Como una gran victoria podemos catalogar la intervención del Presidente Nicolás Maduro en la 73 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.
Mientras muchos apostaban que Maduro no asistiría a esta cita mundial, de repente apareció en las redes sociales un mensaje del propio presidente que anunciaba "Aterrizando en Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU. Traigo la voz de todo mi pueblo, vengo cargado de Pasión Patria para defender la verdad.", mientras tanto en la sede administrativa de las Organización de las Naciones Unidas (ONU) el comentario del día era la pronta llegada del mandatario suramericano, donde se hacían cualquier tipo de conjeturas sobre su visita a la ciudad de Nueva York y la intervención en este escenario multilateral, luego del discurso guerrerista e intervencionista del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump donde entre algunas otras palabras dijo "Todas las opciones están sobre la mesa", "Todas, las fuertes y las menos fuertes y sabes lo que quiero decir con fuertes" quien además había asomado su disposición de reunirse con su homólogo venezolano.
La llegada del Presidente Nicolás Maduro a Nueva York estaba en el ojo mundial, era mucho lo que ya se venía especulando a través de los distintos medios y formas de comunicación, donde la mayoría asumía que Maduro no asistiría a la importante asamblea debido a las supuestas amenazas que días anteriores estos mismos medios publicaban sobre su posible detención bajo cualquier ilógico argumento.
Al presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro le tocaba intervenir aproximadamente a las 7:00 pm, del día miércoles 26 de septiembre, llegando a la sala a las 5,30 donde luego de algunos saludos de los delegados y delegadas de distintas misiones diplomáticas que se acercaban para saludarlo o tomarse una fotografía, se sentó en el lugar reservado para Venezuela, a las 7:40 pm el mandatario subió al podio para iniciar su esperada intervención.
El pueblo venezolano se regocijaba de alegría en cada palabra que expresaba el presidente Maduro, era la misma alegría que se reflejaba en los rostros de la delegación venezolana que acompañaba a Nicolás en tan importante escenario internacional, esa alegría que aún no entendía la mediática internacional, que estaba embelesada aun con el pobre discurso que dio en ese mismo escenario el presidente Donald Trump y la posible reacción del presidente venezolano. Tan embelesados estaban que no se dieron cuenta que en ese mismo momento a las 7:40 pm se estaba legitimando ante el mundo al Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro Moros, no porque sea ilegitimo, sino que así lo venían mostrando ante mundo la derecha mundial y su coro mediático para justificar el empeño imperial de invasión.
Aquí el discurso
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro
Señores embajadores, embajadoras, jefes de delegación de los países representados en la Organización de Naciones Unidas. Señora presidenta de la Asamblea General, María Fernanda Espinoza, quiero transmitir la felicitación de la delegación de la República Bolivariana de Venezuela, nuestro gobierno, por asumir la presidencia de este período 73 de la Asamblea General, primera mujer latinoamericana que asume la presidencia de un período de sesiones; 73 período de sesiones. Hemos sido convocados, en esta oportunidad, para trabajar y tratar en este período de sesiones un tema importante, vital, que ha sido titulado de la siguiente manera: «Conseguir que las Naciones Unidas sean pertinentes para todo liderazgo mundial, y responsabilidades compartidas para lograr sociedades pacíficas, equitativas y sostenibles».
Conseguir que las Naciones Unidas sean pertinentes para todos. Precisamente, un objetivo noble, elevado de lo que el sistema de Naciones Unidas debe ir construyendo a la luz de este siglo XXI, un siglo XXI de grandes oportunidades, y estamos seguros, un siglo XXI que marcará la pauta de procesos de liberación humana, de liberación política, de liberación de los pueblos, que tendrán más temprano que tarde importantes impactos sobre el devenir de la Organización de Naciones Unidas. Esta Organización de Naciones Unidas nació al calor del final de la llamada Segunda Guerra Mundial (1945) y su configuración en el resto del siglo XX expresó los conflictos y las formas de acción posguerra de esos años del mundo bipolar, y luego de la caída de la Unión Soviética, en los años 90, de un mundo unipolar.
