Qué tanto gamelote argumentan candidatos confesos arrodillados al Fondo Monetario Internacional FMI, para endeudarnos de nuevo al vasallaje del capitalismo salvaje, como fuimos hasta la llegada honrosa de Hugo Chávez y el Socialismo Siglo XXI, atacado con ferocidad nunca vista hacia una nación que en el concierto mundial se caracteriza por dirimir situaciones mediante consultas eleccionarias, plenas de observación y auditorías. Un campeón de la lucha anticorrupción preside el Ministerio Público, Tareck William Saab, su ejemplo permite ver en el capitalismo salvaje opositor, la más abyecta componenda de la "democracia representativa", gobiernos que nos robaron los ingresos por concepto de ventas petroleras, sin beneficios notables para la gente de menores recursos.
El 02/02/1999 dio inicio la Venezuela socialista, sistema observado en el mundo por lo que comporta para el colectivo. Un ejemplo de tantos, descubiertos y antes encubiertos por los que pretenden volver al poder, sembrando para ello un campo minado de desabastecimiento criminal, lo indicó Saab al denunciar a 2 ex funcionarios de PDVSA: Roberto Rincón y Abraham Sierra, procesados por haber pagado más de mil millones de dólares en sobornos, Estos bandidos opositores al socialismo nacional, cometieron acciones de desfalco en compras con sobreprecio de leche en polvo para Pdval, vehículos y plantas eléctricas, adquisiciones con daño a la nación por 580 millones de dólares. Los malandros corporativos reciben lo suyo, a pesar de ser enjundiados por sectores contrarrevolucionarios, considerándolos "empresarios serios"
La defensa a corruptos proviene de 2 aspirantes presidenciales que lo han dicho sin ningún disimulo: Falcón y Bertucci La lucha antidelictiva tiene muchos frentes lamentablemente no destacados en la prensa opositora. Concluyo con referencia a operativos de seguridad de la Guardia Nacional Bolivariana, para detectar contrabando del cono monetario. Hasta el 11 de Mayo retenidos este año 1 millardo y 67 millones de bolívares, con detención de 18 ciudadanos por delitos económicos. Y pensar que alegremente, hay quienes no creen en la guerra económica como factor de la farsa opositora nacional.
