"…la ciencia consiste en crear teorías".
ALBERT EINSTEIN
En días pasados argumenté, en mi artículo en aporrea.org (Entendiendo el papel del doctor académico), en razón al perfil de la Tesis Doctoral y de lo inapropiado en circunscribir el resultado teórico de una Tesis en este nivel a una fórmula o conjunto de datos recopilados. Varios colegas, de distintas Universidades nacionales e internacionales, me escribieron reclamándome que había sido muy injusto al respecto, dado que hoy día las Tesis Doctorales no están sujetas única y exclusivamente al rigor teórico de las ciencias humanas, sino que se ha expandido a un criterio de especialización, donde las ciencias aplicadas (experimentales), perfectamente pueden hablar a través de sus descubrimientos y secuencia da datos obtenidos, como argumento válidos que lleva implícita una teoría práctica que es perfectamente reconocida como nuevo conocimiento.
Es decir, no hace falta describir y explicar a profundidad lo que a los ojos de técnicos y personas con conocimiento de la disciplina aplicada a la cual alude una determinada Tesis Doctoral, es el desarrollo total de una visión teórica con sus premisas y argumentos conceptuales de rigor. No teniendo, obviamente, un cuerpo teórico creado con explicaciones y comparaciones varias, sino constituyéndose en un informe científico de alto rigor técnico que cumple las exigencias del Programa Doctoral y le permite contribuir con las investigaciones y procesos heurísticos que se lleven a cabo al respecto de esa temática.
Ante tal postura, no me queda más que manifestar que la respeto (viene como paradigma metódico de algunos grupos de investigación activos), pero no la comparto. Desde mi perspectiva ontológica, epistemológica y axiológica, internalizo la Tesis Doctoral como un constructo teórico integral, que a través de la descripción y explicación de estructuras del conocimiento (sintagmas), se presenta un cuerpo sistematizado de ideas que confluyen un nuevo conocimiento en las áreas que se estén indagando.
Para explicarlo desde un punto de vista más concreto, tomando ideas de Jacqueline Hurtado de Barrera y Marco Fidel Barrera, la razón de ser de la Tesis Doctoral parte del sintagma, éste es un grupo de palabras que constituyen una unidad sintáctica y que cumplen una función determinada con respecto a otras palabras de la oración; el sintagma es el cuerpo de ideas que todas las disciplinas tienen para construir sus significados y establecer sus vínculos con diversas disciplinas del saber, que hace posible una comprensión holística del área objeto de estudio. Ese sintagma, calificado como gnoseológico (conocimiento, teoría del saber), congrega todas las teorías relacionadas con el evento de estudio abordado, jerarquizando su estructura o unidad de saber, desde la definición, la extensión de esa definición o definiciones, la delimitación del rango de saber de esa definición, hasta generar un constructo comprensivo que hace posible entender qué es lo que se está investigando y dónde hay debilidades que necesitan argumentos nuevos para fortalecer lo ya conocido y crear lo nuevo por conocer.
Al encarar la Tesis Doctoral se parte de ese sintagma gnoseológico y se le da estructura a un sintagma integrador de teorías que corresponde a la visión analítica del cuerpo de ideas existentes. Luego, al hacer los ajustes interpretativos de rigor que den con nuevo conocimiento, se comienza a definir lo nuevo gnoseológico que implica la unificación de las ideas pre-existentes con las nuevas ideas emergentes producto de la triangulación de teorías y métodos. En este sentido se alcanza un nuevo nivel que denominan Hurtado de Barrera y Barrera, "noológica", que hace alusión a una teoría única producto de la síntesis de varias teorías que le permitirá construir una interpretación más compleja de la realidad estudiada en conceptos y términos propios. Si el investigador busca crear una investigación a nivel de pre-grado, especialidad o maestría, le basta con describir y explicar los sintagmas gnoseológicos existentes, sin más; pero cuando se trata de una Tesis Doctoral, se espera que el investigador vaya más allá de lo establecido y genere su propio sintagma.
