Develado el misterio, rebelada la razón, descubierta la adicción. El pueblo venezolano padece una manía consumista, sembrada en el proceder del colectivo desde los infames tiempos de la falsaria democracia representativa, que el capitalismo salvaje vendió al mundo como "Venezuela vitrina de la democracia de América", pese a ser la nación servil número uno del capitalismo salvaje, que esquilmó nuestros recursos naturales durante 40 años transcurridos entre 1959 y 1999.
Esta opinión la elaboro cuando se produce el Macritarifazo económico en Argentina, orden de un capitalista salvaje empresario presidente, que lleva a los ricos a violar derechos de los pobres, amparándose en las políticas de su colega Trump. Por el mismo camino está la coalición de gobiernos de la derecha maltrecha antipopular, conformada por Jefes de Estado de Perú, Ecuador, Brasil, Honduras, Chile y Colombia, más los adulantes de México y Canadá.
Las crisis humanitarias se caracterizan en el mundo porque las sufren países en hambruna generalizada, falta de alimentos total, la ONU debe acudir a proveerles gratis la comida a los más necesitados, hay fuga o migración de ciudadanos a consecuencia de guerras intestinas, o políticas que le dan la espalda a sectores mayoritarios de menores recursos, necesitados de atención, algo que ocurre hoy en Argentina y Brasil, bajo gobiernos capitalistas salvajes.
La diferencia con Venezuela es que la tal crisis humanitaria la indujeron opositores a la revolución socialista, para reflejar un presunto fracaso de los gobiernos de Chávez y Maduro. Dicen que no hay alimentos, y no es por culpa del modelo socialista, sino porque los desaparecen y encarecen, no llegan al país medicinas porque nos bloquean con acoso y boicot financiero. Tenemos para comprar pero los politiqueros opositores aplauden sin querer queriendo..., la desestabilización y los sabotajes.
Llenos de insinceridad y deseosos de ser consumistas ilusos, no aprenden e insisten en el engaño comunicacional, son maniáticos del consumismo, ignaros en política e ignorantes de lo que ocurre en el mundo con el desbarrancamiento del capitalismo salvaje, acceden al poder mediante falsas acusaciones a Presidentes y Presidentas socialistas, exoneran a los ricos y crean impuestos para los pobres. Ni más ni menos que la realidad actual en Brasil y Argentina, Venezuela y el socialismo siglo XXI les dice NO PASARAN.