Siempre la correlación de fuerzas en el funcionamiento del mundo ha influido directamente sobre la Organización de Naciones Unidas, y para que la Organización de Naciones Unidas sea pertinente, como es el objetivo de esta 73° Asamblea General, tiene que expresar los anhelos, la forma de ser, la cultura, el pensamiento político, la pujanza y las esperanzas de las mayorías en el mundo.
Es por eso que Venezuela hoy viene a decir su verdad. Traigo la verdad de un pueblo luchador, heroico, revolucionario. Traigo la voz de una patria que se ha negado a rendirse a lo largo de la historia, se ha negado a rendirse a la injusticia, a los imperios, ayer esclavistas y coloniales, hoy igualmente esclavistas y neocoloniales. Traigo la voz de un pueblo histórico que se levantó de la resistencia heroica de los aborígenes, de los pueblos originarios que durante siglos se resistieron a la dominación de los imperios coloniales de los siglos pasados. Traigo la voz del pueblo que tiene el honor de ser la cuna del gran Libertador Simón Bolívar, el más destacado líder de la generación de los libertadores de la América, que hace 200 años cumplieron la proeza heroica de fundar un continente, de fundar una región, de fundar un sueño: Las repúblicas independientes de esta región del mundo.
Un pueblo histórico, Venezuela, que es cuna y a la vez escuela de valores republicanos, que es cuna y escuela de rebeldía, que es cuna y escuela de dignidad, de valores, como la igualdad; que es obstinada nuestra patria en la búsqueda de su independencia y su soberanía a lo largo de los siglos.
Esta es la voz que traigo ante este escenario que ha sido testigo de una de las arremetidas más infames y bochornosas que se conozca en los últimos años. Nuestro país es un país acosado, agredido. Ayer en este mismo lugar, el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica arremetió, una vez más, contra el noble pueblo de Venezuela, enarbolando, como así lo dijo la doctrina que hace 200 años fundó el Imperio de los Estados Unidos y determinó, desde entonces, lo que iba a constituir, luego, su papel intervencionista, su pretendido papel de juez, parte y policía del mundo, la Doctrina Monroe. Sí, aquí en este mismo lugar estuvo el presidente de la nación imperial más poderosa del mundo, los Estados Unidos de Norteamérica, enarbolando la doctrina de James Monroe, quien dijo en su tiempo: «América para los americanos», diciendo que el resto de la América tenía que pertenecerle como patio trasero a los intereses, ya, de élites que dominaban desde Washington la configuración de esta nación, antigua colonia del Imperio británico.
Él enarboló ayer esa doctrina, la Doctrina Monroe. Dirían ustedes: «¿Por qué la arremetida tan feroz del poder estadounidense a todo nivel expresado en el discurso del presidente Donald Trump el día de ayer?». Es un conflicto histórico, bastante lo hemos dicho en el mundo, bastante lo conoce nuestro pueblo, es el conflicto entre la doctrina imperial intervencionista, neocolonialista de Monroe, versus la doctrina histórica, independentista de rebeldía, de dignidad, de justicia, de libertad republicana, de igualdad, de nuestro Libertador Simón Bolívar; es un viejo conflicto, es una vieja contradicción entre una doctrina imperial que pretende dominar nuestra región. En el siglo XIX se planteaban dominar solo nuestra región, en el siglo XX ya se plantearon dominar el mundo y en el siglo XXI pretenden seguir gobernando, dirigiendo, chantajeando, ordenando el mundo como que fuera su propiedad. En nuestra región ese conflicto, esa contradicción tiene 200 años entre las banderas libertarias republicanas, que propugnaban un mundo de equilibrio, de respeto —para entonces en el siglo XIX de Simón Bolívar y los libertadores— y las banderas pro imperialistas, intervencionistas, que propiciaban el dominio de toda una región por una élite que ya tomaba el control del poder en Washington.
