"CHINA no interfiere en asuntos internos de otras naciones, CHINA continuará cooperando con una Venezuela estable, que beneficia los intereses de todas las partes". Tremenda respuesta de un vocero de la Cancillería china, a las pretensiones imperialistas descaradas del gobierno de Donald Trump, queriendo tutelar la democracia socialista nuestra, surgida desde la llegada de Hugo Chávez a Miraflores, hace 19 años, cumplidos el 2 de Febrero 2018.
Los protagonistas de este episodio son funcionarios, y no los Cancilleres chino y estadounidense, sin embargo se trata de incidencias relacionadas con ataques y defensa a la nación cuna del antiimperialista americano más relevante en la historia, Simón Bolívar, cuyo pensamiento en este Siglo XXI, revive con fuerza continental y extra continental, haciendo de nuestro sistema político la revolución socialista bolivariana, una referencia mundial.
Lamentable que en esta progresista tierra de gracia hay quienes creen el "cuento estadounidense", y hablan de "cuento chino" para descalificar nuestra relación soberana con el país asiático, sin percatarse que el peor "cuentazo" es el de la democracia representativa dictatorial, capitalista salvaje, que nos vendía aviones y condicionaba la compra de repuestos, exigiéndonos votar por USA cual esclavos, en organismos internacionales. La relación China-Venezuela incluye repuestos y tecnología, respetan el derecho de cada nación. Es la diferencia entre el socialismo humanista que cita el Papa Francisco, y el mercantilismo neo colonialista homicida.
