicolás Maduro Moros, la mayoría del colectivo nacional, a pesar de la guerra económica criminal tiene un crecimiento de conciencia como pueblo. Son inútiles los intentos violentos y sin argumentos convincentes, por dirigentes opositores enloquecidos y entreguistas de nuestra soberanía territorial y moral.
Las encuestas son elocuentes, la derrota de la contrarrevolución es obvia pese a contar con apoyo comunicacional de medios de televisivos, prensa escrita y emisoras de radio, que no condenan las guarimbas terroristas del 2017, ni los desmanes homicidas, quemas, destrucción y asesinatos por razones políticas. El colectivo nacional inteligentemente se niega a regresar a la etapa de la disimulocracia representativa torturadora, que cometió hasta 1999 masacres de opositores durante desgobiernos adecopeyanos pitiyanquis, censuradores y criminales.