Es un viejo conflicto histórico que lo conocemos bien. Hoy Venezuela es víctima de una agresión permanente en lo económico, en lo político, en lo diplomático, en lo mediático, por parte de quienes gobiernan los Estados Unidos de Norteamérica. Enarbolan la Doctrina Monroe para justificar desde el punto de vista ideológico, político, diplomático, la agresión contra nuestra amada patria, nuestra razón de ser.
¿Por qué la agresión política, económica, diplomática contra Venezuela? En primer lugar, porque Venezuela ha levantado un proyecto autónomo de revolución democrática, de reivindicación social, de construcción de un propio y nuevo modelo de sociedad, basada en las raíces históricas de nuestra nación, basada en la identidad de nuestro país, basada en la cultura propia de nuestra región latinoamericana. Quieren desde hace 20 años, detener el curso de la historia, del desarrollo de un proyecto revolucionario que nació de la propia raíz de lucha de nuestro pueblo y de nuestra región. Y en segundo lugar, quizás más entendible, para las razones geopolíticas mundiales, Venezuela es la nación del mundo que posee la reserva de petróleo más grande, certificada a nivel internacional. Venezuela fundadora de la OPEP, Venezuela país con 100 años de producción petrolera, descubrió y certificó internacionalmente la riqueza petrolera más grande del mundo; y Venezuela además posee importantes riquezas naturales y mineras. Hoy nuestro país está certificando lo que pudiera ser, con estándares internacionales, la primera reserva de oro del mundo.
Debe saber el mundo que además de la más grande reserva internacional de petróleo, Venezuela hoy certifica bajo estándares internacionales la más grande reserva de oro del mundo, y, además, Venezuela hoy también certifica lo que va a ser la cuarta reserva de gas del mundo. Importantes riquezas naturales, importante ubicación geopolítica, geoeconómica, geoestratégica, que ha llevado a las oligarquías del continente y a quienes dominan desde Washington, a plantearse la dominación y el control del poder político en Venezuela. Venezuela hoy es víctima de una agresión permanente.
En lo económico Venezuela ha sido sometida en los dos últimos años a una serie de medidas unilaterales ilegales de persecución económica, de bloqueo económico, se nos ha impedido la utilización de la moneda internacional, el dólar, con posiciones de uso de dominio por parte de las autoridades, de la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos. Hoy por hoy Venezuela no puede negociar ninguna transacción internacional a través del dólar. ¿Sabía el mundo que Venezuela es perseguida desde el punto de vista económico, comercial, monetario? Hoy Venezuela es sometida a un conjunto de mecanismos de sanciones económicas ilegales, unilaterales.
Ayer el presidente de los Estados Unidos, precisamente, desde esta misma tribuna, anunciaba nuevas sanciones, pretendidas sanciones económicas y financieras contra nuestro país, precisamente en el santuario de la ley, en el santuario de la legalidad internacional. Sabe el Sistema de Naciones Unidas que las sanciones unilaterales, utilizando el dominio, el favor de la moneda y la persecución financiera, se consideran ilegales desde el punto de vista del derecho internacional. Venezuela también es sometida a una agresión permanente en lo mediático, se ha tratado de construir un expediente para justificar una intervención internacional. Hoy sabemos que es una intervención internacional lo que se ha pretendido, una intervención militar de control de nuestro país. Se ha construido a nivel mediático mundial un expediente contra nuestro país para pretender una crisis humanitaria, una crisis humanitaria que utilice los conceptos de Naciones Unidas para justificar una coalición de países, encabezados por el Gobierno de Estados Unidos y sus gobiernos satélites en América Latina, que le ponga la mano a nuestro país. Se ha fabricado por distintas vías una crisis migratoria, que se cae por su propio peso, que pretende desviar las verdaderas crisis migratorias que hay en el mundo, que demuestran lo «desfavorecido» que somos los países del Sur. La crisis migratoria que hay en América Central, en México, en América Latina, que hay hecho el anuncio de un muro de contención contra nuestros pueblos, un muro de divisiones entre nuestros pueblos. No se quiere hablar y se pretende dar un trato de doble rasero de la situación real de los migrantes latinoamericanos, caribeños, contenidos, perseguidos en la frontera con México, separadas las familias enteras, secuestrados niños, y no se quiere dar respuesta ni visibilizar ese asunto. No se quiere visibilizar la gravedad de la crisis migratoria provocada por la destrucción de Libia por parte de la OTAN, que generó la migración de miles de hermanos africanos, de millones de hermanos africanos y del Medio Oriente, producto de la guerra contra Siria.
