Los bachaqueros asimilados a cajeros independientes

He aquí algunos datos trillados que la Administración pudiera tomar en consideración:

Ya pasó el tiempo durante el cual los comerciantes que manejaban cierto volumen de circulante depositaban en su banco de confianza sus excedentes dinerarios-más allá de sus cajas chicas.

Este ya no es el caso: basta un ligero sondeo por centros comerciales, las terminales de pasajeros, los mercados libres y afines, para observar que la mayoría de los comerciantes ambulantes y fijos, los colectores de transporte público, etc., cargan sus buenos fajos de billetes de todas las denominaciones y colores.

Ese billetaje sólo circula entre ellos mismos y sus clientes cotidianos, y evade los bancos hasta que se les desgasten por sus rotaciones varias.

He ahí una fuerte excusa para la iliquidez bancaria que anteriormente daba pie de inmediato para su intervención de parte del BCV o de Sudeban.

Además, se podría sumar los posibles manejos extraordinarios al margen de los protocolos crediticios convencionales, todo lo cual explica por qué la banca está privada para entregarle a sus cuentahabientes la cantidad ilimitada y legal que ellos así se lo soliciten.

Súmese, además, que desde hace años otra buena parte del billete nacional emigró extramuros.

Una economía sin circulante suficiente en calidad y cantidad de hecho se tranca. Sin embargo, notamos una casi absoluta correspondencia entre el poder nominal de los billetes en circulación y su poder adquisitivo real, ante tamaña inflación que experimentamos de hoy para mañana, inclusive

Por ejemplo, hasta los años 60, siglo pasado inmediato, los billetes de Bs. 500 casi no circulaban; los de 100 lo hacían todavía con bajas rotaciones, y las monedas de metal, plata o nickel, funcionaban con altas rotaciones, tantas que terminaban "alisándose".

La idea de una amputación de 2 dígitos a todos los precios y, por supuesto, a las monedas y billetes-con los ajustes ponderados de cada caso-sería una solución perentoria mientras el Petro termina ganándose la confianza que necesita en su convalidadora praxis.

Por cierto, mientras la moneda de oro o plata se devalúan porque baja el valor de esos metales, y viceversa, ¿qué ocurre cuando la moneda es fiduciaria a secas? Trataremos este tema más adelante.



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Manuel C. Martínez


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