El desastre social convulso que azota a Perú, Argentina, México, Honduras, Colombia y en particular Brasil con manifestaciones diarias de protesta, es síntoma inequívoco del malestar de esos pueblos bajo gobiernos pitiyanquis. Hechos reprimidos policial y militarmente, se dimensionan con saldo de muertes y lesionados, a pesar de la disimulocracia comunicacional internacional que trata de ocultar el descontento popular, minimizar noticias de oposición y manipular los sucesos antiimperialistas, imponiendo el poder y la influencia de corporaciones mediáticas, incapaces de criticar gobernantes vasallos de Donald Trump. o del Presidente gringo de turno.
Es asqueante por arrastrada la conducta de ex "diplomáticos" venezolanos de gobiernos demócrata representativos entre 1958 y 1999, personajes a quienes conocidos periodistas siempre enemigos de la revolución bolivariana, al entrevistarlos les hacen preguntas de la siguiente manera, "Embajador, usted qué opina de...", así los endiosan pese a que ya no son funcionarios diplomáticos, y el haber sido no les otorga beneficios obligatorios permanentes, legales sólo cuando ejercieron la diplomacia oficialmente.
Uno de esos "embajadores" y para complemento presuntuoso, quedó en evidencia ante las pantallas de TV, atacando a nuestro joven, preparado y valiente Canciller actual, Jorge Arreaza. Para el vetusto "ex diplomático", viajero frecuente en estos últimos años pidiendo sanciones contra Venezuela, "el Ministro Arreaza se peleó con todos los embajadores de la OEA..."- Así describe este personaje su infortunada y entreguista conducta, develando su cuartorepublicanismo que en quinquenios blanquiverdes nunca defendió la soberanía nacional, por ser neo esclavos de la política colonialista de EE UU, gente a quien nadie reprime ni le impide opinar públicamente, en esta "dictadura socialista bolivariana".