Y se ha tratado de enfocar, en una campaña mediática mundial, una pretendida crisis migratoria en Venezuela para justificar lo que desde hace varios años se viene anunciando, una intervención humanitaria. Es el mismo esquema de las armas de destrucción masiva de Irak, es el mismo esquema que justificó la intervención de otros países, ahora bajo el esquema de una gran campaña brutal de guerra psicológica.
Venezuela hoy es víctima también de una agresión de carácter diplomático. Ayer fuimos testigos, queridos hermanos y hermanas de los gobiernos del mundo, de cómo el Presidente de los Estados Unidos hizo amenazas directas de recorte de ayudas, de retiro de ayudas directas del Gobierno de Estados Unidos o de bloqueo de ayudas de los sistemas internacionales de apoyo y auxilio para los gobiernos y pueblos del mundo que lo necesitan.
Hemos escuchado los discursos de varios gobiernos demandando mejores mecanismos para acceso al financiamiento, para el desarrollo al cual tienen derecho nuestros pueblos. El Presidente de los Estados Unidos, ayer, desde esta misma tribuna, amenazó a los gobiernos del mundo con someterse a sus designios, a sus órdenes y a colaborar en sus políticas en el sistema de Naciones Unidas, o ellos actuarían en consecuencia. Sobre Venezuela se ha dirigido una feroz ofensiva diplomática en todos los órganos del sistema de Naciones Unidas, apoyado por gobiernos satélites, que arrodillados mancillan el honor de los pueblos que dicen representar.
Venezuela ha sido sometida a una agresión permanente en lo político. El pasado 8 de septiembre el periódico New York Times, publicó elementos probatorios de la participación de funcionarios de la Casa Blanca y del gobierno de los Estados Unidos, en reuniones para favorecer un golpe de Estado militar y provocar un cambio de gobierno, un cambio de régimen en Venezuela. La investigación publicada por el New York Times, replicada por la revista Times, por el Washington Post, y conocida a través de la prensa mundial, sencillamente lo que vino fue a confirmar la conspiración, la agresión permanente de los factores del Gobierno de los Estados Unidos contra una democracia constitucional, robustecida, una democracia con pueblo como la democracia venezolana. Ya nosotros habíamos denunciado, en su momento, los intentos de violencia contra la Constitución, los intentos de disturbios y golpes pretendidos de carácter militar contra el gobierno constitucional y revolucionario que, por voluntad y voto popular, presido en la República Bolivariana de Venezuela.
Luego del fracaso anunciado, publicado en las páginas del New York Times de estos intentos pretendidos de disturbios, violencias de carácter militar, da el New York Times detalles de cómo funcionarios de los Estados Unidos, desde Colombia, apoyados por el Gobierno de Colombia y la institucionalidad colombiana, se reunieron y ofrecieron su aliento y su apoyo a este intento de cambio de régimen. ¿Puede el sistema de Naciones Unidas, puede la unidad…? Le digo a mis hermanos latinoamericanos y caribeños, ¿puede América Latina y el Caribe aceptar estos métodos que tanto daño hicieron a nuestra región durante todo el siglo XX? Cuántas intervenciones militares, cuántos golpes de Estado, cuántas dictaduras se impusieron durante el largo y oscuro siglo XX latinoamericano y caribeño. ¿Y a quién favoreció? ¿A los pueblos? ¿Qué intereses representó? Los intereses de las transnacionales, los intereses antipopulares. Larga dictaduras, como la de Augusto Pinochet en Chile, tuvieron que soportar nuestros pueblos por empeño de las élites estadounidenses y de la Doctrina Monroe, de negar el derecho que nos hemos ganado a gobernarnos de la forma que sea necesario, gobernarnos y de construir sistemas económicos, políticos y culturales propios de la región. Asistentes [aplausos].
