Redacto este comentario agradeciendo como despedida del año, a consecuentes seguidores de estos escritos, e igualmente a usted que en algunos casos con rabia, me remite inquietudes a las cuales según sea la actitud no socialista en su intención, contesto, sin caer en la banalidad de la polémica estéril, que sólo puede recibir aquella cantinflada verbal llena de sabiduría del azteca Mario Moreno, cuando dijo "a usted ni lo ignoro…" Deseándoles la paz que inspira cada ambiente de navidad y fin de año, que sea así y con la menor dosis posible de innecesaria amargura, a fin de saber preservar nuestra salud.
Es patético y delicado, lamentable por la evidencia que deja, presenciar compatriotas deslumbrados por falsas informaciones del exterior, que sin embargo no les impide despotricar acremente de Chávez y Maduro, al mismo tiempo que reclaman dame y dame y dame: pensiones, bonos, beneficios socialistas en general, mientras se tragan la píldora amarga inducida de culpar al gobierno por la hiperinflación, vidiotizados hábilmente por propiciadores de la falta de alimentos, medicinas, productos de limpieza, aumentos desmedidos en ropa, calzado, fórmulas lácteas, toallas sanitarias y el torpedeo a los aguinaldos. ¿Tendrán conciencia patria los incorregibles dame y dame y dame? ¿En qué país del mundo el pueblo disfruta de lo que acá tenemos oficialmente en salud, educación y vida?
Por allí leí y copié en una de las tantas revisiones diarias que hago a las noticias y las redes, la frase "No olviden la alegría, la paz y la felicidad que es inmaterial". Me uno a los millones de venezolanas y venezolanos que nos levantamos cada mañana, a enfrentar y superar los desafíos que la guerra politiquera nos impone, preciso es continuar el empeño de seguir adelante, vencer toda adversidad, e imponer nuestra alegre cotidianidad, con sensatez y amor familiar. F E L I C I D A D E S.