Aún recordamos cuando Javier Bertucci, siendo pastor evangélico anunció ante el país que su decisión de postularse como candidato presidencial lo hacía "junto al Espíritu Santo", pero que además era una opción en donde "el clamor de un pueblo ha subido al cielo; no solamente de un pueblo cristiano, sino de un pueblo con hambre", palabras que afirmó en un acto público en el estado Carabobo, en el cual además concluyó que tal hecho tenía un origen "espiritual y de obediencia a Dios"¹.
Otra de las construcciones sintácticas que quedaron registradas en esta atípica campaña electoral fue cuando tal candidato afirmó: "Soy la luz en las tinieblas"². Y ante semejante connotación nos preguntamos, sí Bertucci aseguró, que él era la luz, ¿quiénes eran las tinieblas? O es que acaso tal retórica estaba concebida para generar pecado a partir de la mentira, es decir ganar votos a partir de la doctrina del mal, sobre la cual se oponen los cristianos evangélicos como forma de vida.
En ese mismo orden de ideas entre el bien y el mal, resulta contradictorio que ninguno de los maduristas, tan dados a atacar a los empresarios y comerciantes, y tildar a cualquier venezolano que ejerza semejantes roles en la sociedad como capitalista, oligarca, neoliberal o explotador, entre epítetos similares, ninguno de ellos se atrevió a señalar a Javier Bertucci con dichas características, a pesar de que el ex – candidato presidencial, nunca pudo negar que aparecía registrado en documentos legales como presidente de una constructora que llevaba su apellido³.
¿Y por qué los maduristas, si son tan impulsivos para señalar prácticamente como "hijos del diablo" a todo aquel que tenga nóminas de trabajadores bajo su responsabilidad, nunca denigraron de Bertucci en este aspecto? ¿O es qué los maduristas vieron en Bertucci un "empresario bueno"? Si es así, habrá que preguntarles a esos maduristas, cuáles son las condiciones que debe tener un empresario para que sea objeto de la confianza de ellos, aunque su nombre aparezca en los llamados "papeles de Panamá"⁴.
Por supuesto, que Bertucci cuando fue interrogado por parte de los periodistas en relación con su presunta vinculación con hechos de legitimación de capitales, contrabando o cualquier otro tipo de señalamiento delictual, todas esas presunciones fueron negadas, y como nota curiosa, tampoco vimos a algún madurista impugnando la candidatura del evangélico, o en su defecto al fiscal "constituyente", cuando menos iniciar una investigación por tales acusaciones, lo cual nos lleva también a preguntarnos: ¿Habría tenido el "fiscal" una conducta pasiva, si otro empresario se hubiese postulado a la candidatura presidencial, como por ejemplo, Lorenzo Mendoza, presidente de empresas Polar? ¿Los maduristas habrían estado en afasia de acusaciones contra Mendoza, si este hubiese sido candidato contra Maduro?
Por ello, el hecho de que Bertucci, quien inicialmente realizó severas críticas al proceso electoral del 20 de mayo, y una vez conocidos los resultados por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), resulta muy sospechoso, o cuando menos genera muchas suspicacias que ahora "reconozca" el triunfo de Maduro, y además aceptando que éste fue en buena lid, mientras la presidenta del CNE de manera cínica, reconoce y ordena a Maduro que no puede pagar ningún "bono" de los que había prometido a millones de venezolanos que con "carnet de la patria" votaran por su candidatura⁵, hecho que significó (sobre una supuesta compra de conciencias) que tres diputados del estado Amazonas fuesen despojados de sus curules, pero además generó un leitmotiv para que la Asamblea Nacional se encuentre en "desacato", o lo que es lo mismo, sin poder ejercer sus funciones constitucionales.
Al parecer para Bertucci, palabras más, palabras menos, en la campaña de Maduro nunca hubo pecado, y si lo hubo, pareciera que él como ex - candidato, o tal vez como "pastor", no será quien lance la primera piedra. En todo caso, no sería descabellado afirmar que así como le habló "el espíritu santo" al inicio de esta campaña para que postulara su nombre con el propósito de llegar a la presidencia de la República, es posible que esa misma voz le haya hablado después que se realizó la "elección", para que el autodenominado "candidato de la luz en las tinieblas", terminara visitando el infierno, y por ello, "el espíritu santo" finalmente le dijera: "Bertucci, levántate, anda y habla con el diablo". A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
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¹ http://www.dw.com/es/venezuela-bertucci-versus-maduro/a-42662167
²http://www.laprensa.hn/mundo/1154958-410/pastor-evangelico-javier_bertucci-nicolas_maduro