Presidente Nicolás Maduro Por eso dije que he venido a traer la verdad de un pueblo que lucha. Venezuela está en el ojo de la mira de una campaña política y mediática que parece no tener fin, por eso es que traemos la verdad de nuestra patria a esta honorable Asamblea General de Naciones Unidas. Luego del fracaso publicado y anunciado en New York Times de estos intentos de cambio de régimen, ilegal, inconstitucional, criminal, luego de la elección democrática presidencial del pasado 20 de mayo, donde este servidor que está aquí presente, Nicolás Maduro Moros, obtuvo el 68% de los votos populares en elecciones libres —la elección número 24 en 19 años fue la elección presidencial del pasado 20 de mayo—, elección número 24, donde las fuerzas revolucionarias bolivarianas con distintos niveles de aprobación, hemos ganado 22 elecciones frente a las fuerzas opositoras en nuestro país. Luego del fracaso del intento de pronunciamientos militares, luego del fracaso de las candidaturas y de la táctica electoral apoyada desde Washington, con el inmenso triunfo electoral que el pueblo nos dio, el pasado 4 de agosto fui víctima de una tentado terrorista con drones, que pretendió asesinarme en un acto de carácter militar, en una avenida principal de la ciudad capital de Caracas, y que de haberse ejecutado, como fue planificado y es de conocimiento público, habría arrojado una masacre, el asesinato de todo el alto mando institucional, político, militar de nuestra nación, de Venezuela. Ese mismo 4 de agosto los autores materiales, los terroristas que llevaron a cabo el ataque con drones, primer ataque con drones que se conozca en la historia de la violencia terrorista a nivel mundial, ese mismo 4 de agosto fueron capturados por los órganos de seguridad, por los órganos policiales del Estado. Todos los autores materiales, 28 autores materiales fueron capturados en diversos procedimientos de investigación, todos están convictos y confesos. Y todas las investigaciones, como lo he hecho público, y como lo he hecho de conocimiento de varios gobiernos del mundo, todas las investigaciones conducen a que el atentado terrorista del 4 de agosto se preparó, se financió y se planificó desde territorio de los Estados Unidos de Norteamérica. He hecho del conocimiento del Gobierno de los Estados Unidos, por vía diplomática, del nombre, de la responsabilidad y de las pruebas de los autores intelectuales, de los financistas y los planificadores de este grave atentado terrorista del 4 de agosto pasado. Todas las investigaciones indican que este atentado y sus autores materiales, como así lo han confesado, fueron entrenados, preparados durante meses, en territorio colombiano, bajo el amparo y el apoyo de las autoridades colombianas. Y las últimas investigaciones y capturas han develado, como lo he hecho de conocimiento de la opinión pública, que algunos funcionarios diplomáticos de los gobiernos de Chile, Colombia y México, son referidos por los autores materiales como estar involucrados para facilitar su fuga luego de realizado el ataque terrorista.
Yo quiero pedir al Sistema de Naciones Unidas, que se nombre un delegado especial de la Secretaría General de Naciones Unidas que conduzca una investigación independiente, de carácter internacional, sobre las implicaciones y los responsables del atentado terrorista que fue víctima nuestro país el pasado 4 de agosto. Venezuela está abierta, están abiertas las puertas de nuestro país, de nuestro sistema de justicia, para establecer las responsabilidades directas de esta agresión, que es la más grave que se haya producido en la historia política de nuestro país por las implicaciones que tenían, buscaban crear un caos en nuestra patria, buscaban descabezar al Estado en su conjunto, para justificar un enfrentamiento interno, una violencia interna y justificar entonces la activación de mecanismos fuera del sistema multilateral de Naciones Unidas, de intervención militar, como ya otros países la han conocido en el pasado. Venezuela entonces propone, de manera oficial, señor embajador, señor canciller, el apoyo para una investigación independiente de carácter internacional y se determine la verdad, la verdad sobre estos sucesos. Yo, inclusive, he dicho al Gobierno de los Estados Unidos, qué bueno sería que el Gobierno de los Estados Unidos, que ha negado su participación en la preparación y ejecución de estos atentados, qué bueno sería que el Gobierno de los Estados Unidos atendiera el llamado que le he hecho para que el FBI, con profesionales y científicos de alto nivel, se incorporen en esta investigación que esclarezca y ayude a la justicia venezolana a esclarecer la verdad y solo la verdad.
