A pesar de mi pesimismo y de los petros que públicamente aposté ayer con Jorge Rodríguez, dejando claro que estoy convencido de que los comerciantes sí se comerán la luz, no les puedo negar que me seduce la idea de que después de cobrar los primeros petros podré cubrir como mis ingresos buena parte de los alimentos que mi familia regularmente consume.
Apenas hoy conoceremos la tan mentada lista de los "precios acordados" de los 50 productos que hace meses el gobierno nos prometió, pero insisto, en estas últimas horas he comenzado a soñar que quincenalmente además de proteínas (carne, pollo, pescado, etc.), hasta detergentes y productos de higiene, volveré a comprar.
Les confieso que son muchas las veces que me entra la duda de nuevo y me niego a creer que los que nos han inducido la terrible crisis económica que padecemos se quedarán de brazos cruzados y darán la bienvenida al Petro y al Bolívar Soberano como si nada y volveremos a ser un "país normal" en el que a pesar de que los trabajadores se quedarán siempre con la menor tajada del producto de su trabajo, siempre los capitalistas se asegurarán de que esta fuerza de trabajo subsista con sus ingresos, quedándose ellos con la mayor tajada siempre.
Hace rato que aquí dejamos de ser un "país normal". Dirán los opositores que desde 1999, cuando llegó Chávez a Miraflores, no somos un país normal, pero la verdad es que quizás nunca hemos sido un país normal y menos desde que se descubrió que en el subsuelo había ese "oro negro" llamado petróleo, causante de buena parte de las desgracias nuestras, así como la causa también de la riqueza desmedida de unos pocos. Por mi parte diré que cualquier intento de sacudirnos de las lógicas de dominación que durante más de un siglo nos impusieron quienes desde fuera, con sus acólitos adentro, manejaron la riqueza petrolera, es plausible y debe intentarse.
Según parece que con el salario y los precios de las mercancías anclados al valor del petróleo mediante el uso del petro podremos "bypasear" la lógica hegemónica impuesta por el dólar. Mucho sabihondo de la derecha repite que el petro no existe que es una invención y que eso está condenado al fracaso. La verdad es que lo que sí existe es la reserva petrolera, que es una de las mayores del mundo, que reposa bajo nuestro subsuelo. Pero además en nuestro país hay una gran cantidad de minerales que pueden fortalecer y sustentar además la economía de nuestro país.
El pueblo de Chávez está resteado con Maduro, la propuesta de reconversión monetaria cuenta con el apoyo indudable del chavismo. Debe el gobierno de Maduro apoyar irrestrictamente al pueblo y prepararse en serio para que los que se coman la luz afronten las consecuencias que ello trae consigo.