Hace años Comandante, esta frase sembró la esperanza y estremeció al pueblo para toda la vida. En el corazón de los humildes encendió la luz para emprender el cambio; mientras que en el estamento de la oligarquía infundió terror e hizo tambalear al burlesco, decaído y grotesco poder de la clase dominante. Por ahora, Comandante, estamos obligados a continuar su lucha y nunca decaer.
Por ahora, Comandante estamos profundamente contestes que sus enseñanzas son lo mejor para Venezuela, por ello realizamos cursos de formación, para prepararnos y avanzar con firmeza, con el fin fundamental que se cumplan sus sueños y Venezuela sea ejemplo para América y otros países. Necesitamos formarnos más, trabajar duro, conocer el arte de la guerra y luchar mejor para que nunca puedan, ni con trampas ni con ofertas, impedir que florezca la verdad y que mantengamos nuestra indignación contra cualquier injusticia que se cometa en cualquier parte del mundo.
Comandante Chávez: sirvan estas sencillas palabras para recordar la luz de esperanza que generó aquel 4 de febrero, todo lo positivo que se ha hecho para lograr transformar nuestra patria y los momentos difíciles que hemos confrontando. Hoy seguimos su lucha, enfrentando los atropellos de que somos víctimas por el imperio del norte, que cuenta con el visto bueno de algunos gobiernos sirvientes, con muchos medios de comunicación social al servicio de los poderosos y con la ayuda de una oposición traidora a la patria, totalmente tarifada y servil.
Entendemos que el presidente Maduro realiza un inmenso trabajo para dar cumplimiento a su legado y que son miles los que seguimos sus planteamientos para lograr conquistar la Sociedad Socialista, convencidos que es la única forma de salvar a la Humanidad.
Recordado Presidente Chávez: reciba el homenaje de este equipo que hoy nos dedicamos a estudiar su visión del mundo para impedir que la engaveten; la labor que realiza el Centro de Formación Ideológica busca que la conciencia del pueblo determine el día de mañana que las ideas de Bolívar y las suyas, así como de muchos otros luchadores sigan presentes y que sean la teoría que genere luz, sabiduría, solidaridad y en especial amor, armas fundamentales para la redención del pueblo trabajador. Hasta la Victoria, por ahora y por siempre, Viviremos y Venceremos. Patria Socialista es nuestra meta a ella nos debemos.