Infiltrada una corriente de derecha en el gobierno

Después de observar y escuchar con atención las palabras del camarada Julio Escalona, en senda entrevista con José Vicente Rangel, este domingo 22, estimamos quedó claro a los innumerables camaradas, que desde la postura revolucionaria, se hicieron expectativas positivas con relación a la política de Precios Acordados, que no tenía otro fin sino ponerle coto a la especulación desatada por la burguesía comercial-importadora, y que tiene como conductor del vagón de los precios al administrador de las empresas canadienses, don Lorenzo Mendoza, que dicha política no tiene posibilidades de concresión. Afirma, el camarada Escalona: "Hay una corriente de derecha que está enquistada en el Alto Gobierno aliada a los empresarios", y va más allá, al responsabilizar a esa camarilla de obstaculizar toda respuesta a dicha problemática que tiene a nuestro pueblo con los crespos hechos. No obstante, todavía ese pueblo mantiene su confianza en el Hno. Presidente Maduro, según lo refleja el reciente estudio de la encuestadora Hinterlaces, realizado entre los días 2 y 18 de julio, ante la pregunta: ¿Qué preferiría usted, que el gobierno del presidente Maduro tome medidas efectivas y resuelva aunque sea en parte los problemas económicos del país o prefiere que venga un gobierno de oposición? Un 58 por ciento estima que sea el Presidente Maduro quien los resuelva, contra un 39 por ciento que estima que sea un gobierno de oposición. El pueblo, está claro en cuánto a quién debe resolver la actual problemática por la que atraviesa la economía nacional. Quien no pareciera tenerlo claro, es el Gobierno que encabeza el Hno. Presidente Maduro, quien se ha engarrotado, en provecho de la camarilla de derecha que le ha inmovilizado, permitiéndole actuar a la burguesía comercial-importadora a su antojo, y hacer con el pueblo lo que le ha dado su gana, liberalizando los precios y pulverizándole sus ingresos, mientras maximiza sus ganancias.

La realidad de la Revolución Bolivariana actual, nos ha topado con la existencia de dos gobiernos: por un lado, el Constitucional, encabezado por el Hno. Presidente reelecto Nicolás Maduro y, por el otro, el gobierno de la economía burguesa, encabezado por Lorenzo Mendoza y los gremios empresariales: Fedecámaras, Consecomercio y cía. Uno, gobierna desde Miraflores, desde la cuna del poder político nacional, mientras el otro gobierna el mercado y lo pone a funcionar según sus intereses de resguardo de sus tasas de ganancias. Uno, se mantiene a la defensiva ante las ya innumerables tentativas de golpe de Estado auspiciadas, financiadas y ejecutadas por la élite empresarial; mientras el otro, tercamente, creyéndose respaldado por el gobierno de Trump, aspira reeditar un nuevo 11 de abril y dar al traste con el gobierno Constitucional para poder con ello, poner sus garras sobre el erario público nacional, que pudo manejar a su antojo durante toda la cuarta república.

"No cabe la menor duda que este "entrelazamiento" no puede durar mucho. En un mismo Estado no pueden existir dos poderes. Uno de ellos está destinado a desaparecer" (V. I. Lenin, Les tâches du prolétariat dans notre révolution, "L’originale dualité du pouvoir et sa signification de classe"), sentenciaba V.I. Lenin, planteándose en consecuencia, para que la Revolución pudiera dar el viraje democrático burgués hacia la perspectiva socialista: ¡Todo el poder a los soviets!, que sería lo mismo que decir: ¡Todo el poder para el pueblo! Hugo Chávez Frías, tenía claro la resolución de esa disyuntiva, así en la confrontación con Lorenzo Mendoza con relación a uno galpones que utilizaba éste como depósitos de cerveza en Barquisimeto, y que el Presidente Chávez estimó conveniente expropiar en beneficio del pueblo para la construcción de viviendas, ante la resistencia del empresario-especulador, el Comandante Chávez no dudó en manifestarle su posición principista con relación a la burguesía: "¡Mendoza ah! Cuatro mil cajas, qué están haciendo con eso, claro hay que destruirlas. Y sí insisten les quitamos los camiones, les quitamos los camiones, y los convertimos en transporte de alimentos, chico, se los damos a los Consejos Comunales. Eh, y Mendoza que vaya a hacer no sé, lo que le dé la gana, a denunciarme en la OEA, la corte celestial, donde le dé la gana a la burguesía caraqueña. No tengo nada que ver con ellos, nada. Ni tengo planes de conciliación, todo lo contrario, todo lo contrario. ¡No hay conciliación con la burguesía venezolana! No hay. No hay. Ni habrá." (https://www.youtube.com/watch?v=eJ9vtEybatY)

