La Revolución Bolivariana inicia una nueva etapa luego de las elecciones del pasado 20M, mucho análisis ya hemos visto, también demandas que se espera concreción en el marco del nuevo triunfo de Nicolás Maduro. Los peligros están claros, los enemigos avanzan en un plan que ya es evidente para todos y todas, sin embargo ¿cómo el gobierno alzará el proyecto estratégico de construcción del socialismo?
Para muchos y muchas el camino sigue la ruta de Chávez: comuna o nada que más allá de una consigna se expresa como síntesis de un largo recorrido de 20 años de Revolución de conquistas que están en peligro y, por tanto, exige no solo su reposicionamiento político sino también su profundización.
Chávez marca un antes y después en muchas esferas de nuestra sociedad, sin embargo, una fundamental es el impulso de la democracia participativa y protagónica, que asumiendo el principio de desarrollo progresivo del derecho fue avanzando a la par de la misma Revolución.
Ese avance permitió la conformación de un sujeto político popular que hoy en día llamamos chavismo, cuya presencia está a lo largo y ancho del país y una de sus expresiones organizativas es el movimiento comunero.
Al igual que el desarrollo de la democracia participativa y protagónica, el movimiento comunero es la síntesis de un número importante de ensayos de organización popular de distinta índole, que fueron permitiendo el diseño político de una nueva apuesta: la comuna.
La comuna a pesar de que como apuesta política no está desarrollada a plenitud -incluso pudiera afirmarse que ha sido apartada de la apuesta de gobierno en los últimos años-, sí ha logrado importantes conquistas que la posicionan hoy en el imaginario político como un sujeto popular chavista clave para la construcción del socialismo. Por ello, el Presidente Nicolás Maduro debe tenerla en cuenta en esta nueva etapa.
Con la mirada puesta en la urgencia de este rearme popular, repasamos las principales conquistas de las Comunas en la Revolución Bolivariana y abordamos algunos de los desafíos que en esta nueva etapa tenemos por delante.
CONQUISTA 1: La Comuna es el autogobierno popular
Las Comunas representan un movimiento que nació de desarrollos previos en los territorios, en muchos casos con acervos organizativos heredados previos a la revolución o de algunas políticas impulsadas desde el gobierno, como las Mesas Técnicas de Agua.
El contexto revolucionario estimuló estas experiencias que dan un salto organizativo a la par del nacimiento de una política que convoca a la conformación de los Consejos Comunales y, años después, las comunas socialistas.
Se constituyó, entonces, una instancia del poder popular que tiene como objetivo el autogobierno para conformar el socialismo. La democracia revolucionaria se presentaba como fórmula para sumar al pueblo a ejercer plenamente sus derechos en sus territorios. Nació la posibilidad de autogobernarse.
CONQUISTA 2: La mujer comunera
Se convocó a todo el pueblo a movilizarse, a organizarse para hacer la revolución y en ese escenario, fue presentándose con fuerza los rostros y manos de mujeres que realizaron las cosas invisibles para juntar voluntades, para constituir comunidad, para disputar con mirada en el futuro pero con los pies en la tierra.
Habría sido imposible avanzar en el movimiento comunal, y en la revolución en general, sin la acción decidida de la mujer: ella ha conquistado su derecho en revolución y la defenderemos para tener más logros, porque la Revolución Bolivariana y Socialista es feminista o no lo es.
CONQUISTA 3: La transformación del hábitat natural
Para dimensionar la magnitud de la Gran Misión Vivienda Venezuela, más allá de los números, se debe tomar en cuenta los miles de proyectos que el poder popular, el movimiento comunal ha construido bajo gestión directa con administración comunitaria y contraloría social.
De esta manera se ha transformado el hábitat de barrios populares enteros, se han fundado nuevas comunidades. Además de los hogares construidos, se suman innumerables infraestructuras comunitarias, casas comunales, centros culturales, plazas, canchas, espacios para el encuentro que sirven al autogobierno bien sea consejos comunales o comunas.
El socialismo territorial tiene como base el reconocimiento del entorno y su transformación para hacer viable el socialismo, eso sólo es posible en revolución y bajo gestión directa del pueblo.
CONQUISTA 4: Una nueva cultura política
La palabra del Comandante Chávez fue una guía para millones, sus aprendizajes eran socializados de forma permanente, sin duda Aló Presidente era uno de los principales medios para hacerlo, pero no el único.
Así fueron expuestos conocimientos, miradas sobre el mundo, decisiones, también formas de hacer política, de solucionar conflictos, de asumir responsabilidades ante el país.
Por ello se hizo sagrado honrar la palabra, la decisión de la asamblea, la rendición de cuentas, la interpelación de nuestras prácticas, principios que suman a la superación de las lógicas representativas y de la vieja política. Los códigos de la democracia directa se hicieron fuerza para el ejercicio cotidiano y hasta ley.
Sin idealizar el sujeto, ni negar las contradicciones naturales, podemos afirmar que en los procesos comunales se tensiona desde las claves de la democracia revolucionaria.
CONQUISTA 5: Experiencias productivas comunales
La democratización de la economía es fundamental. Esto ha implicado el impulso de procesos para que el pueblo, desde el trabajo creador hasta el control de los medios de producción, gestionados como propiedad social directa comunal, asuman un rol protagónico en la producción.
Así nos encontramos en el país con múltiples esfuerzos de economía comunal, en la mayoría de las ocasiones se prioriza la producción de alimentos, aunque no son los únicos casos, con experiencias de distribución directa en sus entornos y entre diversas organizaciones populares del campo y la ciudad. Toca ir por más.
