Tenía unos cuantos meses sin sentarme tras la maquinita tecnológica a escribir mis entregas semanales o artículos para el ‘’Portal de Aporrea’’, no porque decidí colgar los guantes, para utilizar una frase deportiva, aunque en las llamadas redes sociales de menos exigencia y, el escribir corto sin requerir mucho tiempo, he mantenido el ejercicio de la palabra escrita. En honor a la verdad, he sentido que, tengo como un peso de culpa o faltado a un compromiso, a una obligación para cumplir con esta ventana de libre expresión, un deber de la costumbre con quienes de una u otra manera han leído y extrañan mis artículos durante 9 años aproximadamente, ayer por cierto un viejo, versado lector y vecino me preguntó: ¿No has vuelto a escribir en Aporrea hace días que no te leo? Le respondí; tengo largos 4 meses sin dedicar unas dos o tres horas semanales a hilar y plasmar lo que la vida cotidiana, y también las exigencias de la dinámica social nos aportan como fuente de material para escribir.
En realidad, me he mantenido fuera del aire, como se dice en radio, o de un compromiso, hasta exigencia, con uno mismo y también, porque no, con quienes se toman unos minutos para leernos, pero circunstancias ajenas a mi voluntad, el permanecer unos meses alejado de mi habitual domicilio por deber de padre en apoyo una de mis hijas, que en estos tiempos de crisis, de variables, de problemas que lamentablemente nos acechan y escapan de nuestras manos, sino de quienes por ley debieran cumplir con el público en la atención de sus trámites, casi un año está en duro trance por dificultades para obtener para su menor hija, el documento de ley para poder viajar a reencontrarse con su esposo, que como profesional hace 6 meses está en otra latitud trabajando, esto tiene su historia, pero aquí no es el momento para narrar las dificultades burocráticas para esa tramitología tan engorrosa al margen de la ley; otra razón, algunos trastornos de salud, son casi 80 años de vida, gracias al Dios de la Naturaleza, que me ha dado más fortalezas que debilidades y aún en los años de las postrimerías o el ocaso podemos estar erguidos y conscientes de nuestros actos, así como unos colegas y contemporáneos, que cuando el tiempo me lo permite les leo en APORREA con mucho interés por sus aciertos y análisis críticos contra todo lo que se deja de cumplir en favor de la sociedad o el pueblo.
El balance es en sí, como ir de lo individual a lo general, no quisiéramos hablar de la grave situación económica, política por la que atraviesa nuestra República, sabemos que es un tema ya muy trajinado, es llover sobre mojado, lo hemos condensado ene veces en nuestros escritos, bastaría ir a nuestro archivo de Aporrea y ahí, está el antes y el después como orígenes de nuestros problemas, no solamente planteados por uno sino por varios escribidores estudiosos de la materia Históricos-políticos, económicos, sociales, culturales y todos sus colaterales que implican el gobernar un país, sus actores o conductores de la gobernabilidad, bajo dictaduras y en la llamada era democrática de los últimos 60 años.
Los registros de lo más negativo y menos positivo de los gobernantes o dirigencia, que logran cautivar las masas para solicitarles sus votos en nombre de la ‘’Democracia’’, y lo han venido logrando por medio de sus discursos de retórica, populista y demagógica, y, una vez en el poder sus promesas y juramentos se vuelven sal y agua, los hechos así lo evidencian. De las dictaduras dejémoslo por ahora, aunque si hemos tocado este tema en escritos anteriores y hecho comparaciones entre unos y otros, hasta la historia política nuestra la hemos dividido: 1830-1958; 1959 hasta nuestros días, es decir 60 años de falsa democracia, 40 y 20, unos más que otros, pero para el efecto de sembrar vicios y pérdida de valores morales y legales están en el balance de los desgobiernos que han prometido villas y castillos, es la falsa ideología, la falsa conciencia inducida por los persuasores del politiqueo.
Pésimas administraciones de nuestras vastas riquezas naturales desperdiciadas, derrochadas en perjuicio de la Patria, pudiéramos ser un país desarrollado, no dependiente, pero al no sembrar nuestras riquezas para el trabajo productivo derivados del progreso, desarrollo de tan siquiera de la pequeña y mediana empresa o industria del agro, y todo lo que requiere una sociedad para la mayor suma de felicidad posible, esto solo fueron promesas incumplidas, todo se ha derrumbado hasta causar esta grave crisis, cuando nuestro signo monetario fue destruido por esa dirigencia y sus equipos escogidos de los partidos políticos para gobernar y que les han servido de trampolín para alcanzar los poderes y hacer y deshacer: la corrupción, la burocracia, la lisonja, el nepotismo, vicios o rémoras que se arrastran de vieja data, ahí está nuestro otrora bolívar moneda fuerte, así lo registra la historia por muchas décadas.