En el caso del sintagma gnoseológico delo cual se vale las ciencias aplicadas, este se fundamenta en el racionalismo, como postura filosófica que defiende en innatismo de ciertos principios y categorías del pensamiento en cuya virtud nos es dado elaborar la verdad; el racionalista señala la razón como la fuente primaria y primordial de los conocimientos ciertos; se distinguen dos tipos de saber: el particular (que es casual, contingente y el directo, orientado hacia el vivir práctico y que, hasta cierto punto, se comparte con los animales); y el saber de aquellos principios y verdades que son lógicamente necesarias y cuya validez es universal.
El sintagma gnoseológico en las ciencias aplicadas le da forma al razonamiento, por la vía de los conceptos, a través de varios juicios derivamos unos de otros. El juicio nuevo es la conclusión, el razonamiento que surge producto de la inferencia, y al cual es el que dan por sentado que llegar a él ya es una demostración de teoría.
El razonamiento, a todas estas, en las ciencias aplicadas, aparece de varias formas y su incidencia varía al ser usado para intervenir la realidad: está el razonamiento Lógico, que consiste, esencialmente, en inferir de una o de varios juicios, otro juicio nuevo que es la conclusión; el razonamiento deductivo, que es cuando de un juicio universal llegamos a una conclusión particular; el razonamiento de inducción, el cual consiste en un examen de una serie de casos particulares para llegar a su juicio universal; el razonamiento por analogía, el cual se da si se observa que dos cosas tienen caracteres comunes se concluye fácilmente que también deben ser comunes los caracteres restantes.
En este sentido el razonamiento pertenece a todas las corrientes del pensamiento (ciencias humanas-ciencias aplicadas), pero en el caso de buscar por su vía justificar un discurso doctoral carente de un nuevo sintagma me parece una idea absurda, puesto que generar una nueva estructura que motive a cambiar las conductas hasta ahora utilizadas para ejercitar las ideas, es el papel fundamental de un Doctor, en cualquiera de las áreas de conocimiento donde le toque indagar y valorar la realidad.
El racionalismo arguye, a grandes rasgos, que los conocimientos sensibles, comunes al hombre y a los animales, son casuales y particulares; no es posible que la experiencia exterior nos comunique el conocimiento el conocimiento universal y necesariamente vigente. Los empiristas ingleses Locke y Hume y el francés Condillac, sostiuvieron que los principios y categorías en cuya virtud convertimos lo contingente y particular en lo necesario y universal, nos vienen juntamente con los datos sensibles de la experiencia exterior. Los racionalistas no pueden explicar la innegable coincidencia del pensar lógico con la realidad exterior que acaece en forma particular y contingente; los empiristas no pueden explicar satisfactoriamente que de los datos particulares y casuales deriven verdades universales y lógicamente necesarias.
Entre los racionalistas y empiristas, ha prevalecido una postura gnoseológicamente dogmática, extendiéndose a Descartes a Kant; se sigue la huella de Platón en cuanto a visualizar el espíritu y sus ideas-madres, como producto de un proceso reflexivo y no de una actitud innata.
La ciencia, a todas estas, se entiende por método en el conjunto de procesos que el hombre debe emprender en la investigación y demostración de la verdad. El método no se inventa, depende del objeto de la investigación, ya que cuyos investigadores fueron coronados con el éxito. Después ellos analizaron los procesos con eficiencia y transformaron gradualmente en métodos verdaderamente científicos, ya que hoy día no es posible seguir improvisando, la fase actual es la técnica de la precisión, de la previsión del planteamiento, nadie se puede dar el lujo de hacer tentativas al caso para ver si logra el éxito inesperado.
De tal manera, que el buen éxito se torna en factor de seguridad y confiabilidad dentro de los progresos de la ciencia actúa como un verdadero científico para descubrir la verdad, esto lo hace más talentoso para encontrar grandes hipótesis, las cuales lo van a conllevar a las ideas más profundas de su investigación. El método científico aplicado en el campo de las ciencias aplicadas debe ser de un modo positivo y no de un modo normativo, es decir, en la investigación hay que preocuparse de lo que es y no de lo que se piensa que debe ser.
