El país se encuentra en una profunda coyuntura de febledad social y confusión política, como producto de que el poder, ha sido asaltado por piaras cuyo discurso está inundado por repetidos capítulos fementidos.
El Consejo Nacional "Electoral" (CNE) por orden de la ilegítima e ilegal "constituyente", en voz de Diosdado Cabello y ratificado su "pedido" por Nicolás Maduro, no sólo con darle un golpe de Estado a lo poco que nos queda de institucionalidad, al derogar de facto la Constitución de 1999, cuando se intenta disolver la Asamblea Nacional que fue electa para el período 2016 – 2021, sino concretar unas complejas elecciones, las cuales en la praxis resultarían un auténtico fiasco sobre el derecho a elegir y ser elegido.
En tal sentido, el madurismo a través de la "constituyente" y el CNE demuestra que cualquier "institución" oficialista es peor que otra. O sea, si en algo tienen suficiente fortaleza, la misma está en la asociación intérlope en que han convertido a la República, la cual se la han repartido, tal y como distribuyen sus excrementos biológicos en las letrinas en las cuales depositan lo más fétido de sus pensamientos, generados por sus viles acciones desde el poder.
El madurismo ha fazferido a toda una nación. La patria de Bolívar ha sido condenada al ostracismo. No hay espacio, ni rincón del país en donde las necesidades sociales no se hayan multiplicado. La hiperinflación ha destruido el salario y los ingresos de cualquier ciudadano en general. No es posible alimentarse de manera balanceada. Es más, millones de venezolanos entre niños, adultos y ancianos, ni siquiera pueden comer, lo cual los obliga a buscar desechos en el medio de la basura, lo cual obnubila hasta la racionalidad de algunos seres que subyugados por el hambre son llevados al matadero electoral.
La misantropía que se origina desde el madurismo la comprobamos cuando no existe respuesta ante las demandas de niños y niñas, cuya vida corre peligro porque se les viola el derecho a la salud y la vida. Hay que ver los rostros avinagrados de los funcionarios maduristas para ser testigos de un repetido discurso de "sabotaje" o "terrorismo" cuando casi todo un país se queda sin luz, o el servicio del Metro de Caracas queda paralizado. Incluso es irónico escuchar el robo de un millón de cajas o bolsas de alimentos, para justificar la ineficiencia en la distribución de un "programa social", por boca del propio Nicolás Maduro quien se hace llamar el presidente del "pueblo" y los pobres ¡Tamaña contradicción!
Como el madurismo es toda una estructura de mediocres, tienen en diversos medios y portales a una serie de criticastros quienes declaran o "escriben" cualquier cantidad de barbaridades para intentar convencernos que "es el mejor gobierno del mundo", como por ejemplo, que es mentira que haya millones y millones de compatriotas que emigran del país porque todos vivimos en máxima eudaimonía en Venezuela.
El país hundido en la miseria y la podredumbre ha sido envenenado por una clase de heresiarca política. Y aunque saben que en la praxis, no superan los seis millones de "fieles"¹, muchos de ellos coaccionados por sus necesidades básicas de sobrevivencia, el madurismo intenta seguir avanzando en la implantación de su régimen neototalitario pensando que nunca se le va a hundir el bajel.
Por supuesto, ya saldrán los tartufistas a decir que este gobierno ampara a los más necesitados otorgando "bonos de protección", cuyo dinero "depositado" en un mal llamado "carnet de la patria" resulta una burla para ese pueblo al cual dicen "ayudar". En consecuencia, preguntamos a los autores intelectuales de tal "política social": ¿Qué puede comprar una familia de dos integrantes con los actuales Bs. 320.000? O en el mejor de los casos ¿Qué podrían adquirir otras familias pero conformadas por 10 integrantes con el monto asignado para esta fecha de Bs. 1.680.000?². En el primer caso, apenas si podría llevar para su casa, algo así como medio kilo de queso. Mientras que en el segundo caso, a lo sumo, se podría obtener un kilo de carne (100 gramos para cada uno), otro kilo de queso (igual cantidad de 100 gramos para cada integrante) y un cartón de huevos (tres unidades para cada persona) ¿Quién(es) se atreve(n) a enfestar nuestras palabras ante lo que resulta una completa humillación para un pueblo lleno de calamidades?
Si el madurismo realmente quisiera proteger al pueblo en el medio de lo que ellos aluden como una "guerra económica", otorgaría a unos 10 millones de venezolanos, mayores de 18 años, un bono único de 25 dólares mensuales, el cual pudiera ser cambiado en bolívares o pagado en los comercios respectivos bajo una ley especial de carácter transitorio ante la insuficiencia de moneda nacional, con una tasa libre establecida por la relación de la oferta y la demanda.
O sea, el gobierno otorgaría el equivalente de 250 millones de dólares al mes beneficiando a la mayoría de la población, y eso, además que no sería dinero inorgánico causante de presiones (hiper)inflacionarias, también ayudaría, al existir mayor número de divisas en el mercado, a bajar esas expectativas inflacionarias, y hasta ver una importante disminución en los precios actuales. ¡Pero no! No lo hace porque los pocos dólares que nos ingresan por concepto de renta petrolera están destinados para la corrupción, es decir, para ellos, y pagar nuestro dinero, generado por la riqueza que nos pertenece, a los más ricos capitalistas de Wall Street. Y todavía dicen que "el petróleo es nuestro". ¡Hipócritas!
Lo más evidente de esto es que aun viendo la tristeza y lágrimas de una nación, todavía existen politiqueros y algunos tarifados quienes con amorfas, vacuas y anodinas palabras, pretenden erigirse como los salvadores de la patria.
Con el madurismo en el poder, Venezuela se acerca hacia la más triste y lamentable página de nuestra historia, peor que la vivida en tiempos de esclavitud. En síntesis, el neototalitarismo nos lleva hasta un desenlace sangriento cuya única salida al parecer será la muerte de muchos venezolanos y la destrucción total del país. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.