Ahora ni para transacciones comerciales la quieren, aquí aunque ganamos bolívares todo se compra en dólares, pero se pregona que no es así, uno compra algunos artículos, cosas o repuestos en equivalente a dólares o se pagan en dólares, y para colmo en la frontera con Colombia se impuso el peso, así lo corroboramos en San Cristóbal en una semana hará un mes, que estuvimos por suprema necesidad de visitar familiares enfermos; bachaqueros y comerciantes venden y exigen pesos colombianos ¿Es esto tolerable? Solo pasa en un país cundido de anarquía, donde las leyes se cumplen según las conveniencias y cuando la autoridad del Estado se diluye y cada quien está haciendo de las suyas con las necesidades del pueblo o de los más vulnerables, y hasta la clase media desaparecida y descapitalizada de sus bienes y ahorros, amén que los que tienen dinero hecho durante años al calor de sus empresas o medios lícitos, se van del país o piensan invertir fuera porque aquí sus bienes ya no valorados en bolívares, sino en dólares pero muy por debajo de sus anteriores valores, es decir el que posee dólares ofrece comprar a precio de gallina flaca, es la incertidumbre de adinerados que quieren el país y los pobres que deben conformarse con poco, los sueldos y salarios cada día arrancados por la fuerte inflación de precios, tanto que el salario mínimo equivale en este instante a menos de 6 dólares.
El balance de las últimas décadas, últimos años es en saldo rojo, para utilizar términos contables, la enfermedad de la moneda ha hecho que más de 2 millones de venezolanos hayan salido del país en busca de trabajo y donde ganan en las monedas de esos países escogidos, al hacer las conversiones hay profesionales que devengan entre 800 y 1500 dólares mensuales, lo que no es abundancia pero les alcanza para cubrir sus principales necesidades y los que no han podido llevarse sus familias por no entregárseles el Pasaporte, sea por omisión, culpa, ineficiencia o algunos vicios burocráticos; por lo menos reciben para el sustento que en gran parte cubre la inflación, no es que en esos países no existan problemas de miseria, pobreza, como también la hay aquí, pero el trabajador profesional, técnico de oficios manuales, con sus sueldos o salarios, aunque trabaje de domingo a domingo o de lunes a viernes cubren sus necesidades de salud, vestido, alimentación, hasta los alquileres y algo les queda para ahorrar, ayudar a sus familias, esto es una realidad cotidiana, lo vivimos cientos de familias, con hijos, sobrinos u otros parientes fuera de nuestro suelo patrio.
Nuestra Venezuela ha sido víctima de sus propios hijos, en dictaduras y democracia, obviamente, que aquellos que han tenido la gran responsabilidad de dirigir los destinos del país, a partir de 1959, con el comienzo de una nueva era política con partidos políticos ya fundados por la generación de 1928, cuya dirigencia salió a la palestra pública en combate contra la dictadura del General Juan Vicente Gómez, la que gobernó durante 27 años sin la libre confrontación de ideas ¡Hágase y todo se hacía según sus designios¡ lo que sí fue cierto que durante algunas dictaduras el mandato dictatorial todo lo controlaba, la ley era la ley y se hacía la voluntad del autócrata sin contemplaciones.
Tenía este humilde mortal 20 años cuando esa esperanzadora era democrática comenzó a regir los destinos del país, se abrieron puertas para la lucha política de las diversas corrientes ideológicas, socialdemocracia, socialcristianismo, tenían en sus dirigentes los liderazgos que llegaron al poder, centro derechas, radicalismo de izquierda y también izquierda moderada, todos comenzaron las luchas políticas de calle por la conquista del poder, pues así como se abrieron puertas, estas se fueron cerrando para los sectores ideológicos de la izquierda, cuando ganaron los líderes de mayor arrastre dentro del binomio, que gobernó, no es secreto para nadie que durante la historia política de los últimos 185 años ha habido dos tendencias radicales en pugna izquierda marxista y derecha liberal o capitalista, pues semejantes radicalismos dividieron las clases sociales, como es sabido, y de ahí el mundo ha estado en constantes conflictos, registrados en la historia.
