La frase es “pancadas de ahogado”, hay quienes dicen “patadas de ahogado…” y creen dar ejemplo elegante cuando alguien está en los minutos previos a la muerte, acudiendo a fraseología símil, para lucirse. Probablemente la explicación la desconoce el “dirigente” J G, que no merece revelar su nombre y apellido, basta con definir sus palabras plenas de mala fe contra Venezuela, comportamiento de la derecha fascista, gente nunca digna de confianza.
Dando “pancadas”, bravito por las elecciones programadas para el 22 de Abril, raspados en la recolección firmas de reparación para el CNE, J G afirmó a la prensa, -por lo tanto es hecho comunicacional público y notorio-, pronunciando arcadas de regurgitación argumentativa. Fue claro en las razones que promueve su partido al no reconocer la Asamblea Nacional Constituyente. “Nos negamos a las elecciones presidenciales, para que no le den préstamos a Venezuela, lo que no solamente redunda en que no van a poder seguir robando dinero…, sino también en la mala calidad de vida del venezolano, por mayor presión a este régimen…”.
Lo declaró tal cual a CNN, JG, uno de esos diputados opositores que se babean ante Washington, horas después de reunirse con Luis Almagro, Secretario General de la OEA. Contradice esta versión a las que dan como único culpable de la crisis a Nicolás Maduro, admitiendo la contrarrevolución que desea dar a entender el empeoramiento de la calidad de vida del venezolano, por obra y gracia de sus diligencias en muchos países, solicitándoles que nieguen créditos a Venezuela. Desean fomentar protestas callejeras terroristas para salir de Nicolás Maduro, y lo afirman tajantemente, muy demócratas e inteligentes, aunque exclusivamente para cometer torpezas y maldades.
