La muletilla descalificadora desde Chávez, agigantada contra Maduro, y que repiten obsesionados erráticos es, "esta dictadura", mientras tanto desde factores noticiosos y de opinión dejan colar en medios de agitación social (prensa escrita, radio y TV, de empresarios, más Internet), la impresión de militarismo. La farsa comunicacional dio inicio mencionando al Presidente perfectamente electo en Diciembre 1998, de forma burlona por su condición de Teniente Coronel. Luego arreciaron el tono despreciativo al ser ungido a la jefatura del estado el dirigente obrero Maduro Moros, tildándolo de autoritario sin preparación, algo similar al complejo en Brasil contra el Presidente sindicalista Luis Inácio da Silva, LULA.
Nada más lejos de lo que se vive en territorio venezolano, menos si observamos cualquier análisis comparativo con las arbitrariedades en gobiernos adecos y copeyanos, con militares a su servicio en 40 años de administraciones torturadoras, asesinas y corruptas, en dictablanda blanquiverde o verdiblanca. Antes de Chávez nos acostumbraron a "no meternos en política", ni aprendíamos, ni se criticaban ideológicamente desmanes ejecutivos, judiciales, legislativos, o la represión por quinquenios y el control a la prensa privada, que se hizo mediante compra de conciencias, pago de propaganda oficialista a periódicos, emisoras de radio y televisoras, insertando además en los poderes legislativo y judicial fichas empleados de empresas mediáticas.
La democracia representativa pretende volver a regalarle el país a Fedecámaras, Consecomercio, y entes tutelados por USA y el capitalismo salvaje europeo, retomar el desvío de presupuestos oficiales a empresas privadas, privatizar Pdvsa, la electricidad, educación y salud, idéntico cual ocurre en Brasil, Argentina, Panamá, Chile, España y USA, dirigidos por la derecha. El truco lo crearon en nuestra "democracia representativa", fórmula que en el fondo resultó asociación melliza para delinquir. Presidentes electos hasta 1999 filtraron a la prensa críticas controladas, amenazas veladas, y ejecutaron acciones contra medios de información no obedientes a Washington, vivíamos en disimulocracia representativa.