Desde que murió nuestro Comandante Chávez, al Mendoza no se le trató con tanta dureza, y mire cuánta vaina ha echado a nuestro pueblo el capo de la harina de maíz. Hasta que esta semana, hemos leído un tuiter fechado el 20 de julio del Hno. G/J Padrino López, quien –valientemente- le ha hecho una exhortación al líder de la especulación en el país: "Hago un llamado a acabar con los precios elevados y con esa tendencia a que cada día hay un precio diferente; como ejemplo: las Empresas Polar. Es inaceptable el aumento de precio cada vez que se hace la distribución a pequeños y medianos comerciantes". Padrino López, venía de hacer una inspección al Mercado de Quinta Crespo en donde pudo escuchar con atención las quejas de los llamados "locatarios" o arrendatarios de locales comerciales en dicho mercado, con el sobreprecio de los productos que les llegan para su venta, comprometiéndose con ellos en sumar su esfuerzo para abordar esa problemática y procurar soluciones. Es la primera vez, que un funcionario de gobierno se interesa por esa temática que ha pasado a ser la más urgente para el pueblo todo. Muy pocos gobernadores, alcaldes, ministros o ministras e incluso, el propio Hno. Presidente Maduro, se ha interesado en abordar esa problemática con la urgencia y premura, que está reclamando el pueblo venezolano. Todo lo contrario, cuando no es la agenda de reconciliación y paz, son los conflictos laborales, siempre habrá un tema ajeno a las urgencias del pueblo que distraigan la atención del Gobierno para no asumir decisiones sobre este gravísimo problema. Pero, el tiempo apremia y las distracciones se agotan, tanto, como la paciencia.

En una situación de poder dual, agravada con una quinta columna que ha avanzado hasta el seno del propio Gobierno Revolucionario, es lógico prever su inmovilización tal cual está ocurriendo en estos momentos, en que el Hno. Maduro, no se atreve a tomar decisiones sobre el tema económico para no afectar intereses del entorno gubernamental. Hugo Chávez, tenía total claridad sobre qué hacer en una coyuntura como la presente, incluso, menos agudizada, y le indicaba con firmeza al enemigo de clase: "Si sigues mamando gallo (a Lorenzo Mendoza) yo te voy a quitar todas las empresas para que me llames dictador con más ganas". Las respuestas, están en el pueblo Hno. Maduro, no en las cúpulas que le cercan en Miraflores y le impiden respirar aire fresco. A esas cúpulas, el Gral. Müller Rojas, les llamaba "Nido de alacranes", explicándolo en los siguientes términos: "Lo había identificado en varias oportunidades como el nido de alacranes. Hay que ir eliminando ese círculo de hierro de la burocracia que ha encerrado al presidente y le ha cortado la relación directa que tenía con la sociedad. Ese círculo ha generado una burocracia privada a través de prácticas que eran normales en la democracia representativa, pero que son absolutamente fuera de orden en una democracia participativa y esa situación ha generado una pérdida de confianza que afecta la figura presidencial, porque la gente lo percibe como que él tiene cierta responsabilidad y sobre todo afecta al PSUV que aparece como un partido al estilo de las viejas organizaciones de la democracia participativa que defendían intereses grupales" (Entrevista realizada por la periodista Carolina Hidalgo).

Ese "círculo de hierro", como lo define Müller, es fundamental –para el pueblo- saber identificarlos. Y, en esa importante labor debe el partido de la Revolución y sus fuerzas aliadas, el PSUV y el GPP, deben incorporarse con mucha fuerza pues, como señala Müller, las organizaciones políticas revolucionarias se ven también afectadas al crearse en el imaginario popular la creencia que, al igual que el Alto Gobierno, las fuerzas políticas revolucionarias comparten las políticas colaboracionistas con la burguesía que desarrolla el Alto Gobierno, en perjuicio del pueblo todo. El PSUV y las fuerzas aliadas del GPP, juegan un rol estelar en la batalla contra esa quinta columna infiltrada en el seno del Gobierno Revolucionario, denunciando las tendencias derechistas y burguesas que están en ofensiva, creyendo que les ha llegado la hora del asalto al poder político y enarbolan como bandera, acudir al Fondo Monetario Internacional, levantar el Control Cambiario, formalizar la liberación de precios, en fin, entregar la soberanía económica del país al imperialismo, a sus agencias económicas y demás entes financieros. Difícil coyuntura ésta, que nos ha tocado transitar. No obstante, la salida será y seguirá siendo, volver a Chávez…

Caracas, 23-07-2018

 

 



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Henry Escalante


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