Huevos, Petro y Revolución

"El pueblo debe controlar los poderes y crear herramientas para frenarlos cuando haya que frenarlos, cambiarlos cuando haya que cambiarlos, reestructurarlos cuando haya que reestructurarlos".

Hugo Chávez Frías (Mensaje Anual a la Nación, 13 de enero de 2006)

Venezuela es un país de contrastes y el único país en el mundo que con la llegada del Comandante Hugo Chávez al poder en 1998, luego de unas elecciones libres y soberanas, escogió el camino de una Revolución "pacífica pero armada".

No pasaría mucho tiempo para que el líder de la Revolución Bolivariana anunciará el camino del socialismo como nuevo sistema político en nuestro país y se comenzaran a recibir, desde todos los frentes, los ataques más despiadados contra el pueblo venezolano; único protagonista y héroe de una nueva política de cambios iniciadas en pleno siglo XXI.

Atrás quedarían las rémoras de la IV República y los rezagos de un capitalismo salvaje que condujo a la patria de Bolívar a un callejón sin salida y el cual encontraría su respuesta, en una explosión como el "Caracazo" del 27 de febrero de 1989 y abriría las ventanas de un nuevo horizonte político con la Rebelión del célebre 4 de febrero de 1992.

Desde aquellas fechas, el cronograma histórico del país cambió y su devenir se tornó tormentoso por el accionar de los enemigos y sus intereses, representados por una burguesía criolla parasitaria y un amo todopoderoso en el Norte, quien vio amenazados sus espacios hasta ahora conocidos como su patio trasero.

"No es concha de ajo" lo que hemos tenido que enfrentar los venezolanos por el accionar de una guerra prolongada, expresada en los más disímiles métodos aplicados por el imperialismo en el mundo.

Estos van desde la aplicación del "Manual del perfecto golpe latinoamericano" (Chile 1973), hasta el accionar bélico de las guerras de IV y V generación, aplicadas por el imperio norteamericano y europeo en países del medio oriente (Iraq, Afganistán, Libia y Siria) y las cuales pretenden aplicar ahora en Venezuela junto con la guerra económica.

Para nuestro país la acción gradual y planificada del imperio se ha aplicado por etapas, como los intentos de golpe de Estado y el paro petrolero, hasta los ataques callejeros con guarimbas y asesinatos a líderes de la Revolución, así como la desaparición física del Comandante Hugo Chávez, Danilo Anderson, Eliézer Otaiza, Ricardo Durán y Orlando Figuera (quemado vivo), entre otros.

Mientras el plan se mantiene a largo plazo, los enemigos no cesan en sus pretensiones de invadirnos y los acólitos del imperio, quienes subsisten gracias al mercado de las drogas y su campaña fascista, se aprestan como vecinos a seguir la comparsa y a mover en la frontera sus paramilitares y garimpeiros.

Hoy el asedio continúa su marcha y la guerra con misiles se manifiesta a través del embargo y la congelación de cuentas del país, en todo el mundo, para impedir la compra de alimentos y medicinas; mientras tanto, sus perritos falderos deambulan e insisten en sus pretensiones, bajo la hipócrita diplomacia del "Cartel de Lima".

Más allá de todo este panorama surge una reflexión y una estrategia del Estado venezolano, liderado por el Presidente y Comandante en Jefe de las FANB , el hijo de Chávez, Nicolás Maduro Moros para asegurar y encontrar la paz.

Parodiando al escritor colombiano Gabriel García Márquez, El Gabo, podríamos decir que "la procesión va por dentro". Por ello las medidas expresadas en un plan para enfrentar la guerra económica, se han instrumentado a través de una nueva economía productiva y no exclusivamente la sustentada por la producción petrolera.

Se sienten los indicadores de las nuevas medidas económicas en áreas como en el Arco Minero y en la explotación de minerales como el oro, el koltan y los diamantes, proceso con el cual se trata de reimpulsar en Venezuela una nueva economía a la par de la producción petrolera.

Todo este esquema anuncia a los cuatro vientos el porqué de la descarada ambición del imperio y sus secuaces (EEUU, Europa y el Cartel de Lima) por invadirnos, hecho que se cae de maduro. Es el capitalismo enfrentado al socialismo o a cualquier otro sistema que busque la libertad y la autodeterminación de los pueblos.

Mientras los amantes de la paz apostamos por la amistad entre los pueblos y hacemos una cruzada por la justicia de un mundo multicentrico y pluripolar, la sentencia que sigue vigente en el tablero geopolítico mundial es: "Si quieres la paz, prepárate para la guerra".

No obstante en Venezuela, donde todos esperamos unas Navidades en paz y en armonía, las expectativas parecieran centrarse en la promesa de la llegada de un pernil.

Mientras tanto la guerra económica sigue con sus estragos y la estrategia del Estado pareciera manifestarse en una realidad que nos afecta a todos; la escasez de los huevos, la carne y la sal pero con la llegada del Petro y el ahorro en lingoticos de oro.

¡Amanecerá y veremos!



 



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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