La desesperación es pésima consejera, amargura más pesimismo atentan contra la salud emocional, mitómanos que adversan a la revolución bolivariana terminan el 2018 sin feliz navidad. Se auto flagelan y se preparan a despedir el año rumiando descontento, echándose a perder la alegría y la paz que deberían vivir de estos tiempos, son incorregibles. El ministro para el Transporte, Hipólito Abreu por Twitter desmintió que la empresa TransTáchira cobre pasajes en dólares. "Se desata la canalla mediática. Nuevamente vuelve a las andadas el fascismo, mienten con descaro, por eso ya pocos les creen. Ofenden a los trabajadores de TransTáchira, quienes sin descanso han movilizado al pueblo solidariamente con fervor y entusiasmo".
Insisto en afirmar que son los mismos papanatas de la comunicación conspirativa de siempre, los que nos irrespetan sin quejarse contra quienes remarcan precios sustituyendo el tin tin de campanas navideñas, por el sonido de las cajas registradoras, comportándose igual al Mr. Grinch del cuento, que recibe una lección por su neurótico odio. Al movimiento en los centros comerciales lo tildan de inusual, haciendo maromas verbales al admitir que se han registrado ventas "a pesar de la hiperinflación". Dan cifras horrorosas de una futura alza económica, sin explicar convincentemente de dónde las sacan, ni citan fuentes creíbles. Refieren dudosas noticias y análisis fantasiosos, que terminan en algunas torpes redacciones indicando por ejemplo, "no sabemos qué pasará el 2019 y que ocurrirá con Maduro, pero la gente con el dinero que recibe desde el exterior, comprará para medio comer 24 y 31". Argumento que, como dice el periodista Alberto Nolia, "no se los cree ni su abogado borracho…"
Lo extraño es que admiten a manera de equilibrio disimulado, que pese al bajo flujo de compradores, ello representa para los comerciantes un alivio... "Las ventas han sido altas a pesar de la crisis" dijo en Maracaibo una de las vendedoras de tienda en el centro de la capital zuliana, a quien identifican en la noticia por internet, como para desprestigiarla ante los eternos disociados violentos, evidenciando que son informadores fascistas excesivamente perversos y disociados.