Por allí, al llegar a Nueva York hoy en horas de la tarde, me enteré de que algunos periodistas les habían preguntado al presidente Donald Trump si estaba dispuesto a reunirse con Maduro —así me llaman a mí por ahí—, con Nicolás Maduro, con el presidente de Venezuela. Parece que el presidente Donald Trump dijo en algunas de sus respuestas el día de hoy, que si eso ayudaba a Venezuela, él estaba dispuesto. Pues yo le digo desde esta tribuna, le ratifico desde esta tribuna, a pesar de las inmensas diferencias histórica, a pesar de las inmensas diferencias ideológicas, a pesar de las inmensas diferencias sociales —yo soy un obrero, un conductor de autobús, un hombre del pueblo, no soy un magnate ni un multimillonario—, a pesar de todas las diferencias que pudieran considerarse abismales, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, estaría dispuesto, yo estaría dispuesto a estrechar la mano del Presidente de los Estados Unidos, a sentarme a dialogar sobre los asuntos de las diferencias bilaterales y los asuntos de nuestra región, que así sean considerados. Asistentes [aplausos].
Presidente Nicolás Maduro Así lo creo, Venezuela es un país amigable. Los venezolanos no odiamos a los Estados Unidos, al contrario, apreciamos a los Estados Unidos, su cultura, sus artes, su sociedad. Diferimos de los conceptos imperiales que se posicionaron del poder político en Washington, desde la propia fundación de esta nación.
Fue nuestro Libertador Simón Bolívar quien dijo en su época (1826), dijo el Libertador Simón Bolívar, desde entonces dijo ya, casi como un profeta: «Los Estados Unidos de Norteamérica, parecen destinados por la Providencia a plagar la América de hambre y miseria en nombre de la libertad», Simón Bolívar, 1826. Una visión de profeta. Difícil ver tan temprano lo que fue el devenir de la historia ya en el siglo XX.
¡Qué tenemos diferencias! Presidente Donald Trump. ¡Claro que las tenemos! Pero son los diferentes los que deben dialogar, son los que tienen diferencias en este mundo los que tienen que poner sobre las mesas su buena voluntad y su capacidad de palabra.
Ha dicho el presidente Donald Trump, que está preocupado por Venezuela, que quiere ayudar a Venezuela. Bueno, yo estoy dispuesto a hablar con agenda abierta sobre todos los temas que quiera hablar el Gobierno de los Estados Unidos, con humildad, con franqueza, con sinceridad. Venezuela enarbola como presidente del Movimiento de Países No Alineados, las banderas del diálogo de civilizaciones. Venezuela como presidente del Movimiento de Países No Alineados, promueve, practica de manera permanente el diálogo político, internacional, la solución de los conflictos internacionales a través del diálogo, del entendimiento, de los usos pacíficos de la política y no de la fuerza.
Venezuela tiene una experiencia importante en organismos como la OPEP, para manejar situaciones de divergencia y construir consensos y acuerdos. Recientemente en Argelia tuvimos la reunión del comité de monitoreo de la OPEP, extraordinaria reunión, donde asistieron los representantes del comité de monitoreo del que forma parte nuestro país y los representantes de 24 Estados, donde están las mayores reservas de petróleo del mundo y los mayores productores de petróleo del mundo. Y sabiendo las diferencias culturales, políticas, geoestratégicas, geopolítica, salimos con un consenso, una sola voz para seguir estabilizando el mercado petrolero a precios justos, razonables y estables. Creemos en el diálogo político como la forma de canalizar soluciones, como la forma de resolución de conflictos.
