Ya ganamos, este era un triunfo anunciado, solo no lo veían así los opositores llenos de odio que lamentablemente aún son víctimas de las manipulaciones de los líderes terroristas de la extinta MUD, que con apoyo de los medios de comunicación nacional e internacional al servicio del golpe, distorsionan la percepción de sus seguidores, para hacerles ver un panorama político venezolano que nada tiene que ver con la realidad, de tal forma, que al triunfador lo ven como perdedor y al Consejo Nacional Electoral responsable de sus permanentes derrotas.
Pero la mayoría en Venezuela estaba clara en esos resultados. Ya la gente no encuentra como decirle a esa oposición terrorista que en nuestro país lo que se quiere es paz, que rechaza la violencia, la guarimbas; y de Henri Falcón y Javier Bertucci, como ya lo he dicho, no se puede decir que sean violentos, pero prometieron entregarle el país al criminal Donald Trump y les hubiesen dado el protagonismo político que no tienen, a delincuentes incorregibles como los de Primero Justicia, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo, Acción Democrática, entre otros. Incluso, Falcón prometía traer de regreso a esos vándalos que andan huyendo y darle el Ministerio de Interior y Justicia a Capriles Radonski. Imagínense un asesino haciendo justicia, un homicida que tiene en su haber lo más de diez muertos de su llamado de arrechera y una marcada participación en las guarimbas.
En la Patria de Bolívar el pueblo solo quiere trabajar, estudiar, insertarse en las políticas del Gobierno del presidente Nicolás Maduro, tendentes a neutralizar la guerra económica opositora que pone a las personas en peligro de muerte, una vez que con los aumentos compulsivos de precios hacen inaccesibles los alimentos y las medicinas que, para colmo, tampoco se encuentran.
Ahora, después del triunfo, el problema sigue siendo el criminal Trump y sus lacayos en el mundo como la Unión Europea, el Grupo de Lima y los rastreros que tiene en el país. Más cuando el presidente de Bolivia, Evo Morales, lanza dos tuits a manera de advertencia sobre el peligro que representa derrotado ese desquiciado al frente del imperio más asesino y destructivo del mundo, porque Trump tiene tanto de demente como de criminal.
En la víspera de las elecciones Morales en un tuit escribió: "Denunciamos que EEUU y la OEA, implementaron un plan para derrotar a Venezuela: Antes de las elecciones realizarán acciones violentas apoyados por los medios de comunicación y después de las elecciones intentarán una invasión militar con FFAA de países vecinos".
En otro: "Nos preocupa la denuncia de periodista argentina, Stella Calloni, sobre golpe maestro que pretende acabar con el gobierno del Presidente Nicolás Maduro. Rechazamos intenciones de EEUU de imponer una fuerza multilateral para intervenir militarmente Venezuela".
No lo dice cualquier persona, lo dice el dignatario de una nación que, como primer mandatario de un país que forma parte de los llamados gobiernos progresistas, también es víctima del imperio gringo y debe tener mayor información y mejor conocimiento de la situación política mundial que cualquiera estudioso de la materia. Además, fue muy insistente en Twitter alertando sobre la delicada situación.
Aunque las acciones de Donald Trump no son difíciles de determinar, cuanto de geopolítica y geoestrategia mundial se trata, porque están dominadas por las invasiones, los bombardeos, el desmembramiento de hombres, mujeres y niños indefensos con sus misiles. En una entrevista televisiva ya dijo que el caso de Venezuela estaba controlado, se había sido fuerte y se podía ser más fuerte.
De allí la preocupación, porque la derrota que propinó el presidente Maduro no fue a los bates quebrados de la oposición terrorista de Venezuela, esa derrota fue al criminal Trump, y vencido de una manera tan humillante en un continente que considera de su propiedad, nunca se sabe cómo puede reaccionar este asesino, toda vez que la victoria de Maduro oxigena a esa América Latina que busca la justicia social, la soberanía, la libertad; o como dice el vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera: "Lo único que está deteniendo que Estados Unidos no va a arrollar con cualquier atisbo de democracia, de igualdad, bienestar, de gente humilde en el continente latinoamericano es el freno que pone Venezuela".
En todo caso, el pueblo de Bolívar, Chávez y Maduro, un pueblo noble y pacífico, está dispuesto –porque así lo ha demostrado- a ser libre y defenderá su soberanía hasta la última gota de sangre de ser necesario... De eso, no tengan la menor duda.