Hoy, a mi edad la decepción, no por la ‘’Ciencia Política’’ en sí, sino por la degradación de esta por parte de sus dirigentes y gobernantes del mundo, que afecta la PAZ, habrá tal vez pocas excepciones, pero los hechos así nos lo hacen saber, razones por la que este ciudadano libre pensador, pero seguidor de la filosofía política como objetivos dejados con doctrina republicana pensando en la Democracia como mejor sistema de gobierno del pueblo o la sociedad sin discriminaciones ni abismos que dividieran al mundo; sin embargo Platón fue el primer decepcionado de la praxis política por parte de los insensatos, hoy los Maquiavélicos, que la convirtieron en politiqueo y mercadeo para los grandes negocios cuando los liderazgos llegan al poder, nos decepcionan y hacen escépticos, sabido es de los cambios en el pensamiento político a través de la historia, pero en especial las imposturas de los hombres que en el tiempo suelen desatar sus soberbia o prepotentes maneras de gobernar en las distintas latitudes, que, la Naturaleza nos legó para con la inteligencia y el conocimiento para el bien, y no para la autodestrucción del Planeta y sus especies, debido a los extremados avances de la Industria y la tecnología usadas para hacer bien, pero donde el mal sobresale por los desastres que causan sus osadías de dominio.
El balance para nuestro país, lamentablemente cerramos este año con un acumulado en los últimos años negativo, el costo de la vida nos aleja cada día de la armonía, la paz, la comprensión y tolerancia, como la seguridad, vivimos en un estado de perennes incrementos de precios, inaccesibles ya con el salario mínimo, para vivir se requiere de un mínimo al equivalente a 300 dólares mensuales lo que equivale hoy a 225.000, oo bolívares soberanos, porque hacer un mercado para una familia de 4 miembros necesario es erogar más un mínimo de 100 bolívares semanales, y eso no comprando todo lo necesario para una buena dieta hogareña, tampoco podemos incluir medicinas y la compra de vestido, suponiendo que no se paga alquiler, porque si no las cosas se hacen complicadas, la gente está saliendo de sus carritos por no poderlos mantener, le pasó a una hija, ingeniero ella, que cuando el sueldo alcanzaba se compraba vehículo y se tenía otro estándar de vida, aún hay gente emigrando, por no poder sostener a su familia, no vamos a entrar en echar culpas, es obvio que todo el pueblo lo sabe, y lo hemos dicho hasta la saciedad, tampoco es que avalamos inmiscuciones en asuntos internos de nuestro país, cuando somos los venezolanos los que tenemos en la mano soluciones, por supuesto con organización y acogidos a la Ley Suprema que da esa facultad al pueblo.
No compartimos la política económica, monetaria, que testarudamente vienen aplicando desde el gobierno, se sabe de los problemas de la extremada pugnacidad política que nos llevó al despeñadero, pero tampoco es conveniente para el país, pensar en invasiones, bombardeos, guerras, odios, y más atraso, hay venezolanos capaces, sensatos, que estarían dispuestos a hacer aportes para sacar el país de este naufragio, no es nada fácil saltar las barreras del politiqueo, ya hecho del poder sin pensar en la salvación de la Patria, nada costaría buscar soluciones, convocar a la sociedad civil de a verdad, para oír propuestas a corto, mediano y largo plazo, de manera de que los futuros gobernantes o líderes se aparten de fanatismos o pasiones extremas que nos hunden en el excremento del diablo, como predijera el Padre de la OPEP.
Hay mucha pesadumbre, mucho desgano, por parte de sectores representativos, también de la mayoría del pueblo por accionar la legalidad, la unidad, el despertar y reaccionar, con miras a soluciones expeditas, no traumáticas que nos lleven por el despeñadero de la muerte.
En este fin de año, abogamos y clamamos por la PAZ del mundo, por la puesta en práctica del privilegio natural de la Inteligencia humana, o la razón, a fin de que el AÑO 2019, nos podamos reencontrar con un mundo mejor, y en nuestra Venezuela, que podamos alcanzar un cambio que nos conduzca hacia un horizonte de progreso, recuperación económica, que el signo monetario nuestro recobre su valor, que quien dirija un nuevo gobierno, una nueva administración, lo haga en beneficio de nuestra sociedad, para que regresen a la patria nuestros hijos, nietos, sobrinos, primos y hasta hermanos que por las circunstancias ya conocidas debieron abandonar lo más querido que es nuestro terruño. ¡FELIZ AÑO! Venezuela Patria Mía, Patria del Libertador, el hombre más preclaro del siglo XIX, patria de todos y donde todos debiéramos ser felices, es una paradoja la situación en que estamos viviendo ¡FELIZ AÑO! Al mundo, que cesen los conflictos por la avaricia y ambiciones de supremos poderes, es la esperanza de quienes ya sabemos donde están los males, el respeto al derecho ajeno, a las leyes, a la diversidad del pensamiento, a la dignidad humana, al Derecho Internacional y de los Estados, CARTA de la ONU, serían la real democracia y la PAZ en el mundo.