Mientras dirigentes sindicales de Sidor le enviaban un mensaje al Presidente de la República desde una concentración no muy concurrida, perfectamente calculada para estas fechas…, encontré una información más importante para la tranquilidad ciudadana, pero sutilmente calculada por la oposición mediática, minimizándola, se da preferencia a desesperarnos como en la canción titulada "Matándome suavemente".
"Señor Presidente Maduro, escuche a la clase trabajadora y deje en libertad a 2 padres de familia, para que puedan pasar navidades con sus seres queridos. Los trabajadores no somos guarimberos y no estamos intentando tumbar gobiernos, fuimos elegidos sindicalistas para defender beneficios y eso es lo que estamos haciendo". Al leerlo exclamé "falso, porque los 2 sindicalistas amenazaron públicamente al Presidente, y llamaron a acabar con el gobierno por la violencia". ¿En qué país se acepta esto?
Es mucho mejor, sin ocultar reclamos, hacer saber por ejemplo que, en un 28,6% bajaron los delitos en el país durante este año, en comparación con 2017, informó el ministro para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, quien agregó que se registró una disminución de 27,8 % en las víctimas de homicidios. "Alrededor de 4.000 homicidios se han dejado de cometer, con respecto al año anterior". Cuatro mil homicidios menos que en el 2017.
Indispensable entender que bomba asesina no hace diferencia entre oficialistas y opositores, no hay "bombas solo mata chavistas". La abogada María Alejandra Díaz advierte, "hoy como nunca, se utiliza el hambre y la desigualdad, para someter pueblos por falta de alimentos y medicinas. Venezuela desde Chávez hace esfuerzos para visibilizar las causas reales del hambre, y concreta políticas sociales a fin de reducir efectos devastadores sobre la población, utilizando como palanca la plena soberanía petrolera". Reflexión constructiva, lo pensarán los acaparadores que esconden productos y remarcan precios.
