Una cosa es que el Gobierno revolucionario reconozca los errores y otra que crean que el pueblo de la Patria de Bolívar es imbécil. En los apagones y bajones que se producen en el país, puede incidir la falta de mantenimiento, de equipos, de inversión, no lo negamos, pero está perfectamente demostrado el reiterado saboteo de la oposición terrorista, intentando que la gente se indigne y vote en contra del candidato Nicolás Maduro Moros.
Y si el odio no les permite ver esa realidad ni creerle al Presidente Obrero ni al ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, que siempre denuncia con pruebas irrefutables de esas incursiones delictivas, por lo menos, reflexionen por un momento al respecto, para que vean sin mucho esfuerzo mental, que esos eventos perversos se duplican y triplican en vísperas de comicios en Venezuela.
Por eso se sabe que las actuales fluctuaciones eléctricas son hechos criminales que obedecen al período electoral. No son nada casual, forman parte de un complot opositor que en vano busca la derrota del candidato revolucionario el 20 de mayo, ocasionando un daño terrible al pueblo.
Solo el que está tres, cuatro horas y más sin luz sabe lo duro de esa situación, ahora esos apagones no le hacen ni "coquito" a Maduro como decimos en Maracaibo, porque otra cosa de los golpistas es que quieren hacerle daño al Presidente, y a quien afectan es a la gente, sobre todo, a la de menos recursos.
Un proceder de desequilibrados mentales, que únicamente tiene asidero dentro de la ceguera que produce el odio. Queman a las personas por pensar distinto, piden más sanciones para que la gente muera de hambre o por falta de medicamentos, suplican que nos invada el criminal Donald Trump, y después los muy canallas le piden apoyo al pueblo. Así llevan 20 años de lucha estéril en contra del proceso revolucionario, con la gravedad que implican las matanzas de incautos que han provocado con su obsesión golpista.
En ese escabroso ambiente, la situación política actual está dominada por dos escenarios, el de Nicolás Maduro buscando alternativas para resolver la crisis, y el opositor que está pendiente de todas sus medidas para torpedearlas. No importa que sean buenas, que beneficie a las mayorías, las puso en práctica el Presidente y hay que destruirlas. Piensan y actúan como los criminales que en realidad son.
De hecho, Maduro es uno de los presidentes más vilipendiado y atacado en el mundo. Todo el imperio norteamericano y sus perversas ramificaciones internacionales, se encuentran sobre el Primer Mandatario, no le dan un segundo de tregua con el objetivo de pulverizarlo como gobernante.
En ese macabro reducto desestabilizador, propio de los gringos asesinos en combinación con los apátridas venezolanos, nos golpean con esos apagones y bajones de luz que deterioran los artefactos eléctricos de las familias venezolanas.
Pero es que perjudicar al pueblo se hizo una práctica constante de la oposición violenta y la gente lo sabe, tampoco se justifican de ninguna forma los aumentos compulsivos de precios de un día para otro, incluso, en algunos casos dos y tres veces en el día. ¿Y qué creen? ¿Qué por eso Maduro no come carne ni pollo ni queso ni huevos, y la gente va a votar en contra de él? Que va. Sí eso solo lastima a los electores y estos saben muy bien quienes siempre han estado detrás de todas esas fechorías buscando desestabilizar el país.
Por eso pierden los comicios y después responsabilizan de su derrota al CNE; uno de los organismos electorales más confiables y transparentes del mundo, cuando la culpa es de ellos, de su violencia, de sus actos terroristas, de las guarimbas, de sus injustas matanzas, en fin, de las agresiones a los que votan. Y nunca lo han entendido o no lo han querido entender.
De allí que quiéranlo o no, en este país nada más hay un aspirante que, a pesar del complot eléctrico, de los ataques, las adversidades, los incrementos de los precios, de toda esa guerra, no desmaya, sigue adelante, da su vida si es necesario por el bienestar del pueblo. Y ese es Nicolás Maduro Moros. No hay otro.
En cambio, Henry Falcón y Javier Bertucci no pertenecen a esa oposición asesina de la MUD, es verdad, pero ambos están convencidos que para salir de la crisis hay que entregarle Venezuela al criminal Donald Trump, mientras que Maduro se lo juega todo ayudando y defendiendo a esa Patria que nos dejó el Gigante Chávez, y no está dispuesto a cedérsela a los gringos bajo ninguna circunstancia.
Con esa misma fuerza y convicción, nos prometió la paz y acabó con las guarimbas; nos prometió encarcelar a los corruptos y ahí está la batida en Pdvsa, en Táchira, en Banesco; prometió pensionar a todas las personas de la tercera edad y las pensionó. Prometió ayudar a las mujeres embarazadas y les otorga un bono mensual además de asistencia médica, promete viviendas y ahí están.
Ahora nos pide 10 millones de votos, para terminar de erradicar las mafias responsables de la falta de alimentos, medicinas, efectivo y lo hace, porque Maduro cumple y lo vamos a retribuir el 20 de mayo, se lo merece, eso sí, hay que votar, nada de triunfalismo, no existe enemigo pequeño, así que, prohibido quedarse en casa. Todos a sufragar rojo rojito por ese digno hijo de Chávez…