Predecir el futuro inmediato de la Venezuela de nuestro tiempo, referida al año que recién comienza 2019, no requiere de un gran esfuerzo adivinatorio, basta con visualizar los indicadores principales en los ámbitos económicos, sociales, políticos, de seguridad ciudadana y militarización entre otros, que ya de por sí nos permite proyectar lo que nos espera para el presente año, solo me referiré de una manera muy sucinta a algunos de ellos: en lo económico la hiperinflacion descomunal (la mayor del mundo) luce indetenible, la dependencia del sector extrativista petrolera y de explotación del Arco Minero del Orinoco, seguirá su avance como vía del ejecutivo para cazar divisas, la producción agropecuaria y manufacturera seguirá deprimida, por cuanto sus causas de naturaleza estructural asociada al modelo económico escogido por el gobierno madurista no son abordadas con la contundencia y profundidad necesaria, la situación de PDVSA seguirá crónica ante el agotamiento de pozos petroleros, el exceso de su burocracia, (más de 150.000 empleados) la ineficiencia y los altos niveles de corrupción comprometen dramáticamente a "la gallina que pone los huevos de oro", en lo social, se prevé incremento de la conflictividad social, en los sectores comunitarios, laboral, estudiantil y campesino, en cuanto a la seguridad ciudadana, la presencia de paramilitares con sus prácticas abominables, las mafias organizadas dirigidas por el pranato y la delincuencia común, continuarán sus nefastas acciones, la corrupción continuará, las mafias ligadas al SAIME con el tráfico de pasaportes, de igual manera podemos señalar la extensión y consolidación del militarismo en los espacios claves de la economía y del aparato represivo del Estado, la presión internacional seguramente también se incrementará, lo cual se evidencia en declaraciones de Mike Pompeo, Secretario de Estado de EEUU y los Presidentes Iván Duque Márquez, y Jair Bolsonaro, de Colombia y Brasil respectivamente.
La toma de posesión presidencial el próximo 10 de Enero no ofrece ninguna novedad ante la panorámica descrita, el Presidente Maduro designará un nuevo gabinete, (seguir al los cambios gatopardianos) habrá cambio en la presidencia de PDVSA, las ramas del poder público seguirán con sus mismos personajes a la cabeza, me refiero a FGR, TSJ, CNE, CGR, PGR, la conforman incondicionales al jefe del estado, lo cual le ofrece garantía de lealtad y "gobernabilidad" sobre todo control institucional y por supuesto político.Nada que ver con aquella consigna "Nuevos hombres, nuevos ideales, nuevos procedimientos" del General Cipriano Castro, (Presidente de Venezuela 1899 – 1908), frase que hoy en día tendría plena vigencia
En lo que sí visualizo cambios, es al interior del chavismo, la acumulación de frustraciones, el mal estar por la situación económica del país, expresadas en desmejora de sus condiciones materiales de vida, y la desconfianza ante una dirección política reciclada y dócil ante la cúpula gobernante, justificadora de gazapos y de desacertadas políticas, presagia cambios sustanciales internos que seguramente se inscribirán en tendencias de transformaciones necesarias, voces como las de Miguel Pérez Pirela, Julio Escalona, Elías Jaua, y otras manifestaciones de descontento que se escuchan en militantes de estructuras de base del chavismo, será el inicio que señale un nuevo camino, donde la implosión chavista jugará un papel fundamental
