La respuesta a esta pregunta, está al alcance de todos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, libro del cual decía el Comandante Chávez, era como el Popol Vuh. Efectivamente usted lee, y relee esta Carta y nota que está transversalizada, en todas las direcciones con la presencia ciudadana en cuanto a su corresponsabilidad, protagonismo y participación, con derechos pero también deberes, y que es efectivamente un instrumento que recoge las aspiraciones, deseos y esperanzas de la comunidad nacional (En reunión) sin discriminación étnica, política, cultural, económica, lingüística y territorial.
En el periodo 1958-1998 que conocemos como el Punto Fijismo, las Fuerzas Armadas venezolanas vivieron una situación de la cual no nos sentimos orgullosos un sector importante de venezolanos. Esta Institución, como todas ellas en América Latina, atendía a los intereses de la Guerra Fría, liderada en nuestro hemisferio y el mundo occidental por los Estados Unidos de Norteamérica.
El anticomunismo era la ideología política a imponer, incorporando en el "paquete" la persecución y destrucción de los grupos y personalidades que defendieran en general ideas democráticas y progresistas. A tales efectos a la Institución armada le asignaron tareas poco honorables pero teóricamente sustentadas en la supuesta defensa de la "Democracia", La" Libertad", "El Mundo Libre", "Los Valores de Occidente" Etc. Eso explica la organización de fuerzas cazadoras de guerrilleros, la creación de los centros de tortura, desaparición y muerte expresados en los Teatros de Operaciones (TO) y la instalación de cárceles militares para los subversivos.
Esta utilización de nuestra gente de uniforme, tuvo una alta expresión bárbara y genocida, cuando el gobierno y su alto mando militar a finales de febrero y comienzos de marzo de 1989, llevaron fuertes contingentes de soldados del interior de la república para que ametrallasen inmisericordemente a la población de nuestros barrios en Caracas, misión que no pudo concluir la Policía Metropolitana y otros cuerpos de seguridad.
Pero ha habido destellos luminosos, los venezolanos afortunadamente tenemos una larga historia, de reflexión, de ideas libertarias, de luchas, y no fue casualidad que el comandante Chávez, bajara del frio pedestal, y sacara de las empolvadas bibliotecas y de la tierra que pide labranza, a Bolívar Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, invitándoles a caminar de nuevo junto a este pueblo. Pues si, en aquella estructura armada, también hubo destellos luminosos, de búsquedas democráticas y progresistas expresadas en las insurrecciones de Carúpano y Puerto Cabello, así como la heroica incorporación de varios oficiales a las guerrillas urbanas y rurales(FALN) agregándose a ello, la rebelión del 4 de febrero del 92.
En la década del 80, Adolfo Pérez Esquivel, pintor y escultor, argentino anduvo de gira por Latinoamérica, ostentaba el Premio Nobel de la Paz, y por esas cosas, de las sociedades humanas, de la historia, la política, las contradicciones, los avances democráticos, y la vida misma, a alguien se le ocurrió que este MILITANTE SOCIAl, pudiese dictar una conferencia en la Academia Militar de Venezuela; aquello fue un verdadero acontecimiento, pues se trataba de los "DERECHOS HUMANOS", figura cruelmente maltratada y vapuleada, por los gobiernos y sus fuerzas armadas en Latinoamérica, incluyendo nuestro país.
La conferencia de Esquivel, en la Academia se hizo bajo fuertes expectativas, conversaciones, consultas, se trataba de decidir la participación O no de los cadetes en dicho evento; mientras tanto profesores y alumnos permanecíamos en las aulas de clases esperando la decisión superior. Alguien autorizó y enseguida fuimos al Aula Magna.