En cuanto, al argumento de autoridad, el cual consiste en admitir una verdad o doctrina con base en el valor intelectual o moral de quien la propone o profesa, se basa en la evidencia intrínseca. Los resultados obtenidos por los especialistas podrán ciertamente servir para guiar los trabajos de investigación y también podrán ser citados para confirmar soluciones encontradas mediante el método científico. Es de vital importancia en las ciencias, de allí depende el valor de los otros procesos, sin ella el estudio de la realidad y de sus leyes se reduce siempre a simples conjeturas y adivinación, para el buen éxito de la misma se exigen ciertas condiciones.
Las leyes científicas, a grandes rasgos, logran desde el proceso inductivo relaciones constantes y necesarias que derivan de la naturaleza de las cosas. En las ciencias experimentales, las leyes poseen más rigor y exactitud que en las ciencias humanas, pues, mientras están acondicionados, más o menos, por la libertad humana, aquellas siguen el curso normal de determinismo de la naturaleza. Las ciencias humanas cumplen todas las condiciones para constituirse. Los fenómenos que estudian son reales y distintos de los tratados en las ciencias experimentales. Las causas y las leyes descubiertas en esta área expresan relaciones necesarias entre los hechos y los actos. Sus conclusiones tienen un carácter incuestionable de certeza.
Es importante destacar que las ciencias humanas ocupan, a juicio de sus detractores de las ciencias aplicadas, el último lugar en jerarquía, en lo referente a precisión y rigor de sus resultados por hechos considerados en los fenómenos psíquicos, que solamente se manifiestan en el comportamiento y el origen de la diversidad de opiniones, a veces desconcertantes sobre diversos asuntos de las ciencias humanas, por último la naturaleza puede medir indirectamente el resultado de rigor matemático a los hechos humanos, por ser cualitativos, no le es aplicable ninguna evaluación cuantitativa. Sin embargo, esta consideración de algunos científicos experimentales es una vaga idea de algo que no conocen y que asumir esos juicios es muestra del temor que infunden las ciencias humanas por ser un espacio para la investigación que aborda la realidad desde múltiples puntos de vista y que da con resultados complejos que se evidencian como fiables en un 80% de los casos.
El asunto no es confrontar a los investigadores experimentales, sino buscar un acercamiento en razón del sintagma gnoseológico para así promover en ellos la construcción de Tesis Doctorales acordes a las necesidades de construir nuevas teorías y no de corroborar o comprobar las ya existentes. Este alcance heurístico es válido (corroborar y probar lo que hay), pero para que sea un discurso doctoral debe ir más allá el aporte del investigador. Debe construir su sintagma gnoseológico propio, con su estructura y con sus líneas de acción que fortalezcan el contenido de las ideas que abordó y desarrolló en discurso científico doctoral.
En un aspecto puntual, no busco polemizar con ningún investigador experimental; que si hay Tesis Doctorales en ese tenor de la fórmula y el cálculo riguroso de estudios de casos que lo que hacen es describir y explicar el sintagma gnoseológico existente, si las hay, y muchas, pero eso, desde mi postura intelectual y académica, no es un discurso de nivel doctoral. Es mi postura y tal como respeto la de los otros exijo se me respete la mía. Un discurso doctoral debe generar ideas a mediano y largo plazo; crear los fundamentos para el desarrollo de estrategias y acciones en el futuro, no para venir a restituir situaciones problemas puntuales en el aquí y en el ahora, para ello están los proyectos de investigación o planificación de los especialistas y los magister. La Tesis Doctoral es un cuerpo de ideas nuevo que viene a impulsar el conocimiento a crear nuevos focos de atención e interés en la academia y en el contexto de la sociedad en general.
Nota: En nombre de mi familia, ¡FELIZ AÑO 2019! Gracias por haberme brindado tanto apoyo con sus lecturas y gracias por tenerme en un lugar de sus reflexiones y pensamientos…