Cuando cada quien hace lo que le venga en gana sin respeto por las organizaciones gubernamentales, el conglomerado sufriente pierde la esperanza. En Venezuela nos ocurre a pesar de tener de parte del gobierno socialista la mayor suma de beneficios populares que administración alguna haya dispuesto, en la era de la democracia nacional desde 1958 a la fecha. Alerta con la anarquía estimulada por el goce de los cargos burocráticos.
El colectivo mayoritario de población obrera, campesina, empleados y funcionarios, amas de casa, estudiantes y profesionales universitarios que han acrecentado su presencia nacional, gracias a la municipalización revolucionaria de la educación superior, soportan la guerra económica despiadada y la imposición criminal de precios hiperinflacionarios, irrespetando los "precios acordados", pasto propicio para la derrota oficial.
La desesperación junto a la inefectividad para meter en cintura a irresponsables de empresas privadas, han hecho mella en la psiquis del ciudadano 2018. Percibo que la perversidad del capitalismo salvaje, el desencanto inducido, gana terreno inmerecido proyectando falsedades, aunque deja a la vista el abandono a la población, en actitud similar a la sinverguenzocracia adecopeyana que expulsamos electoralmente el 6-D-98.
Si oficialmente no se actúa en consonancia con el proyecto revolucionario bolivariano socialista chavista, caeremos al vacío del capitalismo salvaje que propugnan enemigos de la patria, que sueñan con dar al traste al modelo socialista venezolano siglo XXI. El 9-D 2018, es preciso tomar en cuenta la importancia real de elegir concejales, hasta ahora mal llamados "representantes del pueblo más cercanos a las comunidades". Alerta funcionarios revolucionarios, ustedes serán premiados o sancionados.