Fui por primera vez al mercado al aire libre de Caño Amarillo, quise rendir bien mi primer salario petrolizado. Al ver la gran cantidad de timbiriches de lado y lado desde la esquina donde cantó Gardel hasta la Avenida Sucre me sentí aturdido, el flujo de personas buscando los mejores precios era constante, parecía que confirmaba lo que me había dicho mi amiga "llégate que la SUNDDE pasó por ahí y los precios son los ‘justos’".
Parece que llegué muy tarde, mi travesía resultó inútil, la carne que quedaba estaba al doble del precio acordado, el queso tenía un precio distinto en cada tarantín, ni rastro de los huevos y el jabón, bien gracias. Me dirigí al final de la Avenida Baralt, vi al final del túnel una luz, en un camión estaban vendiendo pollo a 78 Bs.S el Kg. Después de toda una mañana buscando el mejor precio, pude llegar con un producto a mi hogar.
Para comprender lo que me pasó en el mercado, me senté un buen rato, aparté mi emocionalidad y pensé en frío. Inmediatamente me puse analizar las acciones económicas que están en "pleno desarrollo".
El Programa de recuperación, crecimiento y estado de bienestar y prosperidad económica toco el núcleo central de la producción de riqueza: el factor trabajo. Al anclar el salario del trabajador al Petro, rompió con el proceso de pauperización del ingreso salarial. Una gran parte del sector empresarial (grande y pequeño) sigue respondiendo a un vulgar saboteo político, aunque su ganancia está garantizada, ellos hacen doble juego. Están utilizando un arma ya conocida: el acaparamiento y la especulación.
Nuestra ofensiva tiene que ser frontal, rápida, contundente. No podemos dejar que el enemigo se recupere. Se deben incorporar decididamente todos los Alcaldes y Gobernadores, las fuerzas de seguridad, los trabajadores y trabajadores, el poder popular a los comités de defensa del salario, debe verse en todos lados defendiendo al pueblo, con la aplicación de todo el peso de la ley a los comerciantes y empresarios conspiradores. Las fuerzas revolucionarias tenemos que enfrentar con todos los hierros a todo ese sector que afecta a la gran mayoría y pone en riesgo nuestra independencia económica.
