Conociendo la actitud de "venezolanos" dirigentes de la oposición, dentro y fuera del país, no extrañe la conducta de Julio Borges que no mira de frente, siempre ensimismado en el celular y cuando habla no parece "un dirigente". Mayor pavor me produjo oír al Presidente de República Dominicana, Danilo Medina, explicar la actitud de Borges, pues el Jefe de Estado de la nación quisqueyana dijo que el diálogo entre gobierno y oposición "entró en una especie de receso indefinido, debido a que no lograron llegar a un acuerdo definitivo". Con cara de asombro el Presidente Medina expresó que "la oposición no entendió, estaba obligada a firmar y pidió tiempo mientras la delegación oficial llegó al encuentro con intención de firmar el documento". Hizo referencia a comicios presidenciales y explicó que la dirigencia opositora propuso un acuerdo de que fueran el 22 de abril, lo que no pudo concretarse al no firmar el acuerdo final".
Con aspecto de quien le molesta la gente sin palabra de hombre o de mujer, (en los opositores no hay representante femenina), el Presidente dominicano Medina acotó que sostuvo un acta con "los avances de las partes". Finalmente el Jefe de Estado de la República Dominicana indicó que el presidente Nicolás Maduro, reiteró el deseo de seguir dialogando, pues ha dicho que todos los acuerdos contenidos en el documento, va a aplicarlos aún sin la firma de la oposición. Lo más infeliz es la irresponsabilidad de Borges and company, obedeciendo una orden yanqui desde Bogotá para no firmar. El mandatario dominicano Medina, había indicado un día antes que las conversaciones serían reanudadas el 8 de Febrero, a fin de recibir observaciones de la oposición al documento final. La vergüenza de gentilicio es por los pitiyanquis, viven de querer salir violentamente del gobierno, pese a ser nativos de esta patria de seres dignos, cultos y firmes en la palabra empeñada.
