La Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE), acaba de emitir un comunicado, en cuyo contenido, puede apreciarse que el gobierno de México desconoce los resultados electorales del 20 de mayo en Venezuela, tal y como era el cálculo. La razón de este desconocimiento, según se lee en la declaración que se dio a conocer a los medios, es porque el proceso de electoral en Venezuela no alcanzó a cumplir con los estándares internacionales.
Antes, la Canciller colombiana había hecho exactamente el mismo pronunciamiento con la misma razón: La elección no cumplió con los estándares internacionales.
Casi al mismo tiempo de la declaración de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SER), el grupo de Lima desde Argentina se pronunció, como era el cálculo, exactamente de la misma manera.
Siempre soy de la idea, que un sinvergüenza o una sinvergüenza no necesita decir que lo es. Es una cosa muy obvia.
Independientemente de cualquier detalle que pueda tener una elección en Venezuela, la de México y Colombia no son un buen ejemplo a seguir. En ambos países, una elección deja en la calle un esterero de muertos, que por supuesto son parte del aporte que hace en narco Estado de cada uno de estos países para contribuir con su democracia muy contaminada con cocaína y otras substancias psicotrópicas.
En México por ejemplo, la campaña electoral ya han asesinados a más de 93 candidatos que el naco Estado sacó contribuye a sacar de circulación. Todavía faltan sus días para culminar la campaña y es muy posible que esta cifra aumente porque el promedio es de 12 candidatos por mes.
Este sinvergüenza de nombre Luis Vidigaray, además de venirnos con este pronunciamiento, tiene el cinismo de suscribir (como parte de narcogobierno mexicano) una declaración que manifiesta una preocupación" porque al parecer, 900 mil venezolanos han emigrado desde Venezuela. "Olvida" el canciller del gobierno mexicano, que los mexicanos tienen tiempo emigrando y que hay un muro que EEUU construye porque a decir de Trump; EEUU no quiere que a este país ingresen animales.
En verdad, el animal en esta historia es Luis Vidigaray. Además tiene lo que es imposible verle y reconocerle a un animal. Jamás uno puede decir, que un tal animal es cínico, pero Vidigaray sí lo es.
En verdad, es muy difícil pasar una declaración como esta, sin uno llenarse de coraje como dicen los amigos mexicanos.