Eso implica consolidar las iniciativas productivas comunales existentes (y asumir como parte de éstas a las empresas recuperadas y bajo gestión obrera), así como priorizar su desarrollo con una política coherente e integral. Al mismo tiempo de multiplicar y proteger aquellas iniciativas que están recibiendo ataques y presiones para ser disueltas, como sucede con la regresión en algunas tierras recuperadas. Es lo mínimo que se le podría pedir a una política chavista para esta coyuntura.
La construcción de un Sistema Económico Comunal pasa por el impulso de la autonomía popular y financiera para construir así el entramado social y productivo necesario para el socialismo que nos encomendó Chávez.
CONQUISTA 6: Leyes para hacer Comunas
La Revolución Bolivariana tiene como escudo su Constitución, aunado a un cuerpo jurídico amplio, entre ellas se encuentran las Leyes del Poder Popular que permiten construir una base formal de derecho revolucionario para la profundización de la democracia participativa y protagónica.
Sin duda, es un ensayo que ha permitido en el marco de una mirada avanzada de la organización del pueblo (junto a contradicciones y vacíos) multiplicar en el país las experiencias del poder popular, y con ello asumir la necesaria territorialización de la política para la construcción de la nueva geometría del poder.
Aún nos toca hacer realidad el contenido de las leyes, en el Golpe de Timón el Comandante Chávez lo recalcó con mucha fuerza y hasta con indignación. Se puede decir que las contradicciones en el seno de la misma revolución han frenado la concreción de estas leyes.
Nos toca proteger lo avanzado, asumir los aprendizajes de su puesta en práctica, evaluar para hacer aportes al gobierno y a la constituyente para constitucionalizar sus líneas fundamentales.
Las acciones de esta nueva etapa de gobierno, luego del triunfo del 20M de Nicolás Maduro, deben apuntar en ese sentido, además de que la nueva constitución debe estar cruzada integralmente por esos aportes, allí la clave del socialismo bolivariano.
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Lo comunal como parte de la identidad política del chavismo que construye el socialismo
La Comuna es una referencia obligada para plantear el socialismo en Venezuela, es parte del entramado que el Comandante Chávez planteó para la concreción de su proyecto, no por casualidad aparece con esa fuerza en el Golpe de Timón.
Queda claro su apuesta: la comuna es dónde se va a parir el socialismo desde el territorio, la unidad base para ensayar varias agregaciones que incidan en políticas nacionales y en un Sistema de Gobierno Popular que parte del principio: todo el poder para el pueblo.
Allí hay un capital político a desarrollar en esta nueva etapa de la revolución que inicia con el nuevo triunfo de Nicolás Maduro de este 20M. Hay ensayos claros que muestran la potencia de este sujeto, la posibilidad de que sea el camino es un reto que nos toca asumir, pues debe ser un desafío de la revolución en su conjunto. En caso contrario es un sujeto que puede ir difuminándose en el marco de la crisis actual, como diversos procesos políticos lo han mostrado, porque no basta con la potencia.
Para ello es necesario asumir una política integral, coherente con los principios que convocan al sujeto y sobre todo, impulsar una ofensiva para la conquista de las mayorías, para la construcción de una nueva hegemonía revolucionaria, tan necesaria desde siempre y que toma mayor relevancia en cualquier análisis de los resultados electorales recientes. La historia se planifica, nos decía el Comandante, y es una máxima que en momentos adversos toma mayor importancia.
Es urgente una política que parta de superar la lógica inoculada con el rentismo y asumir una sincera evaluación de la dura realidad que estamos viviendo, para así usar las herramientas de planificación que cruce datos relevantes con información de nuestros territorios, con el fin de crear proyectos integrales de autogobiernos y sus planes de desarrollo.
Este desafío implica que los Planes de Desarrollo Comunal son nuestros planes de lucha para la crisis, priorizando esfuerzos, identificando potencialidades y medios de producción que deben ser transferidos o ocupados, diseñando estrategias para contribuir en las tareas sociales que se generan en el marco de la guerra económica.
Es necesario comprender lo comunal como parte de la identidad política del chavismo, vinculado a la democracia revolucionaria, la construcción de hegemonía y la propiedad social en manos del pueblo, por ello sería un error reducirlo sólo a concerniente a consejos comunales y comunas.
Toca agregar -en los términos planteados en las leyes del poder popular, sumando coordinación política de los autogobiernos en territorios continuos, es decir, consejos comunales en comuna, comunas en ciudades comunales- todo lo posible. Toca, articular desde la coordinación política entre distintos sujetos, comunas, movimientos sociales, obrerxs, de diversos sectores, independientemente del lugar donde se encuentren, para generar una dinámica que permita perfilar una identidad política capaz de poner en la agenda pública las claves que Chávez nos planteó para la construcción del socialismo.
Eso exige de lxs obrerxs, de lxs estudiantes, de las mujeres, y de todx revolucionarix, asumir que la tarea de construcción de la nueva sociedad no es de un sector, que lo común se defiende e impulsa entre todxs.
En fin, toca ir definiendo la identidad en clave política del sujeto comunal, del movimiento comunal en sentido amplio, impulsar su autonomía, agregación y articulación, sólo desde allí se puede fomentar un ejercicio de corresponsabilidad política que nos cree las condiciones para la constitución de un Sistema de Gobierno Popular: allí está el socialismo, allí está Gobierno Bolivariano y la Revolución que Chávez nos encomendó.
El pueblo y Nicolás Maduro tienen una nueva oportunidad para concretarlo, el tiempo es ahora.