Insistir en el voto es desconocer la magnitud del problema, es pastorear nubes. En primer lugar, porque la institución del voto se ha perdido, el gobierno la mató, el venezolano ha dejado de creer en el poder del voto como instrumento de castigo, premio o cambio. Lo hemos dicho en reiteradas ocasiones, el gobierno desde su derrota del 6D de 2015 se inmunizó ante el sufragio universal y directo, realizando presuntos procesos electorales donde impone candidatos, electores esclavizados a través de sus necesidades, resultados y se ampara descaradamente con fines electorales en instituciones y recursos que son del Estado, entre otras ilegalidades más.
En ese mismo orden de ideas, cuando ha perdido un espacio de poder como alcaldías, gobernaciones o la Asamblea Nacional, simplemente le quita competencias, atribuciones, recursos, anula sus actos, los inhabilita, destituye o encarcela a quienes resultan victoriosos. Antes de recurrir al voto se debe reconstruir la confianza en él y para eso deben sustituirse los culpables de su destrucción.
En segundo lugar, porque en el caso de las presidenciales solo brindaban oxigeno a un gobierno en fase terminal, sí el 20M hubiese ganado un candidato distinto a Maduro comenzaría el show "cuándo asumiría el cargo" aunque el CNE lo aclaró sería el 10 de enero de 2019 como señala la CRBV. Luego, habría que esperar ver sí lo dejan gobernar, la comunidad internacional entraría en stand by. Asimismo, durante todo ese tiempo, la ANC desvalijaría al ejecutivo nacional dejándolo solo como un cargo administrativo, nominal. Un triunfo "opositor" solo ralentizaría el inevitable fin de este oscurantismo, alargando inútil e inhumanamente la tragedia de los venezolanos.
En tercer lugar, debemos comprender que el precio de asumir nuestra libertad nosotros solos costaría muchísimo sufrimiento, lo hemos visto en 2002, 2014 y recientemente en 2017. Los venezolanos necesitamos apoyo de la diplomacia internacional, sin novelas ni entretenimientos, no se trata de marines ni cascos azules desembarcando al estilo de Normandía, fíjense: recientemente Irán y Corea del Norte, férreos regímenes consolidados, se doblegaron ante el diálogo y presión internacional… no se disparó una bala ni se lanzó un misil.
Aclaramos, no es nuestro deseo ni nuestra opinión, es lo que está ocurriendo. Así, luego del 20M, donde se recomprobó lo que ya todo el mundo sabía, la comunidad internacional ratificó sus acciones contra el régimen, intentando hacer reflexionar a los autoengrandecidos líderes del chavismo, persuadirlos para que cesen su tozudo atornillamiento en el poder. Vale decir, la comunidad internacional es especialmente susceptible a los delitos electorales, amén de otras presuntas acusaciones que recaen sobre los herederos de Chávez que perjudican a un grueso número de naciones.
Insistir en el voto con estas condiciones solo generará procesos con históricas abstenciones y una participación bajo parámetros de esclavitud electoral, manipulando a los más necesitados. Votar hoy solo agrava lo que ya es grave, retrasa inútilmente lo inevitable. @leandrotango