"Una cosa es el error y otra cosa es el engaño: nosotros bien podemos equivocarnos, pero mal podemos engañarnos".
Hugo Rafael Chávez Frías (Aló Presidente N. 243, enero de 2006)
Nuevamente tocamos el tema sobre el cual hemos insistido en varias oportunidades - hasta el cansancio - no sólo porque nos toca directamente sino porque es una situación que afecta a más de 26 mil miembros de un colectivo de la industria petrolera y petroquímica nacional y también a un sinnúmero de trabajadores petroleros activos, quienes pasarán a engrosar las filas de los jubilados en los próximos años.
No resulta indiferente para una población de la tercera edad, agrupada en la Asociación de Jubilados de la Industria Petrolera y Petroquímica, AJIP, tener que casi suplicar a las autoridades de la principal industria del país y por ende al Estado venezolano, para que sean escuchadas nuestras peticiones las cuales han trascendido a la opinión pública nacional porque afectan directamente a un grupo de ex trabajadores, quienes hemos venido exigiendo a las autoridades de la industria petrolera ser atendidos y en este caso, para exigir justicia laboral.
La historia del maltrato a los jubilados petroleros no es nueva. La misma se remonta a las trasnacionales petroleras por lo que no sólo podríamos atribuirla a la IV o a la V República - discurso que ya suena ridículo - sino más bien trasciende a una conducta de cómplices, quienes lamentablemente en tiempos de Revolución, se han hecho los locos no sólo para robar y saquear los dineros del Estado sino hasta los propios ahorros de los trabajadores y de los futuros jubilados, tal como ocurrió con el Fondo de Pensiones de los jubilados de Pdvsa.
En días recientes el conocido periodista y político José Vicente Rangel en su programa de TV "José Vicente Hoy" (los confidenciales) se refirió al caso de los jubilados de Pdvsa y al desfalcó o usurpación conocido como el caso "Illaramendi" en los Estados Unidos, personaje quien siendo agente financiero del ex ministro Rafael Ramírez Carreño trató descaradamente de burlar las leyes estadounidenses, con el manejo de más de 500 millones de dólares, perteneciente una parte a los jubilados de la industria petrolera y petroquímica nacional; caso que nunca fue aclarado y que sigue pendiente por la justicia (debería conocer el Fiscal General), con un expediente abierto en los tribunales norteamericanos (La Iguana Tv; 25-03-2018).
Pero volviendo a nuestro país, ha transcurrido el tiempo y con los cambios ocurridos y la detención de altos ejecutivos de Pdvsa por hechos de corrupción en la principal industria del país y actualmente en manos del Fiscal General de la República Tareck William Saab, se espera en el colectivo de jubilados que el caso del "Fondo sin fondo" por fin encuentre un cauce legal y se brinde una respuesta efectiva por parte de la justicia para quienes utilizaron los recursos y cambiaron los estatutos.
El hecho se consumó en un descarado madrugonazo donde estuvieron involucrados - quizá como socios involuntarios o por apego a la disciplina petrolera - ejecutivos de la industria como ex presidentes de Pdvsa: Rafael Ramírez y Eulogio Delpino; el actual presidente de Citgo, Asdrúbal Chávez y el dirigente y líder sindical Wills Rangel, quienes firmaron el cambio de los estatutos (art. 33) del Fondo de Pensiones de los jubilados de Pdvsa y Pequiven.
En los últimos días, luego de largas discusiones y reuniones entre los directivos de Ajip y los nuevos miembros de la Junta Directiva de Pdvsa, encabezada por el Mayor General Manuel Quevedo y sus representantes de RRHH, se habían acordado algunos puntos relacionados con el pago de intereses del Fondo de Pensiones, la homologación y una justa pensión (esperamos se concreten en el CCP).
Los puntos han venido siendo retrasados porque siempre hay un pero. En relación al Fondo de Pensiones del colectivo de jubilados se decidió una auditoria externa que – supuestamente – terminaría el pasado 20 de febrero pero hasta la fecha tal auditoria no ha concluido.
Los jubilados agrupados en Ajip no hemos recibido respuesta oficial de Pdvsa sobre el porqué no se ha concluido la citada auditoría y en la cual además, no tiene ninguna participación la asociación de los jubilados.
El colectivo de jubilados ha querido indagar al respecto y en las áreas operacionales de la industria en todo el país (Oriente, Centro y Occidente) ya han comenzado las protestas en los portones por los afectados, personas mayores y de la tercera edad (60,70 y 80 años) a quienes – presuntamente – como se denunció en el Zulia, fueron detenidos algunos por funcionarios de la GNB, cosa que de ser confirmada y cierta, sería un atropello que debe ser denunciado a los más altos niveles del Gobierno y al Presidente Nicolás Maduro.
Mientras los ánimos se caldean y los ex trabajadores de la industria petrolera y petroquímica perdemos la paciencia, la cual ha sido sometida a una dura prueba en estos tiempos de guerra económica e hiperinflación, esperamos se haga justicia laboral en Pdvsa.
No podemos seguir esperando y muchos menos ahora, en tiempos de Semana Santa, donde comienza a escasear el pescado, para que tengamos los jubilados de la industria petrolera y petroquímica que vivir un nuevo viacrucis y de limosnas, por culpa de quienes se dan la dulce vida y se han marchado del país a disfrutar los haberes e intereses del Fondo de Pensiones del colectivo de jubilados agrupados en Ajip.
¡No! a los jubilados de primera y de segunda en la industria petrolera nacional, queremos una justa pensión y el pago inmediato de todos los aumentos presidenciales, así como todos los intereses generados por el Fondo de Pensiones de Pdvsa desde el 2013 hasta la hasta fecha…¡Ya basta!
¡Amanecerá y veremos!