Primer escenario: En virtud de la prefabricación de las presidenciales a la medida más exacta posible a los intereses del gobierno, la oposición decide no asistir. Este escenario depararía al gobierno el triunfo de Maduro, sin embargo, como ya es vox populi, dicho advenimiento no sería reconocido por la las organizaciones ni países más influyentes del planeta, al contrario, acarreará más sanciones al gobierno, su aislamiento definitivo, traducible en dramáticas consecuencias que sufrirá el pueblo; la escasez, inflación y la caotización del espectro publico/privado de hoy serán apenas la antesala a lo que vendrá.
Segundo escenario: A pesar de las desproporcionadas condiciones en su contra, la oposición decide participar, Maduro amparado en el andamiaje de desinstitucionalización y el uso discrecional de los recursos públicos a su favor gana. Como lo ha advertido incesantemente, la comunidad internacional no reconocerá este resultado ilegítimo, las consecuencias tampoco se harán esperar, las sanciones económicas y financieras afectarán igual que en el primer escenario a la población del país, Venezuela será aislada del contexto mundial.
Tercer escenario: Menos probable, la oposición decide ir al ruedo electoral, la participación masiva de los venezolanos y la presión internacional imposibilitan el fraude, alzándose con la victoria. Ahora bien, el nuevo presidente no podrá asumir hasta enero o abril 2019 (según decida la ANC). Del mismo modo, al nuevo primer mandatario le será exigido juramentarse ante la "constituyente" o no será reconocido por las instituciones que deberían ser del Estado y hoy son del Psuv, sí no lo hace no podrá ser proclamado. En caso de ser envestido quedará supeditado a los designios de la ANC, en todo ese largo trayecto seguramente le serán despojadas funciones y facultades ¿De qué valdría un presidente en este contexto? De nada.
Tal como se aprecia, en los actuales momentos en Venezuela no existen condiciones institucionales, mucho menos electorales, para que la voluntad del pueblo sea respetada. El sistema político imperante ha sido confeccionado por y para el gobierno, es por ello que desde 2016 se omiten o se realizan elecciones a conveniencia única del Psuv y sus candidatos.
Estamos 100% dados a la premisa que la salida a la peor coyuntura histórica de la nación es electoral, sin embargo, la "constituyente", las regionales, municipales y ahora las presidenciales no cumplen con los criterios esenciales para ser considerados procesos electorales democráticos, son meros actos gubernamentales. Para que existan procesos electorales debe reinar la institucionalidad que garantice la equidad entre los candidatos, el respeto a los votos, la supremacía de la ley… elementos totalmente ausentes hoy.
Es por ello que sin importar cuales sean, los resultados de estos procesos serán siempre los mismos, el ilegal e ilegitimo fortalecimiento de la élite roja (con su entorno) y el empeoramiento progresivo (cada vez más a prisa) del pueblo.
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