Se ha tratado de demonizar la Revolución Bolivariana de Venezuela con una campaña brutal, nunca antes vista. Primero contra el comandante Hugo Chávez Frías, fundador de nuestra revolución y comandante eterno para el corazón de los venezolanos; y luego contra este humilde hombre que está aquí de pie, llevando la voz de un pueblo que apoya su revolución, que respalda democráticamente sus acciones.
Por eso ratifico la voluntad de diálogo internacional y ratifico la voluntad de diálogo político nacional. Sé que hay gobiernos representados en esta sala que están interesados en la paz con soberanía, independencia y justicia en Venezuela. Yo abro los brazos para todos aquellos que nos quieran ayudar, desde África, desde Europa, desde Asia, desde América Latina, que quieran ayudar respetando la soberanía del país, sin intervenir en los asuntos internos de Venezuela, para que nos respalden, nos acompañen en un proceso de diálogo soberano por la paz, por la democracia, por la justicia, por el futuro, por la prosperidad de Venezuela, que es una nación noble que se merece la paz, se merece el futuro, se merece lo más grande.
Buenas noticias. Sí traemos buenas noticias de un país que no se ha rendido ni se va a rendir, buenas noticias de una nación que va consolidando su democracia, buenas noticias de una nación que va empoderando a su pueblo, buenas noticias de un país que va construyendo su propio modelo social, su propio estado de bienestar social, con fórmulas nuevas para proteger a sus ancianos, a sus pensionados, a sus niños, a sus jóvenes, a sus mujeres, a los sectores más necesitados, a su clase obrera. Buenas noticias traemos también del esfuerzo de recuperación económica. Precisamente he activado durante el mes de agosto un Programa de Recuperación Económica, Crecimiento y Prosperidad, que está logrando posicionar las bases de una economía nueva, no dependiente de la renta petrolera, una economía diversificada, de crecimiento sostenible y de construcción de la prosperidad, rumbo a un modelo social de nuevo tipo.
Nosotros creemos en otro mundo, nuestra generación vio pasar e irse el llamado mundo bipolar, de dos bloques, la llamada Guerra Fría para entonces, que parecieran algunos querer traer nuevamente en sus ataques a China, a Rusia y a países modestos como Venezuela. Enarbolar una lucha y un combate contra países como Rusia y China, es un contrasentido de lo que debe ser una política internacional humana, que reconozca el surgimiento de polos de poder nuevo y la necesidad de construir un mundo multipolar. Venezuela es un país que propugna y se compromete en la construcción de un mundo pluripolar, multicéntrico, donde las distintas regiones (África, América Latina, el Caribe, Asia, Europa, América del Norte) podamos convivir en equilibrio y en paz, respetando la cultura, la religión, la idiosincrasia, la identidad y las formas de ser en la economía y en la política.
No hay un solo modelo económico, no podemos permitir que se nos quiera imponer un modelo económico único, un pensamiento único, no podemos permitir que se nos quiera imponer un modelo cultural único, un modelo político único; se quiera uniformar en un solo pensamiento a la humanidad. ¡No!, reivindicamos la diversidad cultural, religiosa, política de la humanidad, de este mundo, y por eso propugnamos el surgimiento de ese mundo desde el Movimiento de Países No Alineados, el surgimiento de un mundo de justicia, de justicia.
Asumimos y declaramos nuestra solidaridad con el pueblo árabe de Palestina. La justicia en Palestina tendrá que llegar para respetar sus territorios históricos establecidos en el año 1967 por esta Organización de Naciones Unidas. Asistentes [aplausos].
