Igual que en la intervención de Hugo Chávez por la nación potencia del mundo petrolero, poseedora de recursos naturales imprescindibles: oro, coltán, diamantes, agua y otras cuantas etcéteras de nuestra tierra de gracia, el primer Presidente sucesor chavista, transparentemente electo y reelecto Nicolás Maduro, dio en la ONU la lección necesaria, para observar el contraste entre la democracia y el "policía" global más descarado y rechazado, que representa cada Presidente de turno en USA, tratando de seguir mandoneados desde el cónclave internacional, el cual debería ser el de mayor ecuanimidad mundial, sin pueblos arrodillados a ningún imperio político-económico.
Venezuela expuso de nuevo el orden moral de la política internacional, pese a las amenazas del capitalismo salvaje, cobijados por imperialistas del mercantilismo y ordenando a vasallos timoratos, mentirosos y arrastrados. Recibimos el aplauso sincero y honesto de múltiples delegaciones en la ONU, justo cuando vivimos un mundo donde fórmulas políticas están a la deriva en medio de un océano de anarquías migracionales desde Asia y África hacia Europa, la plaga del narcotráfico, la violencia de carteles de la corrupción política, y las mafias corporativas fascistas que asaltan el poder como lo hizo Hitler en su malhadado tiempo del siglo XX y la 2da, guerra mundial.
Venezuela surge dando respuesta socialista al desmadre de fracasados gobiernos bajo la vetusta "democracia representativa". Nuestra patria vence el pretendido aislamiento del cual pregonan sus supuestas bondades engañadores desesperados por perder elecciones, y angustiados por ver lejos el poder político. Cobijados por EE UU, no podrán derrotar el éxito diplomático y las neo relaciones mundiales de Venezuela, hoy con el Presidente obrero Nicolás Maduro, continuando el legado antiimperialista histórico de Simón Rodríguez, Simón Bolívar, Ezequiel Zamora y Hugo Chávez, venezolanos universales en la política de todos los tiempos.
