¿Heroica, apoteósica, épica, pírrica, histórica? diferentes camaradas, diferentes experiencias, diferentes puntos de vista… En todo caso, VICTORIA.
Victoria de mujeres y hombres de carne y hueso, jóvenes y mayores, de distintos partidos, movimientos y tendencias que optamos conscientemente por reelegir al presidente Nicolás Maduro Moros, por apoyarlo con firmeza en su dura lucha por la defensa de la Patria y por acompañarlo en la transformación revolucionaria de nuestro país.
Más, como dijo Maduro el pasado 22 de mayo durante su proclamación como presidente de la República Bolivariana de Venezuela para el periodo 2019 – 2025, ya se cerró el ciclo electoral. "…elegimos constituyente, elegimos gobernadores, elegimos alcaldes, elegimos presidente, ahora a gobernar, ahora a solucionar (los problemas del pueblo)" Tarea que requiere de un esfuerzo colectivo, de propuestas concretas y viables orientadas a "estabilizar la economía" y "ganar la batalla contra el crimen económico, contra las mafias criminales".
Ahora bien, visto lo complejo que ha resultado y probablemente siga resultando encontrar a corto plazo soluciones adecuadas a problemas que además de económicos/administrativos son políticos y culturales, me sumo a las voces que destacan la necesidad de tomar acciones inmediatas para aliviar los problemas que afectan quienes no está no están en condiciones de esperar los resultados de nuevos diálogos con opositores y empresarios que los agreden cotidianamente. Es decir, los sectores más vulnerables de la población, incluida una significativa proporción de las bases que han depositado su esperanza en la continuidad del chavismo.
Si añadimos a las vicisitudes de los diálogos, el tiempo, los recursos y la energía que se debe seguir invirtiendo civiles y militares para mantener vivos los programas sociales y enfrentar las amenazas, las sanciones y las acciones focales del enemigo, resulta obvio que el Gobierno tiene muchísimo trabajo y que el pueblo va a tener que salir a la calle a echarle una mano.
En ese sentido, me atrevo a estimar que al menos un 10 % de los 6 millones y pico que votamos por Nicolás está dispuesto y tiene tiempo para asumir voluntariamente tareas en pro del mejoramiento inmediato de su calidad de vida. También me atrevo a estimar que al menos un 1% entre ellos reúne las condiciones necesarias para asumir la organización de esta fuerza.
¿En qué podrían(mos) colaborar a cortísimo plazo?
En el seguimiento de la ruta de determinados productos desde el campo, la fábrica o el puerto, en el registro del comportamiento de ciertos precios. En la recolección de información sobre servicios indispensables como el transporte, los hospitalarios, la distribución de gas, la venta de agua, etc. En la sistematización de la información, en la consolidación de propuestas y sugerencias, etc. etc. etc.
Es cuestión de echarle…