El hambre, el desabastecimiento y la pobreza, unen al 89% de los venezolanos. Es necesario darle contenido a esa unidad y no puede ser con tácticas inmediatistas, como las candidaturas personalistas: Falcón, Visconti, etc. Por cuanto esas candidaturas fraccionan, destrozan la unidad nacional, que surge y se fortalece, como consecuencia de las políticas antipopulares del gobierno. Esa unidad real, debe ser fortalecida con una consigna que sea asimilable por las mayorías nacionales defraudadas, tanto por el gobierno, como, por la incapacidad de la oposición para derrotarlo, con todo y tener todo a su favor para hacerlo, tanto en el ámbito nacional, como, por el gran respaldo de la Comunidad Internacional.
La consigna para mantener y fortalecer la unidad - de más fácil comprensión y práctica para la mayoría - es ¡LA ABSTENCIÓN! que ya obtuvo su primera victoria, al obligar al gobierno a ceder en su empeño inamovible, de realizar las elecciones presidenciales el 22 de abril. Ello constituye el innegable triunfo de la ¡ABSTENCIÓN!
Si la MUD no lanza la consigna abstencionista, el gobierno mantendría su fecha del 22 de abril. Pero, se sintió acorralado y enfrentado a la masiva opinión nacional de repudio, así como, de la Comunidad Internacional. Ese triunfo se habría fortalecido si no aparecen los candidatos esquiroles y renegados que rompen con la UNIDAD, no de la MUD, sino, de la mayoría que ahora, será fraccionada, al crearse los grupúsculos que apoyen cada candidatura.
La unidad en torno a la consigna abstencionista, tiene ahora, mayor fuerza, por cuanto aísla aún más al gobierno, así como a los pichones con ínfulas presidencialistas, sin méritos para ello.
Por el lamentable hecho de no haber surgido un candidato de la UNIDAD, fruto del consenso de los partidos que conforman la MUD y otras organizaciones nacionales, se impone la consiga de la ¡ABSTENCIÓN! para, desde ya, deslegitimar al candidato que triunfe en las elecciones amañadas que vendrán. "Elecciones autistas – las califica Heinz Dieterich - porque sólo corruptos, pendejos y dependientes, participarán"
¿Podrá el candidato "ganador" gobernar con el repudio de las mayorías nacionales abstencionistas y con el desconocimiento de la Comunidad Internacional, que ha dicho, "no reconocerá el presidente surgido de esas elecciones amañadas",y que ahora el gobierno, al sentir el repudio unánime, pretende disfrazar de libres?
¿De cuál libertad electoral habla el gobierno con partidos políticos inhabilitados, con presos políticos, con ciudadanos inhabilitados para ejercer sus derechos políticos y con cientos y miles de compatriotas que migran porque les han arrebatado sus derechos, no al bienestar, peor aún, a la sobrevivencia?
La abstención es la consigna de más fácil comprensión para las mayorías nacionales, unificadas por las políticas antipopulares del gobierno: hambre, desabastecimiento, pobreza, migraciones. Esa unidad necesita un instrumento de lucha. Dadas las circunstancias actuales ¿Hay otro que no sea ¡LA ABSTENCIÓN!? Me gustaría saber cuál es.
La abstención es la tendencia política de mayor raigambre entre las mayorías nacionales y de mayor tradición. Revisemos algunas cifras:
En primer lugar, está el 25% a 30% de abstención registrado en los últimos eventos electorales, que iguala a la votación de las tendencias políticas más votadas. El 30% de 20 millones 400 mil electores – según el último censo electoral del CNE - son 6 millones 120 mil abstencionistas.
En segundo lugar, está el abstencionismo de los cientos y miles de compatriotas migrantes que, con toda seguridad, la mayoría están inscritos como electores.
En tercer lugar, están los cientos de miles que acatan el llamamiento a la abstención hecho por la MUD y ya obtuvo su primera victoria al obligar al gobierno a reconsiderar su inamovible 22 de abril como fecha de la elección presidencial: "Llueve, truene o relampagueé" dijo Maduro; y lo ratifico la Santísima Trinidad: Jorge Rodríguez, superministro/Padre; Jorge Rodríguez, supergobernador/Hijo; y Delcy Rodríguez, superpresidenta/ Espíritu Santo. Ya hay la Trinidad Todopoderosa, ya hay candidatos confesionales (Falcón, Visconti y Bertucci el evangélico). El paso siguiente es instaurar el Estado Teocrático que liquide de una vez por todas el Estado Laico. ¡Es el legado de Chávez! quien, con su santería y creencia en brujas, retrocedió el país a la Edad Media.
En cuarto lugar, están los cientos de simpatizantes del chavismo víctimas también de las políticas antipopulares del gobierno. ¡Nadie va a votar por el hambre! A menos que sea "corrupto, pendejo y dependiente." En la situación actual, sólo la abstención fortalece la unidad, contra las políticas del gobierno. Consolidar la abstención es fortalecer la unidad. Las candidaturas de los esquiroles y renegados, crean grupúsculos de seguidores. La unidad de ahora es la base para las batallas por venir. Con la elección presidencial no termina la lucha de recuperación nacional. Es tan sólo la batalla que sirve para probar y fortalecer la unidad. Nada importa quien gane la presidencia. Lo importante es la unidad para la continuidad de la lucha.