A punto de constitucionalizar nuestra destrucción

El famoso pacto de Punto Fijo el 31 de octubre de 1958, permitió estabilizar una democracia que sí bien nunca fue perfecta era perfectible. Sus orígenes fueron estrictamente partidistas, por ello la democracia se degeneró en una insalubre partidocracia, repetimos, fueron nuestros primeros pasos democráticos, a pesar de los errores, era viable, faltó liderazgo político vanguardista, visionario.

Luego llegó la denominada V República, sus orígenes fueron enmarcados en un militar quien saltó a la fama por un golpe de Estado fracasado, el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías. Ahora bien, ese origen se trasladó a la realidad política, económica y social del modelo país plasmado en la CRBV del 99, nuestra democracia, muy floreada textualmente, continúo degenerándose en la práctica hasta llegar a lo que hoy padecemos (y empeora): una sociedad militarizada, de élites intocables, donde los males de la república anterior se agravaron a la enésima potencia creándose problemáticas y padecimientos mucho más dantescos.

Es decir, los países se transforman en la esencia de sus arquitectos, sobre todo en repúblicas como la venezolana donde la educación, la cultura del trabajo, la cultura política en general, están en proceso de construcción, una muy lenta construcción, ello lo constatamos cuando Venezuela, por sus bellezas/riquezas naturales, tamaño geográfico y demográfico, es probablemente el país más rico del planeta, pero exhibe una población viviendo en un vergonzoso tercermundismo castrista.

La pregunta del millón de dólares: entonces ¿Cómo será el país que nos aguarda de cara a la nueva constitución que redacta la actual ANC? La respuesta es enloquecedora, comenzamos por responder que esta carta magna está siendo concebida al margen de la constitución vigente, al margen de la legitimidad, al margen de todo precepto democrático. La promoverán discípulos de un partido político que adoctrina a sus militantes, a quienes el castrismo es un maná celestial.

Para la nueva constitución que las familias de alimenten por una cajita de comida impuntual/exigua, adquirir dádivas gubernamentales a través de un carnet partidizado, la militarización de la sociedad, será el ideario de la patria naciente. Para muestra un botón, en el reciente "Plan 50" que adelanta el régimen, que busca imponer los precios a 50 productos, obliga a los productores que aún quedan en el país entregar el 70% de la producción al gobierno, lo que continuará alimentando todo el vertiginoso espectro de corrupción/bachaqueo y manipulación de los venezolanos a través de sus necesidades básicas, como la alimentación… no son elucubraciones, es lo que está ocurriendo hasta la fecha.

Qué país nos puede esperar cuando la única forma de trabajo reconocida por el gobierno es la comunistoide, donde nadie puede surgir personal ni familiarmente, donde todo está centralizado y el gobierno es quien decide quién, cuando, cuanto y qué comer, vestir, usar. Qué podemos esperar de un proyecto país donde la educación es un vulgar adoctrinamiento embrutecedor que fue superado por la humanidad hace más de medio siglo, cuando la excelencia, la preparación y los méritos son cualidades excluidas de las instituciones del Estado… ¡Que Dios nos agarre confesados! El chavismo ha demostrado que en política no hay nada malo que no pueda estar peor. @leandrotango

 

 



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Leandro Rodríguez Linárez

Politólogo / Analista político / Articulista de opinión, con más de 1.200 artículos publicados nacional e internacionalmente.

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