Ignoro qué dirán las mentes más lúcidas de la senectud madurista al ver la última tesis que sus discípulos han generado en relación con los temblores que nos han afectado como permanente zona sísmica, y debido a nuestras características geológicas.
En efecto, el madurismo ha sido especialista para decirnos que la inflación no existe porque en una suerte de abstracción, o que el dinero inorgánico no causa la permanente escalada de precios que vivimos a diario, argumento reforzado en que la liquidez monetaria ha bajado aproximadamente un 90% desde 2013 al 2018, o que las interrupciones de electricidad se generan por efectos de iguanas, ratas o permanentes sabotajes, incluidos ataques terroristas desde Colombia, o decir que tenemos el "mejor" sistema penitenciario del mundo cuando los reos mueren calcinados por decenas en sus celdas, o más aún, asegurar que cada vez que Maduro "aumenta" el salario mínimo es una suerte de "protección bendita", porque semejantes ingresos nos alcanzarán para comprar aunque sea "medio kilo de queso" como lo afirmó el ministro del trabajo, o llegar al extremo de ver por el canal del Estado a los ministros de "comunicación" y "educación" diciendo que un trabajador labora 800 horas mensuales, y que la operación aritmética de multiplicar 20 x 5 es igual a 400. En todos esos casos, ignoro hasta qué punto podemos hablar del gobierno con el mayor número de estupideces mencionadas públicamente, pensando que los demás somos pendejos, o todos en el país conformamos somos parte de un ejército que tenemos que ser manipulados, y sin capacidad de pensar.
En tal sentido, el temblor que nos afectó este 27-12-2018, fundamentalmente en la zona central del país, originó lo que pudiéramos definir como el paroxismo de la idiotez y el panegirismo de dos individuos, quienes además de "jactarse" por su condición de profesores "universitarios", incluyendo uno de ellos con el título de "doctor" – aunque no lo haya mostrado públicamente - revela que estamos en presencia de una simbiosis de prosopagnosia política y bradifrenia, derivada de un fanatismo que sucumbe ante lo más pueril de un discurso, cuya construcción de argumentos en sus protagonistas, suponemos que buscaban superar el realismo mágico que se ha vivido en Macondo, la ciudad narrada por García Márquez en aquellos Cien Años de Soledad.
Por ello, una vez que sucedieron el movimiento telúrico y sus respectivas réplicas que el periodista Jesús Manzánarez haya escrito en su cuenta de Twitter (@Manzanarezjesus) que: "¿Sismo? Hablemos claro: Proyecto Haarp contra Venezuela, un arma de destrucción masiva para producir calamidad pública y propiciar "intervenciones humanitarias"…Nada es fortuito. Los últimos 2 temblores con sus réplicas han sido a las 4:30 am…". Y que además de tal afirmación, el inefable Jesús Silva también desde la misma red de comunicación (@Jesus_Silva_R), y sin ser no menos elocuente, haya señalado: "Tumbar casas de chavistas parece objetivo de la oposición con temblor y sismos sospechosos y frecuentes. Sus aliados extranjeros tienen tecnología Haarp. Imposible descartar esta hipótesis criminalística al ver mi casa hoy llena de grietas. Atención Funvisis (…)"¹, en ambos casos, tales individuos, quienes tienen programas en medios públicos de comunicación tanto en Venezolana de Televisión (VTV) como en Televisora Venezolana Social (TVES), pero además son "profesores" en universidades, no queda más decir que estamos en presencia de personas que han perdido no sólo la sindéresis, sino la posibilidad cierta de comprender las realidades, los fenómenos sociales, y peor, su capacidad de pensar ha quedado reducida a la voz de mando que le impongan seres sin mínima cordura y racionalidad, simplemente por ser sus "jefes revolucionarios".
El Proyecto Haarp invadió las tesis de los "profesores universitarios" estrellas del madurismo... pic.twitter.com/CluQmNeI9H
— Javier Vivas Santana (@jvivassantana) Diciembre 28, 2018
Tomando por analogía el referido proyecto Haarp, no tenemos dudas que los susodichos maduristas han sido afectados por el proyecto de Hipócritas Acciones Altaneras de una Revolución Prostituida, en donde el lumpen pensativo en nada difiere de aquellos que nos hablan de "socialismo" pero tienen cuentas en paraísos fiscales, viven como jerarcas de la más rancia élite árabe, ostentan relojes de codiciadas marcas y cenan en los más excéntricos restaurantes del mundo, mientras ofrecen un pernil a un pueblo hambriento que hasta les reclama por ello, porque ni siquiera semejante promesa convertida en mendrugo pudo llegar hasta sus estómagos.
En síntesis, ya sabemos que sí el día de mañana se generará un movimiento telúrico pero de masas ante la inclemente hiperinflación, la escasez, el hambre, la miseria, el colapso de los servicios públicos, la criminalidad, la corrupción y el neototalitarismo, la tesis está servida para decir que las ondas del proyecto Haarp llegaron en contra – según los maduristas – hasta donde no tenían que haber llegado. A propósito de ser ciego.