Presidente Nicolás Maduro Llevamos en nosotros la bandera del pueblo palestino. Respaldamos el llamado de Naciones Unidas para que cese el bloqueo infame, criminal, de 50 años contra el pueblo de Cuba. Ya basta de métodos anacrónicos de una época, que se quieran seguir aplicando contra el pueblo de Cuba, y ahora se pretendan y apliquen contra los pueblos, como el pueblo venezolano. Así que alzamos nuestras dos manos para votar la Resolución de Naciones Unidas, que en los próximos días se llevará a cabo para rechazar el bloqueo y la persecución económica-financiera contra Cuba, y exigir su inmediato levantamiento. Es un mundo por construir, es un mundo por hacer.
Hace 200 años nuestra región estaba plagada de colonias y de esclavismo, de injusticia. Hace 100 años pugnábamos como pueblos por la libertad, y hoy en el siglo XXI ha llegado el momento, ha llegado la oportunidad. Sin lugar a dudas, desde la República Bolivariana de Venezuela, desde las ideas revolucionarias de Simón Bolívar, desde el ejemplo, el legado del comandante Hugo Chávez —sí, el ejemplo y el legado del comandante Hugo Chávez, todavía su voz resuena aquí en este salón exigiendo justicia, justicia y justicia, para el mundo, exigiendo que cesen las prácticas imperiales, las prácticas de las amenazas, las prácticas de la coerción y la extorsión contra los pueblos—, hoy nosotros podemos decir, hemos pasado 20 años de revolución, los últimos 3 años han sido los años más duros, de acoso, de agresiones, de arremetidas.
Pero yo puedo decirlo hoy 26 de septiembre del año 2018, hemos aguantado arremetidas políticas, mediáticas, diplomáticas, económicas, financieras, persecuciones; y les puedo decir a ustedes, hoy Venezuela está más fuerte que nunca, hemos sabido resistir y sacar fuerzas de nuestra propia entraña histórica, para hoy estar de pie, victoriosos y dispuestos a seguir avanzando en la construcción de un modelo social propio, el de la Revolución Socialista del siglo XXI; lo decimos a los cuatro vientos, es una revolución nueva, de independencia, de dignidad, de justicia. Asistentes [aplausos].
Presidente Nicolás Maduro Hoy estamos más fuertes que nunca.
Sí, fui testigo, fuimos testigos hace dos días del homenaje a Nelson Mandela, hablar de Mandela es hablar de rebeldía. Se ha tratado de dibujar un Mandela bobo, un Mandela que no luchó. Mandela es rebeldía contra la injusticia, es valentía, es coraje, es reto a los opresores. Nosotros nos sentimos seguidores del legado de Nelson Mandela y de los grandes líderes africanos que han enarbolado la lucha de la igualdad, de la justicia contra el esclavismo, el racismo, el colonialismo en todas sus formas.
Veíamos el homenaje a Nelson Mandela y dijimos, cuánto ha cambiado este mundo. Apenas hace 30 años Mandela era considerado un terrorista por el Congreso de los Estados Unidos y los gobiernos norteamericanos, apenas hace unos años todavía Nelson Mandela estaba en la lista de sancionados. Les suena familiar, ¿no? Nelson Mandela el terrorista, el sancionado, el perseguido, el abandonado. Y cómo ha cambiado el mundo, hoy Nelson Mandela es una bandera que abrazamos con amor, que abrazamos con convicción, es un símbolo de lo que es posible hacer si la rebeldía, si la lucha, si la justicia, es capaz de apoderarse de los corazones nobles, de las mentes nobles de los pueblos.
Tengo confianza en el futuro de la humanidad, tengo confianza en el destino de mi patria, tengo confianza en el futuro común de esta comunidad, que es la Organización de Naciones Unidas. Y les digo, después de haber sobrevivido a intentos de golpes de Estado, a atentados terroristas, les digo: confío en el ser humano, confío en el futuro de la humanidad. Y desde Venezuela le decimos a la Organización de Naciones Unidas: confiamos en los ideales nobles de un pueblo, que como el pueblo venezolano, no se rinde ni se rendirá.
Muchas gracias queridos compatriotas del mundo. ¡Cuenten con Venezuela para las grandes causas del futuro de esta organización! Y del futuro de un mundo pluripolar. Buenas noches a todos y a todas. Gracias. Asistentes [aplausos].