Repasar acontecimientos del 11 al 14 de Abril 2002, trae amargos recuerdos a quienes creyeron antes y 16 años después, poder expulsar violentamente la revolución de izquierda en Venezuela. No disimulan la frustración anual que sienten, pretendiendo ignorar inevitables aniversarios de excepcionales sucesos, que resurreccionaron a Chávez a las 47 horas.
Desde el este del este de la capital venezolana juraron que su prepotencia les libraría de lo que son incapaces de entender, uno de los más justos y humanitarios movimientos cívico militares de protagonismo y participación en la historia mundial: la revolución bolivariana y el modelo socialista siglo XXI, comentario obligado en el mundo moderno de la política
La "democracia representativa", que en las 2 primeras décadas del siglo XXI boquea en el basurero de la politiquería, con horrorosas migraciones en y hacia la Europa de gobiernos disimulócratas, finge con estruendoso silencio de la prensa, evitando dar cobertura real a las consecuencias de sus desatinos, que provocan desolación y muerte de quienes huyen en masa.
Pierden enfrentados a la Venezuela antiimperialista que reta la debacle mundial capitalista, partiendo de nuestra tierra, cuna del único hombre a quien en vida se le otorgó el título de Libertador, con naciones en su honor. No hay países bonapartianos, washingtonianos, maoístas o leninianos. En el mundo el mérito es de SIMON BOLIVAR, naciones bolivarianas.
Los principios socialistas de Simón Rodríguez, y los pormenores de justicia para el pueblo, basados en el propósito de Ezequiel Zamora, integraron también la obra bolivariana de Hugo Rafael Chávcz Frías, al anunciar el socialismo Siglo XXI, destinado a hacer cumplir los sueños libertarios y de justicia social de los coetáneos de nuestra gesta independentista.
Neocolonialistas viles intentaron matar a Chávez en Abril 2002, y aun ignoran que pese a su alborozo a la muerte e intentos de asalto al poder, jamás el espíritu del Comandante abandonará el pensamiento patrio. Les escuece el grito "Chávez vive", ejemplo de una lucha que también sigue viva, por el pensamiento antiimperialista del Libertador Bolívar.