Los cadetes de aquel entonces, hoy altos oficiales de la Fuerza Armada, seguramente recordarán esa singular actividad, que fue un triunfo de la sensatez, en una década de profunda crisis, cuando al decir del Presidente Luis Herrera Campins, recibía un país hipotecado y pasa a devaluar la moneda,(Viernes Negro) luego Lusinchi, confiesa que fue engañado por la banca y, el "gocho para el 88", se presenta como la salvación saltando charcos y caminando con mucha energía vestido con elegantes chaquetas sport a CUADROS como premonición a la vida de "cuadritos" a la que nos sometería a los venezolanos.
Fueron años de incomodidad y murmuraciones abiertas de los cadetes en el aula, por las dudas sobre su futuro, se comentaba que muchas veces los soldados sin ton ni son eran enviados a sus casas para aliviar el costo de su manutención en los cuarteles, también eran los tiempos en que la Misión Militar norteamericana tenía su santuario en fuerte Tiuna.
Eran los tiempos también del gran gurú de la economía Neo-liberal Milton Friedman y sus alumnos de la Escuela de Chicago, de donde salían cual oráculos a llevar la buena nueva a nuestros países. Carlos Andrés Pérez, una vez instalado y coronado en el Teresa Carreño, aplica sin ver para atrás, a una sociedad exhausta el "paquete del Fondo Monetario", dando lugar a la hecatombe del "Caracazo".
La historia de las instituciones nacionales útiles y fundamentales debemos conocerlas para ayudarlas, protegerlas y fortalecerlas, particularmente la institución armada a quien le corresponde un papel importante en la defensa de la patria, finalidad de la cual somos todos los venezolanos corresponsables en cualquier lugar donde estemos; ya hemos dicho que la responsabilidad ciudadana, obligaciónes y deberes está presente en todo el espíritu constitucional.
Sin embargo, no debemos olvidar, para que nunca jamás se repita, el poco decoroso papel de esta institución en el pasado, cuando altos mandos civiles y militares, se encompincharon en los turbios negocios de la "Chatarra militar". Recordemos el hundimiento del vehículo anfibio M-59, en el lago de Valencia, donde pereció su comandante capitán (Av.) Juan de Bellard Pietri y demás tripulantes; también recordemos a aquel empecinado periodista Izarra, que desde la revista "Reventón", abordó el tema de la corruptela militar, siendo juzgado y encarcelado por ello, y en algún momento tuvo que irse del país.
Pero actitudes como la de este periodista enaltecen la condición del venezolano y del periodismo, pues en la sustancia informativa, estaba el alerta de la defensa de la patria, del patrimonio hacendístico y la vida de nuestros soldados.
Tampoco debemos olvidar que, las anomalías señaladas en la represión y la corrupción por dolorosas que sean jamás deben opacar el legado histórico- ético militar-libertario de nuestros soldados que, con uniformes harapientos, a veces sin ellos, con escasas armas de munición y rusticas lanzas, combatieron a muerte hasta liberar nuestro territorio y , cuando salieron de nuestras fronteras, lo hicieron para ser sembrados en otras tierras combatiendo por la libertad, sin pretender sojuzgar a otros pueblos; y los que regresaban lo hacían como modestos ciudadanos libertadores.
Quién escribe este texto, en sus años mozos, fue juzgado por tribunales militares y sentenciado a pagar unos cuantos años de cárcel en instalaciones militares, pero que además fui docente en la Academia Militar, y mi visión en doble perspectiva me lleva a pensar que la mejor ayuda que podemos ofrecer a la Institución Armada, en esta nueva época de dificultades ético-politico-económico, es la critica oportuna por muy dura que sea, al fin y al cabo cotidianamente la compartimos crudamente con los militantes revolucionarios y los vecinos en general,
En estos predios donde habito, hay un grupo de oficiales superiores de la Fuerza Armada Bolivariana que tienen alta responsabilidad en la producción agrícola; administran entre otras cosas costosas instalaciones, cuya actividad productiva no se apoya en los mecanismos adecuados de información a la comunidad, cuestión que crea suspicacia y debilita el binomio civil-militar asunto por demás contraproducente en estos tiempos de guerra económica y, de la estratégica necesidad de producir alimentos.
LA REVOLUCION ES CULTURAL