En una conferencia de prensa patrocinada por el diario The Washington Post, el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, no dijo todo lo que debió decir respecto a la participación del presidente Maduro en el financiamiento de la caravana de migrantes hacia los Estados Unidos. Se quedó corto, a menos que lo haya considerado como un secreto de Estado. Pues, si es cierto que el presidente Maduro contactó a un grupo de izquierda, y le propuso que hiciera una lista de las personas que formarían parte de la caravana de migrantes y se la mandara a Venezuela para financiarlos. En la misma, debía especificar si eran niños, adolescentes, mujeres, adultos mayores para darles el bono de Amor mayor, discapacitados para darle el bono José Gregorio Hernández; si viajaban familias completas para darles el "Hogares de la patria", si eran trabajadores por su cuenta para darles el bono de la economía popular; si había mujeres en estado de gravidez para darles el bono parto humanizado, y así por el estilo.
Además, mandaría 7 mil bolsos de los que entrega en la escuela venezolana, para que cada persona se llevara, aunque sea, una muda de ropa y hubiera uniformidad en una caravana que tenía que saberse era financiada por Venezuela.
Una vez que Nicolás recibe la lista, se hacen los carnets de la patria y los envía a Honduras, junto a 7 mil teléfonos inteligentes para que cada persona recibiera el mensaje y revisara el monedero e hiciera efectivo el financiamiento en petro, en el pueblo más cercano.
También colocó, a lo largo de los pueblos transitados, a orillas de las vías a un grupo de venezolanos en cuya franela se distinguía las iniciales SV de Somos Venezuela, para que aprovisionaran a las personas en la caravana para que aguantaran la marcha. De paso, le encomendó a Darío Vivas para que cada vez que la caravana llegara a un pueblo o ciudad, debía gritar dándoles la bienvenida a su estilo ronquito, como cuando presenta a Maduro para un discurso en la Avenida Bolívar: "Allí viene llegando a Tapachula los financiados por Maduroooooo". (Hasta que el gallo se le va)
Por si acaso, Pence, yo no he dicho nada, no vaya a tomar lo que escribo como cierto, es solo imaginación de cómo pudo Maduro haber financiado esa caravana, porque con eso de los chismes que si "Me dijo Juan Orlando que le dijo Micheletti, que le dijo Macri, que le dijo Bolsonaro, que le dijo Uribe, que le dijo Santos que Maduro financia la caravana de migrantes a los Estados Unidos, tienen jodido al mundo" No hay que ser tan superficial para creer que algo de lo que narro es verdad. Todo es imaginación, según lo puedan estar pensando los Pence que abundan y siempre creen en lo primero que ven o les dicen; aunque sabemos que a él nadie le dijo nada. Son ganas de joder.
Pero, en verdad, me canso de buscar la forma en que el presidente Maduro financió a los migrantes hondureños y no encuentro, valga la redundancia, puntos de encuentro. Con tanto trabajo en Venezuela, no creo que el presidente Maduro ande buscando otra soga para su cuello.
